Socialismo o Barbarie, periódico Nº 152, 04/06/09
 

 

 

 

 

 

MST

La “Nueva Izquierda” campestre en bancarrota

Por Ana Vázquez

En su prensa los compañeros nos critican porque nuestro frente anticapitalista y socialista incluye a IS, que ha apoyado a la patronal agraria en el conflicto del 2008 y ha firmado un acuerdo con sectores provenientes del PC en San Juan. Según ellos, estas posiciones de IS (que desde ya no compartimos) “contaminan” nuestro frente y tendríamos que “romperlo” porque estamos avalando a kirchneristas y proestalinistas...

Se equivocan de cabo a rabo. Cuando se estaba desarrollando el proceso de conversaciones con los compañeros, hicimos pública nuestra posición (SoB Nº 149 del 16/4/09). En relación a su posición “campestre” en el conflicto del 2008, expresamos: “...Esto no quiere decir que ‘vetemos’ la participación de IS en un eventual frente. Pero creemos que sólo se podrá avanzar en el caso que asuman un claro programa que tenga como elemento categórico y central una delimitación de clase de ambos bandos patronales: tanto respecto del gobierno K como de la Mesa de Enlace (y también se debería incluir a los ‘pequeños’ productores capitalistas de la FAA...)”. Y en base a este punto programático central se constituyó el Frente (los destacados son nuestros).

Lo que el MST no se anima a decir claramente es que ratifica su política de apoyo a la patronal agraria, a la que, en una definición vaciada de contenido de clase, la disfraza de “pequeños productores a los cuales no defendería (refiriéndose a IS) por el crimen de haber contratado un maquinista o trabajador eventual”.(1)

Patronal que se presenta en estas elecciones junto con los candidatos de los partidos patronales de derecha, conformando una oposición a los K que es una “verdadera oposición” reaccionaria, que exige un ajuste más ortodoxo para con los trabajadores y más mano dura con la juventud pobre y marginada.

Para ellos, denunciar a las variantes patronales anti-K (por derecha) significa hacerle el juego al gobierno. Ya hace tiempo no les entra en la cabeza, ni en sus análisis políticos, la pelea por una alternativa de la clase obrera y los trabajadores. Es que ni siquiera han logrado mantener elementales criterios de clase como se ve en el desliz de llegar a decir muy sueltos de cuerpo que explotar trabajadores (“contratar maquinistas o un trabajador eventual”) no sería un crimen de lesa explotación capitalista!

¿Qué frente es necesario?

Desde el Nuevo MAS venimos sosteniendo la necesidad de poner en pie un bloque de independencia de clase frente a los bloques capitalista en que están divididos la patronal y la burocracia. En función de esa perspectiva, la conformación de este frente electoral es un correcto paso táctico en esa dirección. Esto en un momento en que una nueva generación obrera empieza a avanzar en su pelea contra las consecuencias de la crisis capitalista y no hay en el plano político un polo alternativo de la clase obrera. Y cuando estamos en una carrera contra el tiempo para que la maduración de la vanguardia y de las fuerzas de izquierda ayude a desarrollar este proceso incipiente para profundizarlo hacia una salida revolucionaria. Proceso en el que hay que intervenir políticamente para que no lo absorban variantes patronales o burocráticas. ¡De vida o muerte para nuestra clase!

Este problema, por supuesto, le es totalmente ajeno al MST, que viene haciendo escuela en un alineamiento sin principios con los sectores de la patronal agraria. Para su vergüenza, por ejemplo, en la Provincia de Buenos Aires se ha aliado con el MIJD de Castells el que no sólo no tuvo vergüenza de apoyar a Blumberg, sino que en oportunidad del paro de las patronales agrarias cambió su apoyo al mismo por unas decenas de vacas… ¡Impresentable!

Un verdadero “frente de izquierda y los luchadores”, para el MST-Nueva Izquierda, debería estar encolumnado detrás de un sector patronal (o de la burocracia centroizquierdista). El frente de sus sueños no es de izquierda ni independiente. Al parecer, así llegarían al socialismo del siglo XXI…

“Dividen las luchas”

En esta acusación sin ninguna fundamentación ni ejemplo concreto se alcanza un punto máximo de combate a una posición clasista dentro del movimiento obrero. Entendemos que se basa en que en los conflictos tenemos una posición de enfrentamiento no sólo a la patronal y al gobierno, sino a las burocracias que existen en cada lugar, que se oponen a las decisiones de lucha de los trabajadores no sólo con políticas sino con palos y armas en la mano.

Si la intención es acusarnos que las queremos dividir de la influencia nefasta de la burocracia, les decimos claramente que sí. Esa es la experiencia que están haciendo los nuevos delegados y el joven activismo en las luchas. Donde triunfaron o pudieron avanzar en sus reclamos o en su organización democrática, como en el Hospital Francés, FATE, Massuh o Pilkington, fue porque se dividieron de la burocracia, la desbordaron.

Donde no lo lograron, retrocedieron o quedaron presos de acuerdos donde la crisis mayoritariamente la pagan los trabajadores. Es el caso de Paraná Metal de Villa Constitución, cuya dirección vanagloria el MST. Además de que durante el conflicto metieron por la ventana (desacatando una decisión de asamblea) la incorporación de la FAA de Eduardo Buzzi a un corte de ruta de los obreros, sus reclamos quedaron estancados en un acuerdo que legaliza las suspensiones y deja al frente de la planta a Cristóbal López, conocido explotador y chupasangre.

Para el MST, no hay que seguir la pelea para que no haya ninguna suspensión ni despidos, que se repartan las horas de trabajo sin rebaja salarial y, ¡horror!, menos que menos por la estatización bajo control obrero. Porque para plantar esa bandera hay que “dividirse” de la dirección burocrática de Piccinini y cía.

Para colaborar a conformar direcciones independientes no basta con “apoyar las luchas”; hay que intervenir para que avancen hacia una perspectiva que supere los corralitos burgueses y burocráticos. El MST ha decidido quedarse dentro de ellos.

En estas elecciones, llamamos a votar en contra de este proyecto “de izquierda en bancarrota”.


(1) Periódico del MST Alternativa Socialista Nº 498. Nota: La izquierda “kambalache”.