Socialismo o Barbarie, periódico Nº 144, 05/02/09
 

 

 

 

 

 

Conflicto en el diario Crónica

¡No a los despidos!

Corresponsal

En el diario Crónica, después de bastante tiempo, hay conflicto por despidos de compañeros. Se trata de siete pasantes a los que no les renovaron el contrato; una práctica habitual de las patronales en estos tiempos, con la que intentan disfrazar los recortes de personal (así lo hicieron en las automotrices, los bancos y muchos otros lugares). Como si los pasantes no fueran trabajadores y compañeros de trabajo, sino alguna especie de infracategoría laboral que no merece que la burocracia sindical o el Ministerio de Trabajo les presten atención.

En cambio, desde los trabajadores y la comisión interna de prensa en Crónica se considera que un despido es un despido, no importa el contrato, color de recibo o formato legal en que esté encuadrado. En respuesta, al cierre de esta edición, se estaba resolviendo poner en marcha un plan de lucha hasta lograr que la patronal reciba a la interna y dé marcha atrás con la medida.

La pulseada es permanente, porque aunque Crónica es el único diario en el que gracias a la lucha se hizo y se hace respetar el convenio del gremio, la actual patronal no se caracteriza precisamente por evitarles problemas a los trabajadores. Hace poco hubo que tomar medidas de fuerza para obligar a los dueños a ponerse al día con la cobertura médica, que se les había cortado a muchos compañeros por incumplimiento patronal. Eso sí, cuando hubo un incendio en el edificio que obligó a evacuar a todo el personal, y después de intentar sacar el diario a toda costa en un ambiente absolutamente tóxico y contaminado por el humo –cosa que no lograron–, tuvieron el descaro de titular así la nota en el diario sobre el tema: “Los trabajadores, primero”.

Parece que lo “primero” que se les ocurrió hacer después de eso fue… despedir trabajadores. Como viene sucediendo desde hace años, será el conjunto de los compañeros y la comisión interna combativa de prensa quienes se harán cargo de pararle la mano a la patronal, ahora en defensa de los puestos de trabajo amenazados.