Junín
El
PTS y el método de la difamación
Nuevo
mas, Junín
Bronca. Indignación. Pero no sorpresa. Esa fue la reacción
de los compañeros al leer el artículo que hicieron
circular sobre el proceso abierto contra la reforma
previsional de Scioli en nuestra ciudad.
Es que el PTS ha hecho un hábito de realizar acusaciones
de todo tipo contra el MAS Junín. Estamos acostumbrados a
recibir las peores acusaciones de parte de la burocracia,
los partidos patronales y de un sector de la prensa. Pero no
nos terminamos de acostumbrar a recibir no críticas políticas,
sino difamaciones de
un partido que se considera socialista revolucionario.
Teníamos un debate interno sobre si este método respondía
a una orientación política o a las características
personales de los militantes del PTS. Su intervención en el
conflicto cerró esta discusión, porque a medida que
pasaban las horas, el artículo original iba siendo
corregido, para ver su versión definitiva en cómo nos
atacaban mejor.
El PTS, que no apoyó
el paro sin el aval del sindicato, de 48 horas de los
bancarios del Provincia, que no
fue a la movilización a la Asociación Bancaria a pedir
la renuncia de su secretario general, que no
participó de la charla difundida por todos los medios
que se transformó en Asamblea de autoconvocados que dispuso dos movilizaciones en
nuestra ciudad, que no llevó sus banderas a ninguna, que no
se movilizó a La Plata en el colectivo que se consiguió a
pesar que la convocatoria era para toda la comunidad
trabajadora de Junín, primero nos acusaba de “negarnos a
coordinar con los municipales”. ¿Ante quién nos negamos?
No ante el PTS que nunca le propuso a nadie esa coordinación.
No ante los municipales que se fue a invitar a los Talleres,
y que no nos manifestaron que les hubieran propuesto tal
coordinación, o que conocieran algo llamado PTS.
Ahora la versión definitiva dice que “la mesa
convocante se negó a unir la lucha contra el impuestazo que
impulsa Meoni”.
Si se quedaran hasta el final de las movilizaciones, se
hubieran enterado que en la marcha del martes 16 concurrimos
al Concejo Deliberante a exigirle su pronunciamiento contra
la reforma, y ante su negativa, en el mismo recinto,
repudiamos la actitud del oficialismo de respaldar a Scioli,
llevando adelante su misma política empezando una campaña
pública de denuncia al día siguiente.
Pero esto no fue suficiente. Días después de aparecer la
versión original del artículo, agregan un cierre titulado:
“ASI NO”. Como no quedaba suficientemente claro para un
lector que no fuera de aquí que el objetivo central era
atacarnos, dicen que “los militantes judiciales y
bancarios del MAS que son parte de la ´mesa´ contra la
reforma del IPS se han adaptado a la UDEB y no sólo han
presentado a los policías de los bonaerenses como
trabajadores sino que han callado sobre los ataques que
preparan Meoni y la patronal sojera”.
Aparte de la fantasía sobre una supuesta “mesa” que sólo
existe en su imaginación, ya que como autoconvocados
cualquier trabajador participa de las reuniones, el calibre
de la mentira nos lleva a reflexionar sobre si es posible
sacrificar cualquier vestigio de honestidad política en el
altar de la “construcción partidaria”. Cada uno elige cómo
se construye. Y tirar mierda descaradamente sobre otras
corrientes con las que disputamos el espacio político es
una posible. Pero esa elección tiene profundas implicancias
sobre qué se está construyendo. La polémica entre las
corrientes es legítima y necesaria. Sólo que nosotros la
queremos hacer de cara a los trabajadores, en las asambleas,
en las movilizaciones, para impulsar la lucha y el
desarrollo de la conciencia, también para ganar militantes,
pero no al precio de estafarlos. Los partidos patronales
tiene una amplia experiencia en el tema, y en ese terreno no
estamos dispuestos a seguirlos.
La insistencia en centrar el ataque al Intendente de Junín
nos lleva a otra reflexión. Cuando en la campaña electoral
lo atacábamos, los compañeros nos trataban de
“vecinalistas” “socialdemócratas” y otras lindezas
por el estilo. Ahora que denunciamos que la reforma de
Scioli es parte de una política nacional del gobierno K del
techo salarial y sus aliados sindicales, ¿hay que hacer eje
contra el Intendente? Llamativamente, los compañeros no
mencionan al gobierno nacional en su artículo.
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