Socialismo o Barbarie, periódico Nº 143, 22/01/09
 

 

 

 

 

 

Latinoamérica

La llave la tienen las clases obreras de Brasil y México

Hemos escrito en otro lado que el traslado de la nueva situación mundial abierta por la crisis económica a la lucha de clases y a las distintas regiones del mundo no puede ni debe ser pensada mecánicamente1. Esto tiene su expresión hoy en varios países de importancia en Latinoamérica y es de importancia cardinal para la región y nuestro país entenderlo. Ocurre que la crisis llega en las circunstancias políticas creadas por una coyuntura regional marcada por la emergencia de oposiciones burguesas reaccionarias que vienen polarizando la escena política con los gobiernos “progresistas”, lo que parece todavía seguir ocurriendo en Venezuela, Bolivia o mismo la Argentina, más allá de las desigualdades de los casos. Así, está en juego precisamente en qué medida, con el “desembarco” de la crisis económica en la región, finalmente la clase obrera logrará romper esta polarización patronal que los ha venido dejando en el último período como “fuera de la escena” logrando hacer un reingreso como actor central de la situación política.

Hace unas semanas decíamos: “No podemos desarrollar aquí el posible impacto de la crisis económica mundial sobre el ciclo de rebeliones populares latinoamericano, el que venía atravesando una coyuntura regional de creciente polarización entre los gobiernos ‘progresistas’ y las emergentes oposiciones burguesas de derecha. ¿Qué panorama se abre de aquí en más? No es posible todavía dar una respuesta categórica. Si por un lado esas fuerzas de oposición neoliberal podrían aparecer ahora deslegitimadas, no por ello cabe esperar el traslado mecánico e inmediato a la lucha de clases, torciendo la coyuntura a favor de la clase trabajadora”2.

En todo caso lo más importante en el panorama latinoamericano, lo que realmente sería decisivo para que se produzca un salto cualitativo, es que los pesos pesados de la región, México, y fundamentalmente él Brasil, finalmente se desestabilicen. Si esto ocurriera, está claro que categóricamente significaría un barajar y dar de nuevo. Y precisamente, justo en el momento que escribimos este texto, están llegando noticias de que en diciembre pasado fue para Brasil el mes con más despidos en los últimos años: ¡algo en torno a la friolera de 650.000 trabajadores dejados en la calle! Al tiempo, han comenzado a haber movilizaciones obreras como el caso de la paralización por unas horas de la General Motors en San Pablo, entre otras.

En síntesis: la región está atravesada por una contradicción entre sus tendencias recientes a una “inclinación” política más hacia la derecha y la situación material creada por la crisis económica mundial más dramática desde los años ‘30. Esta situación podría llevar el péndulo político hacia una renovada emergencia de la lucha de los trabajadores en medio de un más o menos difuso nuevo giro hacia la izquierda del péndulo político.


Notas:

1- Ver Roberto Sáenz, “El retorno del viejo fantasma”, revista SOB n°22.

2- Revista SOB n°22, ídem.