Socialismo o Barbarie, periódico Nº 141, 04/12/08
 

 

 

 

 

 

Córdoba

No a los despidos a plazo fijo

Por Adrián Peryam

Lejos ya de ser un pronóstico, la crisis mundial llegó a la economía real generando gran cantidad de despidos y suspensiones en las distintas fábricas de automóviles y en las autopartistas.

Ya pasaron más de 40 días de los primeros 350 despidos en Renault. Pero en este tiempo, las patronales no sólo avanzaron con suspensiones de contratados, sino que los despidos dejaron de ser en cuenta gotas para pasar a despidos masivos, forma muchas veces encubiertas producto de la fragmentación interna de las fábricas.

Schiaretti pone plata para los empresarios

El gobierno de Schiaretti se refugia de la crisis detrás del gobierno nacional. Ante los interrogatorios sobre qué iba a hacer frente a los despidos fue clarito: “no pueden pretender que un gobierno provincial solucione la crisis mundial”.

No obstante, la primera medida que toma frente a la crisis es entregar un subsidio (luego del anuncio de las medidas por parte del gobierno nacional) de $ 400 por trabajador para las pequeñas y medianas industrias. Y la otra declaración rimbombante que hizo frente a los despidos y suspensiones de los últimos días fue amenazar de quitar el subsidio a las grandes empresas si despedían gente, es decir, se mostró “contrario” a los despidos.

El mismo gobernador señala todo lo que se les dio en estos años a las patronales: "En Córdoba, donde han tenido el respaldo del Estado, en vez de despedir a los trabajadores, (espero) que encuentren mecanismos acordados con el gremio para evitar los despidos. No debo decir yo cuáles son los mejores mecanismos..."[1]. Y, al mismo tiempo, reconoció todos los beneficios que el estado cordobés otorgó a las grandes empresas: "Tienen reducción de los impuestos, no pagan por las nuevas inversiones... tienen un subsidio de 400 pesos por mes durante dos años por cada puesto de trabajo que han incorporado y tienen reducción del costo de la energía eléctrica"[2].

El temor a los desbordes

Pero el gobierno de Schiaretti recién apareció cuando comenzaron las movilizaciones de los trabajadores. Su aparición es producto de las primeras protestas por parte de los trabajadores, en algunos lados completamente controlados por la burocracia (como en el caso de VW, ver nota aparte), pero en otros con elementos de desborde como en Iveco. Esto ocurrió cuando unos 500 trabajadores cortaron la ruta y se fueron a la Secretaría de Trabajo a exigir por los 42 despidos de personal eventual y los 360 puestos de trabajadores contratados a plazo fijo cuyo contrato vence el 30 de enero, además de estar toda la planta suspendida.

Al gobierno le cae muy mal que haya despidos. Todavía quieren mostrar el mérito de todo lo que hicieron por la reactivación económica K. Y que haya despidos, sobre todo a fin de año, puede jugarle una muy mala pasada.

La hipocresía de Schiaretti es interminable, nada dice de la gran cantidad de despedidos que hay en fábricas chicas, ni de todas las fábricas enteras que fueron suspendidas y cesanteadas y de cientos de trabajadores que son despedidos justificándolos con cualquier excusa. Ante esto se “hacen los osos” y no dicen una sola palabra.

Lo concreto (hasta el cierre de esta edición) es que el gobierno llama a conciliación obligatoria en Iveco, mientras mantiene negociaciones por Gestamp (en la que despidieron 250 trabajadores) y Volkswagen (en la que se habían anunciado 368 despidos).

La burocracia del SMATA

Ante esta situación, el SMATA tiene un discurso y una actuación similar a la del gobierno: toda su pelea se limita a administrar los despidos: no les preocupa que se suspenda, que se pague menos, que no se den horas extras; la pelea es por administrar de alguna manera los despidos y dentro de eso, fundamentalmente, hacia la planta de efectivos. Como dijo un delegado de Gestamp a los trabajadores contratados despedidos que protestaban frente a la planta: “el sindicato no va a hacer nada por ustedes”. Mas claro, agua.

Nada hace la burocracia para unificar las luchas de los distintos sectores. Fueron los trabajadores de Iveco, y los despedidos de Gestamp, los que lograron hacer unidad. Porque nadie apostaba a hacer algo de conjunto, ni siquiera Gestamp. Todos iban a la marcha del miércoles, pero ésta se vio adelantada de hecho por la presión que metió la gente de Iveco, a la que luego, dando vuelta su posición, se sumaron los de Gestamp.

El SMATA en ningún momento se mostró interesado en salir a enfrentar el ataque que vienen dando las patronales: todo lo contrario: su rol es apagarle el incendio a las patronales. Llaman a confiar a una conciliación obligatoria, y a la negociación del gobierno con las empresas, y se hacen los “giles” aun sabiendo que las conciliaciones pueden llegar a coincidir con las vacaciones de los trabajadores, para que la patronal con sus eficientes consultoras, como en Gestamp, dejen al tendal.

Pero la conciliación tampoco es una salida para la crisis actual. La utilizan para zafar, para ganar tiempo. Pero es sólo por un rato... ya que se vienen anunciando gran cantidad de despidos y suspensiones en toda la industria de Córdoba para el año que viene que se sumarían a los 1.500 trabajadores cesanteados en los últimos 45 días.

Unidad para frenar los despidos

Para poder ganar los trabajadores debemos romper todas las divisiones que la alianza patronal-gobierno-consultoras y sindicatos vienen haciendo.

No se puede confiar en la gente del SMATA a los que únicamente les interesa que el momento pase sin que los trabajadores hagan algo en serio, defendiendo únicamente los intereses de las patronales..

Por eso es preciso lograr toda la unidad de todos los sectores de la fábrica. Todos peleamos por lo mismo. No hay que seguir separando entre contratado eventual, contratado a plazo fijo, efectivo, contratado de tercerizada, etc. Todos formamos parte de las plantas.

Al mismo tiempo, no alcanza con una conciliación obligatoria, ni que nos den “suspensiones” (en realidad, en la mayor parte de los casos, despidos a plazo fijo) al 75%: es necesario pelear por ningún despido y ninguna suspensión. Que las empresas abran los libros contables. Que muestren lo que facturaron todos estos años que vivieron a base de subsidios. Que sean ellos lo que paguen la crisis.

Todos los trabajadores adentro, todos tenemos que trabajar. Y para lograrlo, es necesario que haya un paro general por tiempo indeterminado hasta conseguir que se dé vuelta todo despido y toda suspensión en todo el gremio de las automotrices y sus derivados como son las autopartistas.


[1].Schiaretti reprocha a las automotrices por los despidos. www.lavoz.com.ar

[2] Idem.