Socialismo o Barbarie, periódico Nº 152, 04/06/09
 

 

 

 

 

 

EL PTS en un giro oportunista

De las "coordinadoras" al encuadramiento en la CTA

Por José Luis Rojo

La ubicación del PTS frente al paro de la CTA tiene que ver con un problema más de fondo: la caracterización que de alguna manera, en el interior de la CTA, se estaría canalizando el proceso de recomposición de la vanguardia de los trabajadores. Acá hay como una parábola característica: estamos ante una corriente que se la pasó agitando –como una suerte de “mantra” para toda circunstancia de tiempo y lugar– la necesidad de la “coordinación” solo para terminar ahora de hecho llamando a todo el mundo a cerrar filas con la CTA[1]!

De la CGT a la CTA

No es casual entonces que en las páginas de su última edición estén anunciando –por boca del compañero Alejandro López y sin ningún tipo de alerta al respecto– el debate que se estaría abriendo paso entre los trabajadores de Zanón: sumarse a la CTA[2]. En la misma edición se informa cómo recibió el secretario adjunto de la CTA Neuquén, Edgardo Cherbavaz, la noticia: “positiva, muy positiva, y nos llena de satisfacción”[3]

Acá hay varios aspectos delicados a delimitar. Por un lado, existen efectivamente situaciones de hecho: la salida del Cuerpo de Delegados del Subte de la UTA (y, de hecho, de la CGT) dejó colocado el problema de su ubicación ulterior. Aquí el problema es el del reconocimiento de la personería del nuevo sindicato que han decidido formar (y del cómo poder negociar “legalmente” con la empresa tanto el día a día como los salarios, convenios, etc.). Esta cuestión es la que está metiendo “presión” en el sentido de que todo un sector de la dirección del Cuerpo de Delegados estaría planteando el ingreso liso y llano en la CTA como forma de resolver este problema[4].

Más allá que de esta manera se resolviera o no la cuestión, y también del hecho que cómo mínimo habría que alertarle a toda la base del subte acerca del carácter burocrático de la dirección de la CTA, ahora la novedad es que también Zanón ingresaría a la CTA como forma de resolver su aislamiento…

Desde ya que desde el nuevo MAS respetaremos la decisión que en definitiva tomen los compañeros del Subte o Zanón. Pero esto de ninguna manera quiere decir que la compartamos o que dejemos de marcar las tremendas contradicciones que pasos como estos pueden implicar. No parece que el PTS esté haciendo lo propio…

La CTA es enemiga de las experiencias independientes

El curso que en definitiva tomen los compañeros del subte y Zanón será decisión soberana de ellos. Sin embargo, no puede de ninguna manera hacer perder de vista una cuestión central: la dirección de la CTA se parece como dos gotas de agua a la de la CGT en un punto absolutamente central: están jugados a destruir toda experiencia que emerja de recomposición independiente de los trabajadores y que cuestione su monopolio en la representación de los trabajadores. Es decir: ante todo son burócratas. Esta es su definición social más allá de su prédica “progre” o reaccionaria. Este debe ser un alerta también para los propios compañeros del Subte y Zanón.

Es el caso evidente de los SUTEBAs combativos frente a los cuales Baradel está preparando –en tiempo real– un escandaloso fraude. Es el caso del Neumático: el año pasado a Pedro Wasiejko no le tembló el pulso para reventar un histórico conflicto –se perdió la asamblea general por sólo 42 votos– aun a costa de debilitarse frente a la patronal con tal de tratar de liquidar la experiencia de la Marrón (que en el futuro puede disputarle el gremio).

Además, no hay como desconocer que entre las bases con tradición de lucha de la misma central el odio a la dirección burocrática es enorme y tiene años. Es que la propia CTA surgió de la imposición de enormes derrotas a comienzos de los años 90 como el “Maestrazo” y no como la expresión burocrática pero de un justo proceso de lucha y reorganización como fue el caso de la CUT en el Brasil a comienzos de la década de los 80.

Llevar la pelea a todos los gremios

Entre la vanguardia de los trabajadores del país existe un extendido pero todavía fragmentario proceso de experiencias de recomposición: el SUTNA San Fernando, el Cuerpo de Delegados del Subte, los SUTEBAs combativos, Zanón, etc. Efectivamente, no se trata todavía de un proceso generalizado. Su punto de apoyo más objetivo es la nueva generación que entró a trabajar en los últimos años. Este proceso se expresa, básicamente, donde se desatan luchas y no remite a ninguna central en particular. Una muestra de ello son las luchas recientes en Massuh y Pilkintong formalmente encuadradas en la corriente “barrionuevista” de la CGT.

Pretender entonces –como parece ser ahora el  PTS– circunscribir el proceso mismo de la recomposición a los gremios agrupados en la CTA a lo más que se parece es a un desastre político que dejaría por fuera todo lo demás.

También lo sería el pretender que sólo “por adentro” de esa central se podría dar expresión a este proceso. Claro que hay que militar donde están los trabajadores: esta es una irrenunciable obligación frente a la cual no se pueden contraponer sindicatos u experiencias “rojas”: eso sería un infantil ultraizquierdismo.

Pero esto sólo puede querer decir –hoy por hoy– que hay que militar indistintamente en la CGT, la CTA y los gremios que agrupan. Que en todos los casos, para los pasos a dar, se impone el análisis concreto de la circunstancia concreta. Que lo que sí es obligatorio en todos ellos es impulsar el desborde a la burocracia y sus “cuerpos orgánicos”. Que en todos los casos hay que recuperar las instancias de organización de los mismos (comisiones internas, cuerpos de delegados y los mismos sindicatos enteros) en una perspectiva independiente.

Construir una corriente clasista

En el marco anterior, no se nos escapa la existencia de una serie de instancias “en las alturas” que podrían liberar fuerzas: los fallos de la Corte respecto de la cuestión de libertad sindical; la pelea de la CTA por su reconocimiento que podría romper el monopolio de la CGT y abrir también grietas hacia abajo; el hecho de que en varios lugares se está planteando la formación de nuevos sindicatos que a la vez podrían decidir eventualmente su ingreso a la CTA que de alguna manera es vista como “menos mala”, etc.

En todo caso, si estas tendencias cristalizan y por las razones que sean terminan canalizándose vía la CTA, habrá que darse una orientación política específica. Pero esto es, hoy por hoy, música del futuro. De lo que se trata hoy es de dar la batalla por un proceso de reagrupamiento clasista que exprese estas tendencias hacia la recomposición de la vanguardia de los trabajadores por encima de las fronteras de una u otra central, no sólo al interior de la CTA.

Esto es lo que está planteado hoy: disputar las comisiones internas, disputar las seccionales y disputar los mismos sindicatos como es el caso del SUTNA, al tiempo que se va poniendo en pié una corriente clasista que atraviese –a lo largo y lo ancho– lo mejor de estas experiencias en la perspectiva de un nuevo movimiento obrero clasista y revolucionario.


[1] A nuestro modo de ver, está claro que circunstancias distintas no pueden dejar de implicar cursos de acción diversos. Sin embargo, no deja de sorprender cómo el PTS da volteretas en el aire sin detenerse un segundo a dar cuenta de las mismas. En esta corriente se ha hecho habitual la práctica instrumentalista de “haz lo que yo digo pero no lo que yo hago”…

[2] “Queremos anunciar que desde la Comisión Directiva del Sindicato Ceramista tomamos la propuesta que nos han hecho los compañeros y compañeras de la CTA hace una semanas en este mismo lugar: que nos abrieron las puertas de la CTA para que nuestro sindicato pueda ingresar”. Alejandro López, Secretario General Ceramistas de Neuquén, La Verdad Obrera, n°327.

[3] La Verdad Obrera, ídem.

[4] Sin entrar en cuestiones acerca de la orientación que deben adoptar los compañeros del subte, aquí cabe una delimitación elemental: una cosa es verse forzado a ingresar a una determinada central sindical porque las circunstancias así lo imponen. Otra muy distinta es hacerlo dándole apoyo político a su dirección burocrática, como lamentablemente parece ser la posición entre algunos de los dirigentes del cuerpo de delegados del subte. Si este no fuera el caso, no se explica porque en una reciente reunión realizada por el Cuerpo de Delegados del subte participó, gratuitamente, ni más ni menos que Pedro Wasiejko…