3
de noviembre de 1974
El
asesinato de César Robles
Por Oscar Alba
César
Robles fue uno de los dirigentes más destacados del Partido
Socialista de los Trabajadores, la organización de la
corriente morenista que en los años ‘70 impulsó la
construcción de un partido obrero revolucionario. Robles
era hijo de una familia conservadora y terminados sus
estudios secundarios ingresó a la carrera de Odontología
en la Universidad de La Plata, en donde a fines de los años
‘50 comenzará su actividad militante. Allí también va a
tomar contacto con el grupo Palabra Obrera, de orientación
trotskista y uno de los precursores de lo que luego va a ser
el PST. Rápidamente se abocó a la militancia
revolucionaria y en 1966 contribuyó a la organización de
los piquetes obreros durante la dura huelga portuaria bajo
el gobierno de Onganía. En mayo del ‘69 la lucha de
clases pega un salto con el estallido del Cordobaza, que va
a inaugurar una nueva etapa política en el país. Robles
entonces es enviado al año siguiente a Córdoba, donde ya
había un grupo de compañeros, para intervenir en la huelga
de 43 días del SMATA y aportar a la construcción
partidaria. A partir de ahí su actividad militante fue
decisiva en la construcción de la regional Córdoba del
PST. El desarrollo del partido se extendió a sectores
obreros, bancarios y docentes. Así como también en
sectores estudiantiles.
El
ascenso obrero y estudiantil golpea a la dictadura y el
general Lanusse se ve obligado a plantear la apertura democrática
a través de un proceso electoral. El PST plantea aprovechar
esta apertura para avanzar en la organización política de
la vanguardia clasista que se extendía por todo el
territorio. Propone la formación de un “Polo Obrero y
socialista” para denunciar la trampa electoral y levantar
la bandera de la revolución socialista participando con
candidatos obreros. César Robles va a ser un pilar en esta
campaña política. En Córdoba, como en todo el país, las
presiones de la guerrilla peronista llamando a votar al
peronismo por un lado, y la de los grupos de izquierda que
proponían la abstención, por el otro, requerían de una
dura batalla política para pelear por el proyecto clasista
del PST. Robles, en Córdoba va a ganar para dicho proyecto,
entre otros cuadros obreros, a José Francisco Páez,
dirigente del SITRAC- SITRAM, quien luego se va a convertir
en dirigente del PST.
En
1974 va a integrar la delegación del PST que concurrió al
Xº Congreso Mundial de la IV internacional en el marco del
debate con la dirección mayoritaria, la internacional de
Ernest Mandel, acerca de la orientación guerrillerista para
los partidos trotskistas en América Latina.
En
noviembre de ese mismo año luego de haber participado en un
congreso nacional del PST es secuestrado en Primera Junta,
en el barrio de Caballito, por un comando de la Triple A y
será asesinado a balazos a unas veinte cuadras de allí.
César
Robles fue un socialista revolucionario íntegro y su muerte
se suma a la lista de asesinados por la nefasta organización
fascista creada durante el gobierno de Perón y que aún
sigue impune. La responsabilidad política de Perón, López
Rega y de quienes ejecutaron la orden de asesinarlo se suma
a la del actual gobierno peronista de Cristina Kirchner que
se la pasa hablando de los derechos humanos e inaugurando
museos y no ha avanzado un ápice en la investigación del
asesinato. La querella iniciada por familiares y compañeros
en el juzgado del juez Oyarbide duerme en el cajón de la
justicia y hace necesario trabajar pacientemente para que la
actual vanguardia de luchadores incorpore a sus reclamos y
su movilización la necesidad de terminar con la impunidad
de estos crímenes políticos.
¡¡Reclamamos la investigación
y el castigo para los asesinos de César Robles!!
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