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Italia: masivas
movilizaciones
Contra
la política educativa de Berlusconi
Por Oscar Alba
Desde
hace unas semanas la península itálica se ha conmovido por
las masivas movilizaciones de trabajadores y estudiantes que
han salido a las calles para protestar por la reforma
educativa que impulsa el gobierno de centro derecha de
Berlusconi. Desde su inicio el gobierno Berlusconi llevó
adelante una intensa actividad legislativa de carácter
reaccionario atacando centralmente los intereses de las
masas trabajadoras. Profundizó la política racista en
respuesta a los reclamos de la Liga Norte y los fascistas de
la Alianza Nacional. Extendió a nivel nacional el ataque a
la inmigración clandestina dándole carácter nacional al
estado de “emergencia” e hizo votar el llamado
“paquete seguridad”
similar al que anteriormente había presentado el ex
ministro del interior del anterior gobierno, Amato. La
xenofobia racista de Silvio Berlusconi llega al punto de
proponer clases separadas para los hijos de inmigrantes
“hasta que aprendan bien el italiano”. Para muestra
basta un botón. Y nada menos que de otro “botón”.
Anteriormente
a esta “reforma educativa”, Brunetta, ministro de la
Función Pública, vino golpeando a los trabajadores
estatales con recortes en los presupuestos para el sector y
una mayor precarización en las condiciones laborales.
Mientras los grandes industriales agrupados en
Confindustria, presionan ante la crisis económica
internacional para lograr convenios colectivos de trabajo
favorables a sus ganancias. El
decreto presidencial referido a la reforma educativa,
a su vez, prevé
la supresión de 130 mil empleos entre profesores y
trabajadores no docentes y el recorte de más de ocho mil
millones de euros del presupuesto para la educación. Prevé,
entre otras medidas, la reducción del horario de enseñanza
a 24 horas semanales contra las 29 a 31 horas en la
actualidad y la vuelta al sistema de maestro único en la
escuela primaria, cuando actualmente se divide en tres
profesores la atención de cada curso.
Desde
el mes de septiembre ha comenzado en Italia un reanimamiento
de los movimientos reivindicativos por parte de sectores de
trabajadores, luego de un período de cierta calma.
Sobretodo luego de que Berlusconi asumiera en abril/ mayo un
nuevo y tercer mandato, luego del anterior gobierno
centroizquierdista con el apoyo de Refundación Comunista y
el Partido Comunista, que gobernó entre 2006 y 2008 y que
no hizo otra cosa que desoír reclamos y llevar adelante una
política claramente propatronal. En este sentido la reforma
educativa del primer mandatario toma y profundiza puntos del
proyecto anterior.
Las
movilizaciones contra el proyecto de reforma educativa
fueron en un primer momento bastantes espontáneas. La
oposición ante el auge de la protesta entonces llamó a una
movilización en todo el país. Estas se dieron en ciudades
como Milán, Venecia, Turín y Nápoles, entre las más
importantes. Y la concentración mayor tuvo lugar en Roma,
donde el 30 de octubre, se movilizaron cerca de un millón
de personas. La manifestación excedió todo cálculo y la
misma debió, debido al número de manifestantes, ocupar
distintas calles de la ciudad paralizando a la capital
italiana. Mientras las escuelas habían cerrado sus puertas
ante la huelga nacional convocada por los sindicatos de
trabajadores de la educación y los colegios secundarios se
encontraban ocupados. Los componentes de la marcha eran
esencialmente estudiantes, profesores, padres de los alumnos
y trabajadores no docentes. “Defenderemos a toda costa la
Universidad pública. No vamos a pagar nosotros por la
crisis de los bancos” (AFP), vociferaban estudiantes y
profesores frente al mayor anfiteatro romano. Ante la
magnitud de la protesta, sectores de la propia iglesia
apoyaron la demanda de los manifestantes. “Un país en
crisis como Italia ha encontrado fondos para Alitalia y para
los bancos y no para la escuela. Se piden sacrificios a las
familias pero no se ha recortado un solo privilegio a los
senadores y diputados”, escribió el semanario católico
“Familia Cristiana”. El gobierno, a través de su
ministro del Interior, Roberto Maroni, minimizó la
movilización afirmando que sólo habían sido 100 mil los
participantes en la protesta y
Berlusconi, desde Pekín, apeló a la vieja diatriba
de que los jóvenes habían sido agitados por la
ultraizquierda. La ministro de Educación, Mariastella
Gelmini, por su parte, expresó: “La mayoría de los
italianos aprueba la reforma, la escuela tiene que cambiar.
La seriedad, el mérito y la educación reinarán” (La
Jornada, México, 29/10/08).
El
Proyecto de reforma educativa votado en mayoría por el
Senado italiano el miércoles 29
de octubre ha provocado el primer gran enfrentamiento
entre estudiantes y profesores con el actual gobierno. La
sanción legislativa de dicha ley no ha cerrado la lucha.
Los jóvenes y los trabajadores de la Educación se han
propuesto seguir luchando hasta voltear la ley que presupone
nuevos capítulos en esta dura pelea. “Contra la escuela
de los ricos 1, 10, 100 manifestaciones” (1) es una de las
consignas que ondeaba en las pancartas de protesta
anunciando la decisión de luchar de trabajadores y
estudiantes en Italia.
Notas:
1-
La Nación.com Exterior Miércoles 5/11.
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