Carta desde Nueva York
“Algo huele a podrido, pero no en Dinamarca
sino
aquí mismo, en los EEUU”
Presentamos
esta interesante carta que nos envía Leo, un compañero del
MAS, que vive desde hace muchos años en EEUU.
El pasado viernes 25 de octubre se realizó un acto
en Wall Street, en el corazón de lo que fuera o queda del
centro financiero del capitalismo a nivel global. El acto en
sí fue convocado por pequeñas organizaciones de izquierda
con la consigna: “Salvar a la gente no a los bancos”.
El acto en sí no fue masivo –hubo aproximadamente
unas 300 personas– creo yo porque no fue llamado mas
ampliamente hacia las organizaciones defensoras de los
inmigrantes, hacia los demás partidos de la izquierda, a
los trabajadores en general, a los desocupados, a los
estudiantes, a manifestarse en las calles. Pero mas allá de
la asistencia organizada tuvo muy buena receptividad en los
transeúntes y de los oficinistas o empleados que están
siendo despedidos por sus patrones financieros.
Pero lo más interesante de todo es que se empieza a
escuchar en el ambiente de los trabajadores organizados, la
propuesta de algunos locals” (gremios) de San
Francisco California en pro al llamado a una huelga general
en los EEUU para defender el nivel de vida de todos los
trabajadores.
El primer llamado o resolución para una huelga
nacional proviene del sindicato AFSCME [Federación
Americana de Empleados Estatales de Condados y Municipios].
La resolución hacía un llamado para que los
dirigentes de la AFSCME organizaran una huelga nacional del
gremio, con el objetivo de salvar los servicios públicos,
terminando la guerra en Iraq y Afganistán, imponiendo
impuestos a los ricos y a las grandes corporaciones.
La mayoría de los trabajadores de este gremio son
empleados de los gobiernos municipales, en donde se han
hecho muchos recortes presupuestarios.
Una segunda resolución de este mismo sector hizo un
llamado para que las dos federaciones laborales más
importantes, la AFL-CIO y Change To Win, lanzaran una huelga
general contra la guerra, los altos precios de la gasolina,
contra los embargos hipotecarios, acceso a cuidados médicos
preventivos y también condenan los ataques a los
inmigrantes indocumentados.
Sin embargo, los “líderes” nacionales controlan
las resoluciones que se mandan y no iban a dejar que
prosperara semejante iniciativa. Estas propuestas fueron
hechas por algunos delegados del AFSCME de San Francisco con
el apoyo de cuatro locals y por gremios del puerto y
electricistas del estado de Washington.
Por supuesto los burócratas del gremio a nivel
nacional no quieren saber nada acerca de huelgas, y
prefieren cabildeos entre los políticos, utilizando “métodos”
aprobados por el gobierno, como las negociaciones o
arbitrajes para negociar contratos.
Al parecer todo esto es un comienzo tibio aún pero
va señalando el camino que va a recorrer la clase obrera de
este país. No olvidemos que estamos a muy pocos días de
las elecciones presidenciales y que la gran mayoría (el 53%
dicen algunas encuestas) creen que el próximo presidente
Obama va a sacar a los EEUU de la crisis en la que se
encuentra sumergida. Todo indica que deberíamos esperar
unos meses después del triunfo de Obama para ver cómo todo
sigue peor, cuando cientos de miles más pierdan sus
trabajos y engrosen las filas de desocupados, con 5 millones
de embargos inmobiliarios en el primer año (ya tienen orden
de desalojos).
Ahora la crisis de sobreproducción está afectando
a la industria automovilística. Chrysler, General Motors,
Ford, las más grandes compañías están al borde de la
quiebra.
Ya todos están despidiendo a sus trabajadores: de
la industria inmobiliaria y del automotor se está
extendiendo a todo el resto de la economía, los mercados de
valores se están desplomando a pesar del rescate
financiero, los billones de dólares inyectados a los bancos
no pueden detener la crisis económica, al parecer ya
estamos metidos en una gran recesión de la economía a
nivel mundial.
Como verán, compañeros, toda esta crisis genera
mucha incertidumbre en la gente: ¿qué va a pasar con sus
trabajos?, ¿los estudiantes cómo pagaran sus estudios? Aquí
las carreras superiores no son gratuitas. Los millones de
personas que van a perder sus casas etc., etc...
Toda esta “nueva situación” hace que la gente
esté muy receptiva a escuchar otras propuestas, otras
explicaciones de la crisis, inclusive de los partidos que
nunca han sido escuchados, como ser la izquierda marxista.
Se intuye que algo huele a podrido, pero no en Dinamarca
sino aquí mismo, en los EEUU, y lo podrido es justamente
este sistema capitalista, que en su proceso de descomposición
nos brindará, como dice el nuevo MAS, la posibilidad de
retomar la lucha por el socialismo a escala mundial.
Leo, New York, 26/10/08
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