Socialismo o Barbarie, periódico Nº 152, 04/06/09
 

 

 

 

 

 

Sabbatella y Solanas

Los candidatos de la CTA

Por Manuel Rodríguez

De cara a las elecciones, y tironeados por la crisis capitalista mundial, los dirigentes de la CTA han salido a hacer varias “jornadas de lucha” caracterizadas por su inconsecuencia. En el terreno electoral, han decidido poner un huevo en cuanta canasta “progresista” existe en oferta. Así, en Capital Federal apoyan a Pino Solanas y en Provincia de Buenos Aires a Sabbatella. Eso sí, de dar un paso en el sentido de la independencia política de los trabajadores, o de sostener candidaturas obreras, ni hablar…

Sabbatella: progresismo de “gestión”

Sabbatella siempre fue un “niño mimado” de la progresía local, primero por la Alianza (en el 99 asume como intendente de Morón por dicha fuerza) y luego por el kirchnerismo, formando parte de la ola “transversal”. Consecuentemente con esta ubicación, toda su política para Morón fue la administración de la miseria (neoliberal) que profundizó la Alianza y continuó (aunque con importantes cambios) bajo el kirchnerismo, cuando se reemplazó el desempleo masivo por… la superexplotación laboral y los salarios de miseria. Es irónico que su campaña gire en torno a la “eficiencia y calidad” (¿qué querrá decir con estas palabras?) de su gestión como intendente.

¿Acaso se olvida de que en Morón, la Bonaerense sigue asesinando impunemente como denuncia Correpi? ¿Y que hay rebajas de salario y despidos (en Envases del Plata, por ejemplo)? Es que no se le pueden pedir peras al olmo. Sabbatella es uno de los últimos vestigios locales del “reformismo sin reformas” que amenazó con conquistar al mundo desde Porto Alegre y terminó muy cómodo gobernando de manera más neoliberal que Wall Street, aplicando las pautas ajustadoras del FMI y del Banco Mundial como es el caso de Lula en Brasil.

Como todo reformismo, buscan “humanizar al capitalismo”… pero no terminar con él. Los cambios cosméticos, como el “presupuesto participativo”: la posibilidad de que los vecinos “decidan” si gastar un infinitesimal porcentaje del presupuesto local entre tener 30 cuadras con iluminación nueva o arreglar alguna plaza, o una simbólica defensa de los “derechos humanos” (y de la mujer…), no pueden mejorar la “calidad de vida de los vecinos”. Menos que menos terminar con los despidos y la superexplotación. O con el gatillo fácil. O con el hundimiento de la salud y educación públicas. Sólo pueden legitimar –con medidas cosméticas– a un capitalismo que por más “progresista” que se pinte nunca podrá dejar de ser explotador y opresor.  Se trata de una simple copia del “modelo de gestión” del Partido Socialista / Sojero de Hermes Binner (gobernador de Santa Fe): todo es pura “folletería”, nada realmente cambia.

Ahora, desde que el barco de los Kirchner se hunde, Sabbatella viene aglutinando a otros huérfanos menores del kirchnerismo como “Libres del Sur” (“Huevo” Ceballos), los ex aristas de “Solidaridad e Igualdad”, el kirchnerista Partido Comunista (que presenta como candidato a diputado K en la Ciudad de Buenos Aires a Carlos Heller), la secta del Partido Humanista y el apoyo de todas las fracciones de la CTA: de Yasky a De Gennaro.

“Pino” Solanas: progresismo “campestre”

Solanas se ha caracterizado por tocar fibras sensibles a los sectores “nacionales y populares” con sus denuncias de la situación de los trenes o de la explotación del petróleo bajo el suelo argentino o su exigencia de un impuesto a la renta minera, reclamos justos pero absolutamente limitados; donde además, donde lo que nunca entra, son las necesidades y luchas de los trabajadores. Este cineasta es una expresión del nacionalismo burgués venido a menos, como el peronismo histórico o el chavismo hoy.

Esto es, aquellos proyectos políticos que buscaban la independencia nacional del imperialismo y el desarrollo (burgués) del país sin romper con el capitalismo; esto es, en alianza con sectores burgueses “progresivos”; o bien desde el mismo aparato estatal, capitalismo de Estado mediante.

Desde esta ubicación, sería lógico que Pino haya comprado el buzón del kirchnerismo. De hecho, sin ser nunca K de ley, le reconoció una serie de “méritos” al gobierno de los Kirchner en materia de derechos humanos, lo apoyó en la creación de Enarsa y se mostró seducido por algunos aspectos de los K.

Esto fue así… hasta que se hizo sojero de punta a punta. ¡En el principal conflicto nacional de los últimos tiempos, Solanas tomó abiertamente partido por la apropiación privada de la extraordinaria renta agraria y por toda la burguesía rural, pequeña, mediana y grande acompañando en el Congreso (desde Diputados) el voto no positivo de Cobos!

El cineasta se embarca, desde Proyecto Sur (que conforma con el Partido Socialista Auténtico y el economista “sojero” de la CTA, Claudio Lozano) junto a los ex aristas de “Solidaridad e Igualdad” y algunos sectores de la CTA (como De Gennaro), en la complicada tarea de crear una especie de progresismo antikirchnerista y procampestre

La paradoja es que denuncia “la traición K al pueblo argentino”… pero desde la vereda de la oligarquía terrateniente, en todo caso como su flanco de “izquierda”. Como montando un caballo al revés, Solanas se suma al “polo sojero” y preanuncia una “nueva era del peronismo”, de vuelta “democrático, nacional y popular” con él en el 2011 como Presidente…

El capitalismo no va más

Como dice la declaración del Frente de la Izquierda y de los Trabajadores, Anticapitalista y Socialista: “Ante la crisis no hay medias tintas. Son ellos o nosotros. El capitalismo no va más. Tenemos que impulsar la acción común de los trabajadores y los pueblos para terminar con este sistema de hambre y miseria e instaurar gobiernos de trabajadores en la perspectiva del socialismo.”

Desde esta perspectiva, desde el nuevo MAS llamamos a rechazar al reformismo sin reformas de Sabbatella y el callejón sin salida del “nacionalismo” de Pino Solanas y sumarse y votar al Frente de la Izquierda y de los Trabajadores que conformamos en común con los compañeros del PTS e IS.