Socialismo o Barbarie, periódico Nº 147, 19/03/09
 

 

 

 

 

 

Brasil: despidos masivos en Embraer

Organicemos la lucha por la base

Por Márcio Barbio

En Socialismo o Barbarie Nº 145 (19/02/09) publicamos artículos de los compañeros de Praxis de Brasil. En ellos se alerta sobre la catastrófica política sindical del PSTU-LIT. Ahora, el PSTU-LIT ha respondido por intermedio de sus voceros en Argentina, el grupo FOS. Sostienen que es un disparate afirmar que “Conlutas [corriente sindical dirigida por el PSTU] es «incapaz de organizar las luchas... en los «gremios que dirige», ya que tiene una política «superestrutural», «corporativa» y sólo de «exigencia» al gobierno Lula...” Los compañeros de Praxis responden al PSTU-LIT, aportando más datos sobre su política ante los despidos en Embraer, una de las fábricas más importantes de Brasil y América Latina. (SoB)

Al principio de la crisis, el fenómeno del desempleo parecía aquí pequeño. Esto cambió radicalmente en el último trimestre del 2008. Los índices de desempleo se fueron a las nubes. Es en este marco de ataque brutal que se inscribe la lucha de Embraer, empresa con el mayor número de despidos de Brasil: 4.270.

Embraer es la tercera fábrica de aviones del mundo. Tiene 22.000 trabajadores, el 80% de ellos en São José dos Campos (Estado de San Pablo). Los compañeros del PSTU, desde hace casi dos décadas, dirigen el Sindicato de los Metalúrgicos de São José dos Campos. O sea, representan sindicalmente a los obreros de Embraer.

La crisis no sólo es un tsunami para los empleos. También es un test de las políticas y las prácticas que las corrientes aplicaron en el período anterior y en la actualidad. En relación al PSTU, la crisis pone en carne viva problemas de largos años.

¿Cómo organizar la lucha contra el desempleo y los ataques en Embraer?

Ante los más de 4.200 despidos en Embraer, lamentablemente la dirección del sindicato en manos del PSTU ha privilegiado casi exclusivamente las acciones judiciales y las apelaciones a Lula. Cuando este artículo sea leído, la querella iniciada por el Sindicato en los Tribunales del Trabajo pidiendo la reversión de los despidos, estará siendo juzgada. Por supuesto, no sostenemos el infantilismo de no apelar a la justicia burguesa para defender un derecho. El gran problema es si casi todas las fichas son apostadas a la “justicia” y a las “exigencias” al gobierno.

En todos estos años, el PSTU se ha adaptado brutalmente a la lógica sindicalista y también al atraso de la conciencia de gran parte de los trabajadores brasileños. Así, no ha tenido una práctica sindical muy distinta de las demás fuerzas políticas. Es decir, una práctica totalmente superestructural, en la estratosfera de los aparatos de los sindicatos, que en estos largos años de estabilidad se han ocupado de gestionar por arriba las actividades sindicales sin que las bases tuvieran arte ni parte.

Pero ahora la situación es otra. La crisis exige de las corrientes socialistas revolucionarias una acción más política y de hacer comprender a los trabajadores que sin luchas no habrá victorias. Ambos supuestos han estado ausentes en la pelea contra los despidos de Embraer. Si la dirección no cambia sus tácticas, llevará a una derrota, un hecho que tendría una inmensa y negativa repercusión en todo Brasil.

La política del PSTU al frente del sindicato

Veamos, por ejemplo, lo que dice al respecto, José Maria de Almeida (Zé María), principal dirigente del PSTU en Conlutas, en el sitio web del Sindicato de Metalúrgicos de São José dos Campos:

“En esta audiencia [judicial] al constatarse la continuidad del impasse entra la empresa (que insiste en mantener los despidos pagando apenas un abono a los despedidos) y los sindicatos que mantienen la exigencia de reintegrar a todos, el presidente del Tribunal hizo una propuesta. Se trata de una propuesta ruin en sí misma. Es una combinación de suspensión temporaria del contrato de trabajo (los trabajadores continuarían recibiendo parte de su salario por un año) combinada con una indemnización... y otros beneficios para los trabajadores. Sin embargo, esta propuesta significaría una gran derrota para la empresa, que sería obligada a volver atrás...” (Sitio web del Sindicato, www.sindmetalsjc.org.br, 15/03/09, subrayados nuestros)

¡Esto es el despido en “cámara lenta”. ¡O sea, ya está preparada (y “justificada”) la derrota... pero de los trabajadores!

Frente a esto, hay que responder algunas preguntas: ¿Por qué, pasado casi un mes de los despidos, el Sindicato no organizó ninguna medida de fuerza? ¿Por qué, en cambio, hasta ahora, ha privilegiado “acciones” como el acuerdo con las centrales burocráticas y las “exigencias” a Lula? ¿Por qué no convoca un Encuentro de bases en solidaridad con los trabajadores de Embraer, que lance una verdadera campaña contra los despidos y por la reestatización de la empresa sin indemnización y bajo control de los trabajadores?

Un “punto frágil”: los obreros no se movilizan

Pero Zé Maria dice más cosas: “No podemos saber si el proceso va a ir en ese sentido o no. Tenemos un enorme punto frágil en todo eso, que es el hecho de que los trabajadores afectados no están movilizados, en huelga. Por el contrario, están muy paralizados [acuados] hasta el momento.” (Sitio web, idem..)

¿Qué propone el dirigente del PSTU y Conlutas para salir de esta parálisis?: “En el caso que se confirme esta hipótesis, este proceso va a subir al TST [Tribunal Superior del Trabajo] y tendrá nuevamente una fuerte visibilidad... En este cuadro, gana importancia buscar acordar lo más pronto posible audiencias públicas en el Senado y la Cámara [de Diputados]... También precisamos otras iniciativas dirigidas al presidente de la República, tal vez a partir de esas audiencias públicas... [hacerles] exigencias fuertes para que sean tomadas medidas concretas...” (Sitio web, idem..)

Las palabras de José María dejan claro que, a pesar de identificar un “punto frágil” –la no movilización, la pasividad de los trabajadores–, toda su preocupación y las medidas que propone se limitan a cómo apelar en la justicia, y llevar sus pedidos –o “exigencias”– al parlamento y a Lula.

Un botón de muestra

Veamos un último y definitivo testimonio: la crónica del acto por el reintegro de los despedidos y la reestatización de Embraer:

“Cerca de 200 personas –informa el mencionado sitio web– llenaron hoy el auditorio Mario Covas, en la Cámara Municipal de São José dos Campos, donde se realizó el acto por la readmisión de los 4.270 despedidos de Embraer. El evento marcó también el lanzamiento de una campaña por la reestatización... Al final del encuentro, quedó decidido realizar una reunión para la formación de un comité que iniciará nacionalmente la campaña. Organizado por Sindicato Metalúrgico de São José dos Campos y por Conlutas, el acto contó con la participación de trabajadores de Embraer y reunió a decenas de entidades del movimiento sindical, la Pastoral Obrera de San Pablo, centrales sindicales (Conlutas, Intersindical, CTB y CGTB) y partidos políticos (PSTU y PSOL).” (Sitio web, idem..)

Hagamos cuentas: El 80% de los 22.000 obreros de Embraer trabajan en São José dos Campos. De ellos, más de 4.200 fueron despedidos. Pero el acto que se hace por su reintegro sólo reúne “cerca de 200 personas”. En este acto, además participaban “decenas de entidades del movimiento sindical, la Pastoral Obrera... centrales sindicales... partidos políticos”... Evidentemente, los únicos que no estuvieron, fueron los interesados... la masa de obreros de Embraer...

El “punto frágil” de Zé María –la no movilización de los trabajadores– es entonces mucho más que un “punto”: es el problema clave, en relación al cual el PSTU no tiene política para revertirlo. Y si los metalúrgicos de São José dos Campos no se movilizan masivamente, será imposible la victoria.

No estamos en contra, como táctica, que se hagan “exigencias” a Lula y demás gobiernos burgueses. Pero esto no puede convertirse en estrategia, como hace el PSTU. La exigencia siempre debe tener un claro objetivo: ayudar a desenmascarar ante los trabajadores a dirigentes o gobiernos en los que confían. La medida de esto es si ayuda a la clase a movilizarse.

El problema es que las práctica del PSTU transforma la exigencia en una estrategia, cuya consecuencia es que los trabajadores continúen pasivos, a la espera de que Lula o las cámaras o el TST reviertan el ataque.

¡Cambiemos de rumbo ya!

Desde hace más de un año, hemos discutido con los compañeros del PSTU la necesidad de un verdadero Encuentro de Bases para que podamos, todos juntos, revertir la ofensiva de las patronales apoyada cínicamente por Lula y los burócratas sindicales. Lamentablemente, Conlutas ha preferido hacer acuerdos por arriba con las centrales burocráticas.

Por eso, en un acto realizado ante Embraer, se pudo ver, en el carro de sonido, una escena hasta hace poco inconcebible: con Zé María estaban Paulinho de Força Sindical (presidente de la central más de derecha y neoliberal de Brasil, diputado del partido burgués PDT y conocido ladrón de dineros públicos) y Jurana (también de la corrupta Força Sindical). Junto a ellos estaban los dirigentes de la CGTB y UGT, otras dos centrales ultraburocráticas que junto a Força Sindical tienen una larga historia de traiciones a los trabajadores. ¡Estaban todos en ese acto! ¡Todos... menos los trabajadores de Embraer!

Frente a esto, hacemos una vez más un llamado al PSTU y al conjunto de la dirección de Conlutas, al mismo tiempo que nos colocamos a entera disposición para comenzar a resolver la falta de movilización de los trabajadores.

Reiteramos que, a nuestro modo de ver, esa campaña debe comenzar inmediatamente con panfletos, afiches, agitación en fábricas y barrios obreros de cada punto del país y, en especial, de São José dos Campos.

Por último, diferimos de lo que afirma Mancha –principal dirigente del sindicato y militante del PSTU– en el citado sitio web: que la huelga estaría al orden del día si del proceso judicial no resultase nada.

Por el contrario, afirmamos que es ahora que la huelga y la acción directa están al orden del día. Esperar en la pasividad el fallo de la “justicia” es sellar por anticipado la derrota. Será un mazazo si se descarga sobre la cabeza de los obreros cuando están desmovilizados. ¡Por el contrario, ya deberían haber estado movilizados antes de los despidos! Es responsabilidad del sindicato preparar a los trabajadores para los enfrentamientos. ¡Eso no se hizo antes y no se está haciendo ahora!