Socialismo o Barbarie, periódico Nº 146, 05/03/09
 

 

 

 

 

 

Francia

Estado de bronca general

Por Ramate Keita
Desde París para Socialismo o Barbarie

 El Nuevo Partido Anticapitalista (NPA)

Romper con los rompehuelgas

Lamentablemente el NPA continúa en esta materia la política de la ex LCR de no denunciar jamás a las burocracias sindicales, ni combatir sus políticas traidoras, como las que describimos.

Un ejemplo es el panfleto del NPA del 23/02 que se titula: “Guadalupe-Martinica: hagamos como ellos.” Finaliza exhortando a “tomar el ejemplo de las Antillas” y, hablando de las luchas existentes, proclama que, a partir de ellas, “no hay nada más urgente que construir la generalización de la huelga” en Francia metropolitana. Pero, como de costumbre, ni si menciona un “pequeño obstáculo”: los canallas de las cúpulas de la CGT, CFDT y Cía., que además no movieron un dedo en apoyo concreto a las islas. ¿Cómo se va a “construir la generalización de la huelga” en Francia, si no se derrota a esos rompehuelgas?

Pero la política de la dirección del NPA hacia los burócratas, no sólo es de silencio cómplice. También es de apoyo explícito y sin crítica alguna. Pocos días después, una cumbre de las burocracias sindicales convocaba una nueva jornada aislada, para el 19 de marzo... La bronca generalizada les impedía seguir haciéndose los distraídos... La dirección del NPA no sólo aplaudió a las burocracias sin hacer el menor alerta sobre su política. Junto a los social-liberales del PS, sus viejos cómplices del PCF, los burgueses opositores del PG y otras fuerzas políticas por el estilo, firmaron luego una carta de apoyo absoluto a las cúpulas de las “ocho organizaciones sindicales” que se reunieron en esa cumbre.

En resumen, para la dirección del NPA no es necesario levantar ninguna alternativa frente a las direcciones traidoras y burocráticas del movimiento obrero francés.

París, 1º de marzo.– Bronca (grogne) generalizada: esas dos palabras sumadas a la falta de credibilidad del gobierno de Sarkozy están cruzando el humor de las masas trabajadoras, los estudiantes y los más amplios sectores de la población.

Es una “sintonía” común muy peligrosa (para los de arriba), y que no se observa frecuentemente. No muchas veces se dan aquí sentimientos compartidos entre los obreros de la gran industria (que hoy enfrentan cierres y despidos masivos), los empleados públicos (como los trabajadores del Correo en lucha contra la privatización), los estudiantes, profesores universitarios e investigadores (confrontados a las reformas neoliberales para poner la educación y la ciencia bajo control directo de las grandes empresas, en momentos en que el capitalismo muestra su bancarrota) y la masa de pobres de los barrios de la periferia de París y otras ciudades, en su mayoría provenientes de la emigración (que hoy la crisis pone en situación desesperada).

La bronca es grande en ese contexto de agravación de la crisis. Se anuncian más planes de despidos, y las cifras de enero y febrero han sido dramáticas.

Mientras tanto, hay nuevos sectores de trabajadores que salen a luchar por defender el empleo, mientras las luchas en la Universidad continúan firmes, con una nueva movilización general para el 5 de marzo.

Una novedad en los últimos días es la movilización conjunta de trabajadores de servicios que tradicionalmente no están entre los más activos. Así, los trabajadores de La Redoute y de 3 Suisses son hermanos de infortunio y se están movilizando juntos contra los despidos. Son enormes multinacionales de venta por correspondencia con catálogo, que quieren solucionar sus problemas despidiendo 700 trabajadores cada una. Sus representantes sindicales organizan una manifestación en común para el próximo martes 2. El martes anterior, los trabajadores de La Redoute se habían unido a sus camaradas de 3 Suisses en una concentración ante la sede de esa empresa. Ahora se proponen incorporar a la pelea a Damart, el otro gran bastión de la venta a distancia. ¡La situación común exige acciones comunes!

Asimismo, el personal médico de los hospitales anunció un día de huelga nacional el próximo 5 de marzo. Exigen mejoras en las condiciones de trabajo, afectadas por los recortes de Sarkozy, dedicado a salvar a los banqueros a costa del gasto social.

Otro conflicto que está repercutiendo es el de SNCF Effia Services, empresa “tercerizada” de servicios en los trenes (que aquí es el sistema de transporte principal), con episodios de enfrentamientos violentos, como en la Gare de Lyon, en París, el mes pasado.

Pero el sector en estos momentos globalmente más activo son los estudiantes universitarios. Ya en 14 universidades votaron el bloqueo total de actividades, contra la posición de muchos profesores que querían luchar sólo mediante ciertas acciones como cursos alternativos, no entrega de notas, etc. Aunque en Paris la movilización es algo menor, los estudiantes también comienzan a bloquear las facultades.

En Tolbiac, Universidad París 1, aprobaron la siguiente resolución el pasado jueves 26:

“Nosotros, estudiantes de Tolbiac, y también de otras universidades, acompañados por trovadores, malandrines, terroristas, en resumen de los delincuentes de toda clase, decidimos espontáneamente ocupar nuestra Universidad.”

“Esta decisión tomada y votada durante la AG (Asamblea General) no es más que el resultado de un deseo de apropiarse de nuevo de nuestros lugares de vida, de paso, de encuentro, de reproducción y algunas veces hasta de estudios.

“Ocupamos este lugar, vacío por la noche, con determinación para crear un espacio donde liberarse del marco utilitarista diario de esta sociedad capitalista. Hay manifestaciones salvajes sin permiso todos los días.”

“En Guadalupe y Martinica, desde hace semanas, la huelga es general. Todas las noches, las islas están en fuego: hay barricadas en todas las esquinas.”

“Manifestar una vez por semana no sirve para nada. Esta es la razón por la que esta noche intentamos dar otra forma a nuestro movimiento.”

El ejemplo de las huelgas generales de Guadalupe, Martinica y ahora la Isla de la Reunión

Paradójicamente, sobre este cuadro vino impactando el suceso lejano del que hablan los estudiantes de Tolbiac: las combativas huelgas generales de las Antillas francesas –Guadalupe y luego la Martinica– y ahora de la Isla de la Reunión, en el Océano Índico.

Según encuesta citada por el diario Le Monde (24/02/09) el movimiento es apoyado por el 78% de los franceses, una cifra increíble para una huelga general que ha durado ya más de un mes. ¡Y más increíble aun es que según el BVA –el instituto encuestador–, también una gran mayoría (el 67% !!) de los “simpatizantes de derecha” –es decir, la mayoría los que votaron por Sarko a la presidencia– también apoyan la huelga! Efectivamente, la bronca, el malestar social es generalizado.

Durante décadas, desde el poder se alimentó la ficción de que Guadalupe y Martinica son partes de Francia, iguales por ejemplo a la Ile de la Cité, donde hace unos 2.300 años se fundó París. Además, en Francia “metropolitana” viven muchos antilleses. Entonces, el hecho de que en dos “departamentos de Francia” se esté desarrollando semejante movimiento no pudo menos que impactar.

¡Y no se trata sólo de simpatía! “¡Hagamos una huelga general como Guadalupe y Martinica!”, es la conclusión lógica que está en la cabeza de infinidad de trabajadores que ya están defendiendo su empleo y su salario o que están amenazados de perderlos.

¿Pelear “todos juntos” o ser derrotados por separado?

Una consigna muy frecuente aquí en las manifestaciones obreras es “¡Todos juntos!” (“¡Tous ensemble!”). Hoy la forma de llevar esto a cabo es una huelga general como Guadalupe y Martinica. El estado de ánimo de millones de trabajadores, estudiantes y gente de los barrios apunta cada vez más en ese sentido.

Pero hay un obstáculo formidable: las burocracias que están en la gran mayoría de las organizaciones sindicales, especialmente a nivel de las centrales (CGT, FO, CFDT, etc.), son especialistas en sectorizar y aislar las luchas de los trabajadores entre sí y también en relación a los estudiantes, los barrios, etc.

Estos burócratas podridos, cuando la presión de las bases sube demasiado y hay amenazas de desbordes, llaman a alguna jornada que no tiene continuidad... y así justifican la inacción durante un tiempo. El 29 de enero pasado llamaron a un paro con manifestaciones. Luego, dejaron pasar el tiempo y ahora convocan a una nueva jornada aislada para el 19 de marzo. Después del 19, si la presión de las bases no cede, llamarán a una otra acción aislada para dentro de uno o dos meses... esperando que la gente se canse y los conflictos existentes sean derrotados... Pero ahora esto podría ser jugar con fuego, dada la situación abierta por la crisis.

Volver al sumario Volver al inicio