Socialismo o Barbarie, periódico Nº 143, 22/01/09
 

 

 

 

 

 

Reportaje a un trabajador de Envases del Pata realizado por A. y S. Zona Oeste

Resistiendo a los despidos y a la rebaja salarial

SoB: Contános un poquito sobre la fábrica, ¿qué producen y qué cantidad de trabajadores hay?

Compañero: Nosotros hacemos todo lo que sea envases de aluminio, hacemos bandejas, los envases de desodorantes, los papeles de los cigarrillos, etc.

La empresa exporta el 25% de la producción, principalmente trabaja con una empresa multinacional, que se llama Unilever que son los dueños de todo, tienen el monopolio de los productos de limpieza y de higiene personal, también los caldos Knorr, etc.

En la planta de acá del Palomar hay 400 obreros y también hay otra planta en San Luis.

Trabajamos con un sistema de trabajo que se llama “americano”, es decir trabajamos cuatro días y descansamos dos, las jornadas son de doce horas por día, de seis de la mañana a seis de la tarde, y el otro turno es de seis de la tarde a seis de la mañana, sin rotación, con turnos fijos.

SoB: ¿Cómo fue el inicio y el desarrollo de  este último conflicto?

C.: Con el conflicto del campo ya se empezaron a sentir las consecuencias en la fábrica. Porque la fábrica tenía problemas con el abastecimiento de la materia prima en la planta de San Luis que es donde está la fundición. Entonces ahí empezaron las vacaciones adelantadas y las suspensiones y como nosotros teníamos unos delegados que no hacían nada, te la tenías que comer. Después con el tema de la crisis ahí sí que se empezó a sentirse más la cosa. Igualmente, yo creo que la empresa no tiene crisis, pero aprovecha. La empresa aprovechó la ocasión para intentar cambiar el turno, lo que implicaba una rebaja salarial del 50%. Nosotros no íbamos a aceptar esto tan fácilmente, entonces la empresa empezó a suspender trabajadores, todas las semanas suspendía a 100 trabajadores más o menos, principalmente a los más activistas. Empezamos con las asambleas para ver qué hacíamos. En el medio de todo esto hay elecciones al sindicato donde gana la lista que está ahora, yo quería que ganara la otra lista, que era opositora. Después, el 17 de diciembre hubo elección de delegados acá en la fábrica y nosotros exigimos mediante asambleas que las elecciones sean limpias porque en las del año pasado, el sindicato no le dio los avales a la lista opositora que se iba a presentar. El resultado de las últimas elecciones fue que de 15 delegados que tiene en total la fábrica, hay 12 nuevos, que son independientes, que tiran para los obreros, nada que ver con la burocracia, una experiencia distinta.

Estos nuevos delegados hacen la denuncia al Ministerio de las suspensiones y que nos querían cambiar el turno. La empresa les dice que tenemos que elegir entre este cambio de turno ó 60 compañeros afuera, que la empresa está en crisis. Entonces vamos al Ministerio de Trabajo de Morón a una audiencia y nuestros delegados le piden a la empresa que abra los libros contables para que realmente se constate que la empresa está en crisis y al otro día (30 de diciembre) la empresa responde con 12 despidos. A las 6 de la tarde hacemos una asamblea donde estábamos todos y ahí le paramos la planta. Le paramos todo, desde los albañiles, todo, la gente re bien, no hubo ningún carnero.

SoB: ¿Cómo fue el paro y qué apoyo tuvieron del sindicato?

C.: El paro duró una semana, lo hicimos adentro del portón, marcábamos tarjeta, pero no entrábamos a la planta porque si se rompía una máquina, nos podían acusar de sabotaje. Y con esta excusa la patronal te hecha más gente. Hicimos olla popular, etc. El sindicato lo único que nos dio fue sólo unos chorizos un día.

El paro duró una semana y nuestra consigna era: todos adentro. El Ministerio dicta la conciliación obligatoria una semana después y manda un inspector para que corrobore que los despedidos entran y que nosotros levantamos el paro. Pero cuando vamos a entrar, la empresa no deja entrar a los despedidos.

SoB: ¿Cómo es actualmente la situación?

C.: La situación actual es que de los 12 compañeros despedidos, cuatro decidieron irse, cuatro están adentro y cuatro licenciados, es decir, no entran a trabajar, pero se les paga el salario. Obviamente los cuatro licenciados son los más activistas. Yo creo que el sindicato es quien los mandó al muere.

Todavía estamos en el marco de la conciliación obligatoria, el 30 de enero que es cuando termina la conciliación vamos a ver qué pasa, porque si no reincorporan a los compañeros, seguro que vamos al paro.

Por otro lado los delegados están intentando negociar con la patronal una rebaja de salario que no nos sea tan desfavorable a cambio de que no haya más despidos. El cambio de turno implicaría un cambio de sistema de trabajo y una rebaja de salario, se pasaría a laburar turnos de 3x3. Es decir se estaría resignando un día de trabajo para que labure otro compañero y así no habría despidos. Igualmente todavía no tenemos nada decidido, porque todo lo que decidamos va a ser por medio de asamblea. Lo que sí tenemos en claro es que si no aceptamos esta propuesta de la patronal, vamos a la guerra total, porque  ahí sí que va a haber despidos masivos.

SoB: ¿Al día de hoy qué conclusiones vas sacando de todos esos procesos de lucha?

C.: Creo que los trabajadores de Envases del Plata tenemos que tomar un poquito más de conciencia de lo que está pasando, del tema de la crisis, de lo que se viene, la importancia de defender el puesto de trabajo, pensar en el salario pero con todos adentro.

Lo bueno que veo es que somos trabajadores todos de una generación nueva y tenemos muchas ganas de hacer algo, de ir para adelante, no sabemos bien cómo, pero ese sentimiento está.