Socialismo o Barbarie, periódico Nº 136, 25/09/08
 

 

 

 

 

 

Junín

El PTS y el método de la difamación

Nuevo mas, Junín

Bronca. Indignación. Pero no sorpresa. Esa fue la reacción de los compañeros al leer el artículo que hicieron circular sobre el proceso abierto contra la reforma previsional de Scioli en nuestra ciudad.

Es que el PTS ha hecho un hábito de realizar acusaciones de todo tipo contra el MAS Junín. Estamos acostumbrados a recibir las peores acusaciones de parte de la burocracia, los partidos patronales y de un sector de la prensa. Pero no nos terminamos de acostumbrar a recibir no críticas políticas, sino difamaciones de un partido que se considera socialista revolucionario. Teníamos un debate interno sobre si este método respondía a una orientación política o a las características personales de los militantes del PTS. Su intervención en el conflicto cerró esta discusión, porque a medida que pasaban las horas, el artículo original iba siendo corregido, para ver su versión definitiva en cómo nos atacaban mejor.

El PTS, que no apoyó el paro sin el aval del sindicato, de 48 horas de los bancarios del Provincia, que no fue a la movilización a la Asociación Bancaria a pedir la renuncia de su secretario general, que no participó de la charla difundida por todos los medios que se transformó en Asamblea de autoconvocados que dispuso dos movilizaciones en nuestra ciudad, que no llevó sus banderas a ninguna, que no se movilizó a La Plata en el colectivo que se consiguió a pesar que la convocatoria era para toda la comunidad trabajadora de Junín, primero nos acusaba de “negarnos a coordinar con los municipales”. ¿Ante quién nos negamos? No ante el PTS que nunca le propuso a nadie esa coordinación. No ante los municipales que se fue a invitar a los Talleres, y que no nos manifestaron que les hubieran propuesto tal coordinación, o que conocieran algo llamado PTS.

Ahora la versión definitiva dice que “la mesa convocante se negó a unir la lucha contra el impuestazo que impulsa Meoni”.

Si se quedaran hasta el final de las movilizaciones, se hubieran enterado que en la marcha del martes 16 concurrimos al Concejo Deliberante a exigirle su pronunciamiento contra la reforma, y ante su negativa, en el mismo recinto, repudiamos la actitud del oficialismo de respaldar a Scioli, llevando adelante su misma política empezando una campaña pública de denuncia al día siguiente.

Pero esto no fue suficiente. Días después de aparecer la versión original del artículo, agregan un cierre titulado: “ASI NO”. Como no quedaba suficientemente claro para un lector que no fuera de aquí que el objetivo central era atacarnos, dicen que “los militantes judiciales y bancarios del MAS que son parte de la ´mesa´ contra la reforma del IPS se han adaptado a la UDEB y no sólo han presentado a los policías de los bonaerenses como trabajadores sino que han callado sobre los ataques que preparan Meoni y la patronal sojera”.

Aparte de la fantasía sobre una supuesta “mesa” que sólo existe en su imaginación, ya que como autoconvocados cualquier trabajador participa de las reuniones, el calibre de la mentira nos lleva a reflexionar sobre si es posible sacrificar cualquier vestigio de honestidad política en el altar de la “construcción partidaria”. Cada uno elige cómo se construye. Y tirar mierda descaradamente sobre otras corrientes con las que disputamos el espacio político es una posible. Pero esa elección tiene profundas implicancias sobre qué se está construyendo. La polémica entre las corrientes es legítima y necesaria. Sólo que nosotros la queremos hacer de cara a los trabajadores, en las asambleas, en las movilizaciones, para impulsar la lucha y el desarrollo de la conciencia, también para ganar militantes, pero no al precio de estafarlos. Los partidos patronales tiene una amplia experiencia en el tema, y en ese terreno no estamos dispuestos a seguirlos.

La insistencia en centrar el ataque al Intendente de Junín nos lleva a otra reflexión. Cuando en la campaña electoral lo atacábamos, los compañeros nos trataban de “vecinalistas” “socialdemócratas” y otras lindezas por el estilo. Ahora que denunciamos que la reforma de Scioli es parte de una política nacional del gobierno K del techo salarial y sus aliados sindicales, ¿hay que hacer eje contra el Intendente? Llamativamente, los compañeros no mencionan al gobierno nacional en su artículo.