Socialismo o Barbarie, periódico Nº 129, 19/06/08
 

 

 

 

 

 

Neuquén: Juicio por el asesinato de Carlos Fuentealba

Aseguremos con la movilización justicia para Carlos

Por Martín Primo

El 4 de junio empezó el juicio al cabo primero José Darío Poblete, imputado por el asesinato de nuestro compañero Carlos Fuentealba el 4 de abril de 2007 en el marco de una terrible represión a los maestros de Neuquén que estaban cortando la ruta en Arroyito. Los trabajadores de la educación ya llevaban más de 30 días de huelga por aumento de salarios y contra el techo salarial que habían acordado el gobierno de Kirchner y la burocracia sindical de Ctera.

En las puertas de la antigua Legislatura,  que se está utilizando como sede del tribunal, en el marco de un paro llamado por Aten, y en medio de una persistente llovizna, se concentraron desde las 8:30 hs. unas 2.000 personas entre docentes, estudiantes secundarios y universitarios, una importante columna de obreros ceramistas y partidos de izquierda que marchamos por el centro de la ciudad y permanecimos exigiendo justicia por Carlos. Desde el Nuevo mas nos hicimos presentes con una columna de 30 personas donde se destacaban las presencias de Alcides Christiansen, histórico dirigente obrero de la región y compañero de Carlos por más de 25 años; Juan Uribe, compañero de militancia de Carlos en la Uocra, en Aten y en nuestro partido, además de testigo en la causa por ser quien sacó a Carlos del FIAT 147 segundos después de recibir el impacto que le costaría la vida, y también la presencia a la apertura del juicio de Héctor "Chino" Heberling en representación de la Dirección Nacional del Movimiento al Socialismo.

Mención aparte se merece el encono de la burocracia de Aten provincia, que buscando desfigurar la memoria de militante socialista de Carlos Fuentealba, discutieron y resolvieron no permitir el ingreso de Alcides Christiansen a la sala donde se realiza el juicio privilegiando la presencia de los burócratas de Ctera y Suteba, Stella Maldonado y Roberto Baradel, quienes fueron cómplices de haber dejado aisladas las luchas en Salta, Santa Cruz y Neuquén, facilitando la represión en las tres provincias y la muerte de Carlos ese 4 de abril y de haberse negado a realizar una campaña por justicia por el asesinato de Carlos Fuentealba, llegando al colmo de resolver no hacer paro el día que se cumplió un año del asesinato.

Quedó demostrado: fue una cacería humana

Durante los primeros 15 días de juicio, desfilaron varias decenas de testigos. En primer lugar hay que destacar la valentía y el compromiso de la base docente que se jugó, afrontó sus nervios, temores y pesadillas y revivió en el estrado los sucesos de ese fatídico 4 de abril.

Los testimonios dejan en claro que ese día, en un operativo conjunto de los comandos de Cutral-Có, Zapala, el GEOP y la Policía Metropolitana, con la asistencia de los bomberos, todos coordinados por el ex comisario Rinzafri vía teléfono celular directamente con las máximas autoridades provinciales, se resolvió de manera deliberada dar un escarmiento a los docentes que sirva de ejemplo a todos los trabajadores de la provincia y el país. Durante más de 2 horas los docentes fueron duramente reprimidos, corridos por más de 5 kilómetros por la ruta y por el descampado, arrinconados en las instalaciones de una estación de servicio y utilizados como blancos de tiro. Que a la orden de uno de los jefes del operativo, el subcomisario Aquiles "cobra" González, que "paren a ese vehículo", se cruzó una camioneta tipo Traffic del GEOP de Cutral-Có a la columna de autos que se retiraba, entre los que estaba el FIAT 147 en el que viajaba Carlos, se le disparó directamente una carga de balas de goma y el cabo primero José Darío Poblete se detuvo, apuntó y le disparó un proyectil de gases lacrimógenos directamente a la cabeza de Carlos Fuentealba.

A partir de ese momento empezó la cadena de encubrimiento policial, la policía intentó ocultar a Poblete en la misma Traffic que había cruzado en la ruta y la retiró al descampado. El comisario Rinzafri dio la orden de limpiar con los camiones hidrantes la escena del crimen, y se armó un pacto de silencio entre la policía que continúa hasta el momento de escribir estas líneas.

Los testimonios permitieron ubicar a Poblete en el momento y lugar del disparo, tres docentes reconocen la cara del asesino, los peritos balísticos aseguran que "la conclusión es de absoluta certeza, categórica",  la vaina de el proyectil que mató a Carlos salió del arma de Poblete.

Por otro lado el método y el nivel de agresividad, que recuerdan a la represión en Puente Pueyrredón cuando se asesinó a Darío y Maxi, dan cuenta de un móvil directamente político, que iba mas allá de liberar una ruta al tránsito. El objetivo era asustar a los trabajadores para que no se animen a pelear contra el techo salarial y por sus derechos; era normalizar el Neuquén y la Argentina para el goce y disfrute de los capitalistas. Sin lugar a duda la impresionante movilización del 9 de abril fue una contundente reacción de los trabajadores que no sólo barrió con los sueños de Sobisch de instalar una "paz de los cementerios", sino que le podría haber costado el puesto si no hubiera salido en su auxilio la burocracia de Aten para poco a poco desmoralizar y desmontar la protesta.

Reafirmar la movilización por justicia para Carlos

La cantidad de pruebas aportadas durante el juicio no dejan lugar a dudas de qué ocurrió y cómo ocurrieron los hechos ese 4 de abril. Si quien juzga fuese un tribunal popular sin lugar a dudas este juicio terminaría con la condena a Poblete a la máxima pena junto con Sobisch y toda la cúpula policial. Pero este no es el escenario, los jueces son miembros de la justicia burguesa y tienen como principal norte salvar a sus agentes represivos de la justa ira popular, igual que a sus funcionarios políticos y a sus partidos, no olvidemos que Sobisch actualmente es el presidente del MPN. Por eso no debemos depositar ninguna confianza en esta justicia y este tribunal, es probable que condenen a Poblete como chivo expiatorio y así salvar al estado represivo neuquino de conjunto, pero inclusive esto no significa que se le dé la pena máxima.

Por otro lado todavía está pendiente el juicio por los responsables políticos del asesinato, el llamado caso Fuentealba II, donde supuestamente se juzgara a Sobisch y a la cúpula policial. Todo esto son sólo palabras para el futuro, lo único concreto es que en oportunidad de este juicio se aseguraron dejar fuera del banquillo de los acusados a los máximos responsables.

Para garantizar que Poblete vaya preso con una condena ejemplar y que se juzgue a Sobisch y compañía tenemos que redoblar la campaña de movilización, paros, pintadas y pegatinas. Está claro que no podemos confiar en la burocracia de Aten, para quien enfrentar a Sobisch o al MPN, es decir defender a los docentes, es una "mochila demasiado pesada". Tenemos que organizarnos en la escuelas y en los jardines, también los trabajadores estatales, de la salud, los ceramistas, los estudiantes universitarios y secundarios tenemos que organizarnos y relanzar una verdadera campaña de lucha por justicia para Carlos. Porque como dice un mural pintado a pocos metros de la vieja Legislatura: "Solo la lucha traerá justicia".