Socialismo o Barbarie, periódico Nº 148, 03/04/09
 

 

 

 

 

 

Las cifras de la crisis, según los capitalistas

Por Roberto Sáenz

The Economist: “La próxima fase del derrumbe económico mundial está tomando forma: una crisis laboral global. La severidad, ritmo y amplitud de la recesión, junto con el cambio en la estructura de los mercados laborales, tanto en los países ricos como en los emergentes, sugieren que el mundo está a punto de vivir el mayor incremento en el desempleo en décadas” (…) En China, 20 millones de trabajadores migrantes han sido despedidos. La industria textil de Camboya, su principal fuente de exportaciones, ha despedido un trabajador sobre diez. En España, la caída en la construcción ha llevado la tasa de desempleo al 14,8% en enero. Y en Japón, decenas de miles de personas con contratos temporarios están perdiendo no sólo sus trabajos, sino incluso las casas provistas por sus empleadores (12-3-09).

Banco Mundial: en 2009, por primera vez desde la Segunda Guerra, caerá el PBI global, uno o dos puntos. La producción industrial se derrumbaría un 15% respecto de 2008. El comercio mundial también está en caída libre, con índices similares a 80 años atrás. Si bien en términos absolutos todavía se está relativamente lejos de los picos de la Gran Depresión, la aceleración del desempleo muestra una dinámica similar a la de los años 30. En 1929 el desempleo apenas se situaba en el 3% en EEUU, se disparó al 8% en 1930 y llegó a su peor momento con el 25% en 1933.

OIT: en 2009 se produciría la destrucción absoluta de 50 millones de puestos de trabajo, y el 45% de la fuerza laboral mundial podría pasar a ganar menos de dos dólares por día (umbral por debajo de la reproducción normal de la fuerza de trabajo).

Wall Street Journal Americas: “EEUU sufre un exceso de capacidad. (…) Las plantas manufactureras operaron en febrero a un promedio del 67,4% de su capacidad, el nivel más bajo desde 1948 (…) La gran pregunta para el sector automotriz europeo es ‘dónde cerrar fábricas’. En EEUU, el rescate a la industria automotriz está tomando una forma diferente al de Francia. En vez de concentrarse en la protección de empleos, las autoridades estadounidenses han ligado los préstamos a un requisito que ha obligado a GM y Chrysler a desarrollar planes que resultarán en miles de despidos más y recortes de sueldo, servicios de salud y otras prestaciones. Francia ejemplifica el dilema de la industria automotriz europea continental: cómo resolver la enorme sobrecapacidad cuando ningún gobierno está dispuesto a dejar que las fábricas cierren. Los analistas del sector temen que el proteccionismo atrase la profunda reestructuración que hace falta en todo el mundo (…). ‘Entiendo que sea un problema político, pero no hay futuro en mantener todas las fábricas abiertas’” (20-3-09).

The Economist: “En el mundo rico, las pérdidas laborales son más impactantes en EEUU, donde comenzó la recesión. Su mercado laboral flexible ha destruido 4,4 millones de empleos desde diciembre del 2007. La tasa de desempleo ha saltado al 8,1% en febrero, la más alta en un cuarto de siglo. El americano que pierde hoy un empleo tiene las más bajas chances de encontrar uno nuevo que en cualquier otro momento en los últimos cincuenta años” (12-3-09).

Wall Street Journal Americas: “Las señales más claras del exceso de capacidad está en el mercado laboral. El total de estadounidenses que recibe el seguro de desempleo saltó a casi 5,5 millones, un nuevo récord. El número de desempleados en EEUU, ajustado por temporada, ascendió a 12,5 millones en los últimos doce meses. Otras 8,6 millones de personas están trabajando a tiempo parcial, pero preferirían tener un puesto a tiempo completo. Cuando se contabilizan estos trabajadores, la tasa de ‘subempleo’ –un índice más amplio de la capacidad ociosa en el mercado laboral– llega al 14,8%. Eso no es sólo un problema para los desocupados, sino que ejerce una fuerte presión a la baja en los sueldos”. Oficialmente, más de veinte millones de personas tienen problemas laborales en EEUU.

The Economist: “El desempleo va a impactar muy duramente más allá de EEUU y Gran Bretaña. En Japón, el producto se está derrumbando más rápido que en cualquier otra economía rica. Aunque el desempleo es bajo, rápidas pérdidas de trabajo en la fuerza de trabajo temporaria exponen la injusticia de un mercado laboral de doble estándar y poniendo bajo presión la idea de una sociedad igualitaria. En Europa al desempleo ha crecido más rápidamente en lugares como España[1] e Irlanda[2] (…) Dado el ritmo de caída de las economías europeas, nadie duda que lo peor está por delante. Para fines de 2010, el desempleo en buena parte del mundo rico está estimado por encima del 10% (…) En los países emergentes, el patrón no será diferente, pero las consecuencias, más dolorosas aún. (…) Millones de trabajadores están perdiendo sus puestos en la cadena de abastecimientos globales. La pobreza va a crecer en la medida en que deban volver al mercado informal o retornar al campo. El Banco Mundial espera que 53 millones de personas caigan debajo del nivel de extrema pobreza este año”.

Con esta realidad, la creciente preocupación entre los poderosos acerca de sus posibles consecuencias es que la crisis global del empleo plantee un salto en las luchas obreras a nivel mundial.


[1] En Zaragoza, el colapso de la construcción hizo crecer el desempleo un 75%, mientras que toda España puede pasar del actual 15% (3,3 millones de trabajadores) a un aterrador 20%, cifra comparable al colapso argentino de 2001.

[2] El otrora “tigre celta” caería un 6% en su PBI (que se suma a una caída del 3% el año pasado), y además de problemas de insolvencia podría tener un desempleo de 500.000 trabajadores para fin de año, el 25% de su fuerza laboral.