Socialismo o Barbarie, periódico Nº 143, 22/01/09
 

 

 

 

 

 

Rosario: General Motors

Un primer round a favor de la patronal

Corresponsal

Después de meses de pelea, el lunes 29 de diciembre el SMATA nacional junto con la patronal de General Motors y la plana mayor del Ministerio de Trabajo Nacional firmaron un acuerdo que pone fin a esta etapa del conflicto por los puestos de trabajo en la planta de General Alvear. Según trascendió, la empresa se compromete a garantizar los puestos de trabajo de los trabajadores efectivos hasta el 31 de diciembre de 2009 y los de los contratados hasta el 30 de junio de 2009. Quedan suspendidos más de 250 trabajadores, dentro de los cuales hay más de 150 efectivos. Estos son parte de los más de 450 que desde noviembre no estaban realizando tarea alguna sino que estaban “en capacitación” en un galpón en el área de recreación que tiene la planta. Los trabajadores suspendidos cobrarán el 100% del salario sin premios hasta enero, a partir de febrero solo el 80% hasta marzo. Ahí se discutirán los salarios de abril, mayo y junio.

Si bien se logró que la empresa no despida a nadie (lo que era su intención), ésta consiguió separar de las líneas, mediante las suspensiones, a los compañeros que ella quería y que tenía en lista. Así, con la firma del SMATA nacional, se terminó con el planteo de la seccional Rosario del SMATA de hacer suspensiones rotativas. Por otro lado, el acuerdo abre el paso a que las suspensiones se transformen en despidos en junio y en diciembre, es decir, en medio año ya se estaría discutiendo nuevamente la estabilidad de los puestos de trabajo de los contratados, y en un año, la de todos los puestos de trabajo. La seccional Rosario y la verde de GM no tomaron ninguna medida para rechazar este acuerdo vergonzoso y entregador; cuando están en juego puesto de trabajo no se trata sólo de cacarear hay que poner huevos.

Pero esto no es todo: el lunes 12 de enero, la empresa hizo entrar a la planta a más de 60 nuevos contratados para reemplazar a los suspendidos. Frente a esta provocación, la reacción no se hizo esperar y, asamblea mediante, se resolvió un paro de más de 12 horas. La empresa aseguró que irán retirando paulatinamente a estos nuevos contratados. Pero no se le puede creer a alguien que rompe un acuerdo en menos de 15 días. Es a todas luces evidente que la empresa tiene una ofensiva permanente, como la “capacitación” para los suspendidos, los llamados y filmaciones amedrentadoras contra los compañeros activistas o contratar tercerizados luego de haber suspendido a efectivos y contratados.

Por abajo hay mucha bronca. Que el SMATA nacional haya firmado por su cuenta, sin el mandato de las bases en asamblea cayó muy mal. A pesar de la bronca e incertidumbre que hay, es muy importante que se mantengan unidos y comunicados los suspendidos con los que no lo están, sean contratados o efectivos, porque sino se debilitará la fuerza necesaria para frenarle a esta patronal imperialista su plan de ajuste.

Como consecuencia de la crisis económica mundial, el gobierno yanqui le exige a GM como requisito para acceder al multimillonario “rescate”, quebrar en el corto plazo el salario de los compañeros obreros de Estados Unidos y ajustar en todo el mundo los “costos laborales”, los puestos de trabajo y salarios. Una muestra de esto pasa en Brasil donde la GM quiere despedir a más 800 obreros y jubilar a más de 1.000. Probablemente en febrero o marzo la patronal invente alguna otra excusa para provocar nuevas suspensiones o despidos. Por eso importante no bajar la guardia y mantener la unidad entre los trabajadores.

El 2009 las tiene todas para ser un año donde los obreros y trabajadores vamos a enfrentar grandes desafíos. La crisis económica va a seguir y se va a profundizar, y las patronales, con la abierta complicidad de los gobiernos, van a querer descargar los costos de la crisis sobre las espaldas del pueblo trabajador. Es importante entonces que tanto en la GM, como en el resto de las plantas automotrices y otros grandes establecimientos industriales, se vayan sacando las primeras consecuencias de esta gran lucha contra los despidos y las suspensiones.