Socialismo o Barbarie, periódico Nº 135, 11/09/08
 

 

 

 

 

 

Atacan el sistema previsional

La pelea de los trabajadores del Banco Provincia

Estuvimos con el compañero Guillermo, delegado general de la Comisión Interna del Banco Provincia. Los trabajadores se encuentran peleando para parar el ataque a su sistema jubilatorio, y en ese marco es fundamental conocer sus pormenores y acercar nuestra solidaridad a los compañeros en lucha.

SoB: Contanos cuál es el marco general del conflicto.

G.: El conflicto en el Banco Provincia creo que consta de dos elementos. Uno es de política nacional, en el marco del ataque a los trabajadores en general, que es que hay un ataque a los sistemas previsionales en general. El otro elemento es por el que empezaría, el problema internacional. En los últimos dos años hubo conflictos por las jubilaciones en Francia, Alemania, España, Latinoamérica; los sistemas previsionales en el mundo están haciendo agua. Hay muchos factores: la prolongación de la edad, el trabajo en negro, los viejos sistemas de jubilaciones de reparto ya no funcionan, la relación del aporte de cuatro trabajadores por un jubilado no existe más, aparte el problema de la crisis financiera mundial ataca donde hay grandes masas de fondos disponibles. En ese marco tenemos el problema de Latinoamérica; no es casual que antes del referéndum en Bolivia hubo dos obreros muertos en Huanuni, que estaban peleando por una promesa del gobierno por un tema de jubilación.

SoB: ¿Y en Argentina?

G.: Los últimos acontecimientos recientes en Córdoba, donde hubo el estallido de 19 gremios, nos parece que fueron algo bastante manijeado por las burocracias de los sindicatos, que se negaron a coordinar para continuar el reclamo, como toda burocracia que responde a la CGT o a la CTA, y así les votaron la ley y después no hicieron nada, salvo el último estallido. Hay elementos a tener en cuenta en nuestro país, y el principal es el proyecto que tiene el sistema capitalista argentino, no es este gobierno ni el de Néstor Kirchner, sino que viene de antes.

La Nación tiene pactado con las provincias desde 1999 un acuerdo marco que se llama convenio 400. ¿Qué es lo que dice? Descartando los sistemas de las AFJP, las jubilaciones argentinas estatales responden a dos sistemas, uno es el nacional, administrado y controlado por la Anses, o sea, un empleado de comercio o bancario, que no es de Banco Provincia, un obrero de la construcción, o que aporta monotributo, se va a jubilar por la Anses. Eso significa que se va a jubilar bajo condiciones determinadas, aportó treinta y pico de años, le van a tomar los últimos salarios y va a tener siempre un límite, y su salario no es móvil, simplemente va a recibir un aumento de salario en su jubilación cuando el gobierno de turno le aumente $ 50.  Así, por ejemplo, después del 2001 a las jubilaciones de más de $ 1.000 no le aumentaron nada. Entonces un jubilado de Anses aportó durante decenas de años, tendría que estar ganando un promedio de $ 3.000 y cobra $ 600 o $ 900.

El otro sistema previsional nacional es el integrado por cajas autónomas. Significa que aquel que se jubila aportó durante años a una caja particular de su rama laboral, de su sindicato o relacionado con su empresa estatal como el Banco Provincia, y se va a retirar por esa caja, no por la Anses. Entonces, la mayoría de esas cajas, que son muchísimas, han tenido durante toda su existencia varias conquistas, como la movilidad. La verdadera movilidad es que cuando a un laburante activo le aumentan el salario, automáticamente el pasivo recibe un ajuste de su jubilación según la categoría con la que se retiró. ¿Cuál es el compromiso del gobierno con los gobernadores? Como los sistemas empiezan a hacer agua, las cajas autónomas se van transformando en deficitarias, hay menos trabajadores activos que aportan  y cada vez hay más pasivos, al no crecer el empleo y haber trabajo en negro. Entonces el acuerdo del gobierno con las provincias consiste  en que la nación le transfiere fondos, pero con una condición: poco a poco esa caja se tiene que armonizar con la Anses. En esa caja, que tenía movilidad, se jubilaban a los 60 años, no a los 65 años, y en base a la última categoría, como otros beneficios, todo lo va a ir perdiendo, y le van a aplicar el sistema nacional de la Anses. Como se dijo antes, uno aportó para tener movilidad cada vez que tu categoría se ajuste, y con la Anses no es así. Se va a ir perdiendo esa conquista y el 82% móvil sobre tu salario al momento del retiro. Si vos ganás $ 1.000 te jubilás con el 82%, o sea $ 820, deduciendo sólo un aporte para obra social. Con la Anses eso no existe.

SoB: ¿Por qué fue el estallido en Córdoba?

G.: El gobernador Schiaretti tocó el sistema jubilatorio en dos aspectos: uno, muy político, del momento, mediático: a las jubilaciones de más de $ 5.000 le descuenta algo, le baja la jubilación. Segundo, afectó las condiciones de jubilación, que es lo que los medios no dicen. Por ejemplo, en lugar de jubilarte con el último salario te retirás con el promedio de los últimos cuatro años. Toca también la edad jubilatoria: no es más el 82% móvil, y así va avanzando. Por eso el estallido, porque  afectaron conquistas históricas que tienen esas cajas autónomas. En la provincia de Buenos Aires está pasando lo mismo, en Chaco ya hizo un acuerdo Capitanich con el gobierno nacional a cambio de que el gobierno le mande fondos. Entre 2009 y 2010 el gobierno nacional le va a transferir al Chaco doscientos millones de pesos para paliar el déficit de sus cajas jubilatorias, pero lo tiene que armonizar con el Anses.  No hubo resistencia; hubo quejas, protestas, pero no llegó a un estallido ni nada de eso. Chaco es el caso más claro, ahí armonizaron docentes, provinciales, municipales, del estado, jurídicos, sus cajas ya no tienen las mismas condiciones que tenían antes, ya pasan a la Anses, y los aumentos los van a cobrar el día del arquero. En San Juan hay preocupación y agitación también ahora, y así varias provincias del interior, que a veces no nos enteramos.

SoB: ¿Cómo es la situación en la provincia de Buenos Aires?

G.: El gobierno sabe que tiene un problema, porque acá son miles y miles de trabajadores, y hay muchísimas cajas que son autónomas. En el sistema provisional provincia funcionan tres subsistemas: la caja del Banco Provincia, la caja de la Policía de la Provincia y el IPS (Instituto de Previsión Social). La caja del Bapro involucra a 11.000 activos y a 11.000 jubilados, la de la Policía otros miles, pero son chicas comparadas con el subsistema mayor, el IPS. Aportan ahí muchas cajas, que van al mismo fondo: docentes, judiciales, empleados del estado, médicos, etc., y cada caja tiene sus particulares condiciones, pero muchas tienen algo en común: se jubilan a los 60 años, tienen el 82% móvil. Esas condiciones son las que quieren atacar ahora. Entonces el gobierno preparó una ley de Ordenamiento Financiero Previsional, una ley marco, relacionada con la ley de Presupuesto de la provincia. Este proyecto establece que todas las cajas van a ser controladas y supervisadas por el IPS, la de la Policía y la del Banco Provincia van a estar como una caja más del IPS. Esto supuestamente lo presentan como que la ayuda estaría entre las propias cajas, se compensarían entre ellas. Es el anzuelo para Banco Provincia: a sus trabajadores activos y pasivos les dicen que les conviene, porque tienen déficit, porque tienen más jubilados que activos. Las cajas de IPS que tienen superávit le pondrían el dinero. Cuando vamos a ver el proyecto de ley, no es así. En la realidad el IPS es superavitario, por ejemplo, el año pasado tuvo un superávit de 490 millones de pesos. ¿Qué hizo Scioli? Se lo apropió para gastos generales y le da bonos al IPS de incierto recupero. Es decir, el IPS no los puede utilizar para sus beneficiarios, por ejemplo dar créditos. Es el viejo truco de tocar las cajas de jubilaciones.

SoB: ¿Y la situación del Banco Provincia?

G.: El gobierno provincial no está diciendo que con esa guita va a compensar a la caja del Banco Provincia. Dice que toma la guita y va a rentas generales, y de ahí a la Caja del Bapro. Pero hay artículos que dicen que las cajas deficitarias van a tener que ir armonizándose con la Anses, como la nuestra. Y por otro lado, en nuestro caso, ese proyecto de ley rehabilita otra ley que aprobó la burocracia sindical con el poder político y la patronal bancaria en 2005, que nos modifica nuestro sistema jubilatorio propiamente dicho. Lo peor de todo es que obliga al jubilado a hacer hasta un 12% de aporte una vez retirado, o sea que no va a ser más el 82% móvil ya, es el 70% sobre lo blanqueado. En realidad, de bolsillo, comparado con lo que uno gana en bruto, va a cobrar un 56%. Esta ley marco dice específicamente que en el caso de Banco Provincia se reactivaría esta ley 13.364, y por eso el conflicto es tan duro y prolongado.

En ese marco nosotros tenemos un problema, como conflicto bancario: en el gremio estamos solos, no hay otro banco que esté peleando por esto, y en la provincia estamos divididos en seccionales, la única seccional y la más grande es la de Buenos Aires, representamos a 6.500 trabajadores de 11.500, y es la que tiene la comisión interna que mantiene y funciona con varios principios innegociables: independencia de la burocracia sindical, del gobierno y la patronal, y apelando siempre a la democracia sindical, con el funcionamiento permanente de un cuerpo de delegados de base de hasta 150 compañeros. Esta interna es la de mayor peso, el resto de las internas, que son como doce en toda la provincia, responden a Juan José Zanola, paradójicamente responsable previsional de la CGT, y por lo tanto detrás de eso está el Frente para la Victoria. De ahí que el conflicto sea muy duro, ya que gira todo en base a lo que hace nuestra CGI. Es una presión que tenemos nosotros como interna, que nos apuntan de todos lados: nos apunta la patronal, nos corta los teléfonos y suministros, el gobierno provincial en contra, en contra el sindicato. Por más que hagamos reuniones con el sindicato, busca aislarnos. Por ejemplo, hubo tres paros en los que no nos dio el aval. Cuando los trabajadores vieron que el sindicato no nos daba el aval se partió el paro y tuvimos que levantarlo. No obstante, cada paso lo medimos debatiendo con los trabajadores. En ese marco, los días 28 y 29 de agosto, a pesar de esta falta de apoyo, de las apretadas de la patronal con amenazas de sumarios y descuentos, del ataque de nuestros propios disidentes dentro de la CGI, se realizaron dos paros con importante acatamiento.

Lo más importante y urgente es que este conflicto por las cajas provisionales ya excedió las puertas del Provincia y también lo están tomando gremios estatales provinciales, con los que estamos coordinando una gran movilización a la legislatura provincial en la ciudad de La Plata para el miércoles 10 para repudiar este proyecto. La CTA no tuvo más remedio que llamar al paro y movilización, sumando al reclamo por los ajustes salariales. Así se espera una gran movilización alimentada por el Suteba y muchas de sus seccionales, los judiciales, los municipales, los médicos de la Cicop, ATE y otros.