No a los despidos, suspensiones, vacaciones anticipadas y
preventivos de crisis
¡Que la crisis la paguen ellos!
La crisis está llegando a estas orillas. Ya son frases
huecas las que decían que Argentina estaba
“desconectada”, que estaba “blindada”. Por más que
el gobierno K y la burocracia quieran tapar el “sol con
las manos” los despidos, las suspensiones, las vacaciones
anticipadas, los preventivos de crisis están a la orden del
día y pegan sobre la clase obrera.
El gobierno se limita a pedir a los empresarios que sean
buenitos y que “no despidan”. La burocracia sindical
pone cara de circunstancias y ya se olvidó que la inflación
se comió nuestros salarios y guardó para siempre el
reclamo de los $ 500 no remunerativos. ¡Ni que hablar de la
reapertura de las paritarias! Por su lado, el “Gordo”
Rodríguez del SMATA, propuso “no hablar de aumento
salarial por tres años” a cambio que no haya despidos de
efectivos, ¡porque para estos “dirigentes” sindicales
los contratados, de agencia y tercerizados no son
trabajadores porque ya están quedando por cientos en la
calle!
Todos: empresarios, gobierno K, oposición y burócratas
sindicales quieren hacernos creer que ellos no tienen
ninguna responsabilidad de la crisis, que ésta es como la
lluvia: cuando llueve, llueve y si no tenés paraguas jodéte…
Pero no es así: todos ellos son responsables. Porque
todos, en mayor o en menor medida, apoyaron las brutales
reformas antiobreras de los ‘90 y, sobre todo, porque
todos defienden este sistema social que se llama
capitalismo, que se basa en la explotación del trabajo
obrero y en la acumulación privada de las ganancias.
La recesión en la
industria automotriz
La mayoría de los autos en el mundo se venden en cómodas
cuotas y con planes de pago. La crisis terminó con el crédito
y con la demanda de automóviles. Una de las ramas que ya
están en recesión a nivel mundial es la automotriz y con
ellas las autopartistas y las del neumático.
Por ejemplo, se habla que la General Motors de Estados
Unidos que emplea 145.000 trabajadores podría cerrar. La
General Motors de Rosario despidió a 435 operarios (ahora
están en conciliación obligatoria), la Renault de Córdoba
despidió a 300 trabajadores contratados, la Mercedes Benz
de Catán anuncia entre 200 y 500 despidos para diciembre.
La Ford y la VW están a la expectativa.
La cámara de autopartistas avisó que se van a perder más
de 1.000 puestos de trabajo y seguro “nos quedamos
cortos”, anunciaron. En la Matanza, la UOM denunció 200
despidos; lo mismo ocurre en las metalúrgicas de la zona
Sur del Gran Buenos Aires.
Por su lado, Pirelli ya despidió a 20 nuevos trabajadores
y suspendió a otros 20. En el neumático se pararon los
ingresos y los compañeros contratados y de agencia están
con la soga al cuello. FATE, por su lado, está tramitando
el Procedimiento Preventivo de Crisis y el ministro Tomada
confirmó que “son más de 11 importantes empresas las que
iniciaron este trámite”, trámite que les permite
despedir con el 50% de la indemnización y suspender pagando
lo que quieran las empresas.
Aquí hay más de un contrasentido: en los últimos años
estas empresas han acumulado enormes ganancias, con récord
de exportación y producción. Y claro, en todos estos años,
no repartieron ni un centavo de sus fabulosas ganancias. Y
ahora resulta que las empresas no pierden el tiempo para
descargar la crisis y sus supuestas “pérdidas” sobre
nuestras espaldas.
Se puede luchar
Como decíamos, lo que está pasando no es como una
“fatalidad”: se nos murió un familiar y no hay como
remediar la cosa: ¡No es así! ¡Se puede y debe luchar
para que la crisis la paguen los que disfrutaron de la
fiesta: los capitalistas!
No debemos permitir que sea la clase obrera la que pague
la cuenta de las crisis. Hay que prepararse para luchar muy,
pero muy duramente y con un programa para que la crisis la
paguen ellos. Un primer punto, muy sencillo, es exigir el
reestablecimiento inmediato de la doble indemnización por
despidos como para frenar un poco esta primera escalada.
Pero esto es totalmente insuficiente y ante los despidos
en masa que se vienen (se dice que en pleno verano) va a
haber que ir mucho más lejos. Hay que exigir e imponerle al
gobierno toda una serie de puntos:
Ante la trampa de los “preventivos de crisis”, hay que
imponerle a las empresas que abran sus libros y que muestren
sus balances y sus giros de ganancias al exterior de los últimos
5 años. Es decir, ¡los trabajadores no les creemos que no
se pueden “bancar” ni 1 año de una baja en sus
ganancias!
Ante las amenazas de suspensiones y despidos, hay que
imponer ¡el reparto de las horas de trabajo sin rebaja
salarial, entre todos los trabajadores efectivos,
contratados , de agencia y mercerizados! Es decir, si
quieren cerrar un turno porque dicen que “no hay
suficiente producción”, ¡que se distribuyan todos los
trabajadores en las horas de trabajo restantes, con igual
salario y trabajando todos menos horas: por ejemplo, pasar
de jornadas de 8 horas a jornadas de 6!
Finalmente, ante las fábricas que pretendan cerrar o
despedir masivamente, hay que exigir al gobierno que las
estatice sin poner un peso de indemnización y que se
produzca bajo control de sus trabajadores. El gobierno de
Kirchner está estatizando Aerolíneas Argentinas y las
AFJPs: ¡que estatice entonces toda empresa que cierre o
despida para cumplir con su palabra: cuidar “la mesa de
los argentinos”!
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