La histórica lucha del neumático
Una pelea que no termina
Como ya es sabido, el pasado lunes 1º, la dirección
del SUTNA le ganó la asamblea a la Marrón por sólo 42
votos. Con la formulación de “aceptar la propuesta
salarial sin firmarla y seguir la pelea por los
despedidos” lo que buscó Pedro Wasiejko fue cerrar el
conflicto apostando al desgaste. Es decir, a que los
despedidos se vayan solos y luego sí firmar formalmente la
paritaria.
Con esta tercera traición luego de haber dejado
afuera a los despedidos cuando la primera conciliación, mas
el haber hecho circular una “propuesta” que despertaba
expectativas y mantenía el objetivo de que los despedidos
quedaran afuera de las plantas en la segunda, la burocracia
del neumático esperaba así terminar rápidamente de
liquidar el conflicto.
Hacer el aguante junto a los despedidos
Sin embargo, la manera en que Pedro Wasiejko hizo
pasar sus mociones en la asamblea, logrando que un sector de
la base creyera en sus tramposas palabras, encierra todavía
contradicciones que son las que están desarrollándose
en estos momentos.
Porque aún, formalmente, la pelea no está del
todo cerrada: la paritaria no está firmada, prosigue el
quite de colaboración y el compromiso (de palabra) de
“seguir peleando por los despedidos y convocar a la
brevedad una nueva asamblea general”...
Pero lo que es más importante, a pesar del evidente retroceso
que significó el perder la última asamblea y la abierta
ofensiva de la patronal que se está viviendo en todas las
plantas, es que la base del gremio –aún con desigualdades
de planta a planta– no está en desbande.
Y es este conjunto de
contradicciones lo que se han seguido desarrollando en los
últimos días. Mientras en la mayoría de los casos las
patronales se están orientando a “seducir” a los compañeros
despedidos con más o menos “jugosas” indemnizaciones,
persiste un importante núcleo irreducible que
sigue manteniendo en alto el objetivo de volver a entrar.
Así, los compañeros de FATE se
encuentran en una muy dura pelea por poner en pie la carpa
de los despedidos. Mientras tanto, los de Pirelli, mantienen
firme la suya y se orientan hacia el objetivo de imponer la
renuncia de la ejecutiva seccional y de los delegados que responden a Wasiejko. También está el
malestar que se puede detectar entre sectores de la base de
Firestone, más allá de que esto no se haya podido expresar
en la asamblea general.
Todos adentro. Por un fondo de huelga nacional
En estas condiciones, hay dos tareas inmediatas por
delante. Mientras que se le sigue exigiendo a la dirección
del gremio la convocatoria a la nueva Asamblea General, se
trata de organizar un aguante a largo plazo montando una
verdadera campaña nacional de fondo de lucha por los
despedidos.
Al mismo tiempo, es decisivo también pasar a una
instancia de mayor coordinación con otros sectores haciendo
conocer la experiencia de la Marrón extra muros: es decir,
más allá del SUTNA. Porque se trata de una experiencia que
es una de las más avanzadas hoy dentro de la vanguardia
obrera y la izquierda. Y que en una coyuntura que pide a
gritos el estrechar filas con los compañeros del
subte, con los ferroviarios, con las seccionales opositoras
del SUTEBA, con los hospitales Garrahan y Francés, etc., puede
llegar a cumplir un papel de primer orden en este sentido.
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