Socialismo o Barbarie, periódico Nº 146, 05/03/09
 

 

 

 

 

 

El Liyannaj Kont Pwofitasyon (LKP)

Una coalición encabezada por el movimiento obrero

Por Claudio Testa

La huelga general de Guadalupe ha hecho famoso internacionalmente al LKP (Liyannaj Kont Pwofitasyon: en créole antillano, Juntos Contra la Explotación) y a su líder indiscutido, Elie Domota. Es una coalición encabezada por el movimiento obrero, aunque con una dirección reformista.

Efectivamente, la columna vertebral de la coalición LKP es el movimiento obrero de Guadalupe, que tiene una larga tradición de combatividad. Aunque existe en la isla una filial de la CGT metropolitana, la mayoría de los trabajadores se encuadra en la UGTP (Union Générale des Travailleurs de Guadeloupe). La UGTP, en las últimas elecciones de delegados de empresa, ha ganado la mayoría absoluta.

Como decíamos, la UGTP constituye la columna vertebral de la LKP, a la que se han unido otras formaciones sindicales y numeros grupos alternativos, culturales, partidos políticos (con exclusion de la derecha y el PS), etc. “Es un total de 49 estructuras y organizaciones diferentes, que representan a la mayoría aplastante de la población de Guadalupe.” (Yves Cornu, “Antilles: la vérité sur le LKP”, Le Point,  19/02/09)

Elie Domota, de 41 años, que ha aparecido como el líder carismático de este movimiento del LKP, es el secretario general de la UGTP.

La UGTP tiene un rasgo que la diferencia netamente de las formaciones sindicales de la metrópoli, como la CGT, FO, CFDT y Cía.: reivindica la independencia de la isla. Aunque esta reivindicación no fue puesta sobre el tapete durante la presente huelga general, es un punto que traza una raya entre la UGTP y los sindicatos provenientes de la metrópoli, cuyas burocracias son parte del establishment del imperialismo francés.

La UGTP fue fundada en 1973 por obreros industriales y agrícolas del sector más brutalmente explotado de la isla: los trabajadores de la industria del azúcar y del cultivo de caña en los latifundios de Guadalupe. En las últimas elecciones de delegados de empresa en toda la isla, en noviembre de 2008, los candidatos de la UGTP lograron el 52% de los votos, seguidos por los de la CGT (20%).

La huelga general: una lección para el movimiento obrero de todos los países

La huelga general se inició con un programa modesto, cuyo punto principal es un aumento de salarios de 200 euros. Pero la inflexibilidad patronal y también, inicialmente del gobierno de Sarkozy, fueron endureciendo cada vez más el enfrentamiento.

La dureza de Sarko y la patronal se explican quizás no tanto por la magnitud de las concesiones en sí mismas, sino por el temor de que desataran una avalancha de reclamos de la clase trabajadora francesa.

Pero a este endurecimiento, el movimiento fue respondiendo cada vez con mayor fuerza. Logró paralizar totalmente la vida económica de la isla y, además, responder con movilizaciones inmensas a la represión cada vez más dura del gobierno francés. En algunas de estas movilizaciones, el LKP puso en las calles de 70.000 a 80.000 manifestantes, sobre una población total de unos 250.000 habitantes.

Lo que hicieron el LKP y la UGTP fue lo contrario de las centrales burocráticas francesas (y de casi todos los países del mundo), que de vez en cuando hacen un día de paro y unas marchas para desmovilizar de inmediato, sin jamás obtener nada del gobierno y la patronal.

El LKP y la UGTP organizaron una vasta red permanente de miles de activistas y piquetes de huelga que fueron cubriendo toda la isla y garantizaron el paro en todas las empresas y comercios, por tiempo indefinido. ¡Una huelga general en serio! ¡No un simulacro de 24 horas,  para fingir ante las bases que sus dirigentes están “luchando”!

Por supuesto, el movimiento ha tenido serias limitaciones. Aunque la UGTP propone la independencia del imperialismo francés y la red de piquetes y activistas durante la huelga apuntó a ser, de hecho, un poder paralelo, la LKP no planteó en ese sentido ninguna demanda política, ni menos de poder. Las negociaciones fueron exclusivamente económicas.

Sin embargo, esto no afecta lo grandioso de lo sucedido en estas pequeñas islas. ¡Una verdadera lección, una experiencia que hay que hacer conocer al movimiento obrero de todo el mundo!

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