Socialismo o Barbarie, periódico Nº 129, 19/06/08
 

 

 

 

 

 

Brasil: en defensa de los trabajadores de General Motors

Que Conlutas organice una campaña nacional

La patronal de la General Motors, una de las mayores armadoras de autos del mundo que controla cerca del 20% del mercado nacional, viene llevando a cabo un brutal ataque contra los trabajadores de su planta de São José dos Campos. Con el apoyo de toda la burguesía de la ciudad, la Iglesia y la municipalidad, la empresa intenta contratar 600 nuevos obreros de forma precarizada, con menores salarios. Además, la empresa consiguió exención del pago de IPTU y disminución de ISS (impuestos municipales sobre el terreno y sobre la prestación de servicios, respectivamente). Detrás de este ataque a los trabajadores está el discurso de aumentar la productividad.

Está en curso una campaña masiva que intenta poner al conjunto de la población en contra de los metalúrgicos de GM, a los que pintan en los medios como enemigos de la ciudad que impiden la generación de nuevos empleos. Para esto recurren a todo tipo de chantaje, como abrir un fábrica nueva o transferir esas contrataciones a la fábrica de São Caetano do Sul, donde la dirección del sindicato es de Força Sindical (el sindicato más amarillo). Esos nuevos contratos serían precarizados; cabe recordar que en esa fabrica ya se contrataron 1.500 compañeros con salarios rebajados y sin otros derechos, y en la planta de Gravataí, en Rio Grande do Sul, el salario es aún mucho más bajo, de cerca de 700 reales.

Lo que está realmente en juego es bajar el costo de la mano de obra en la planta de São José dos Campos, igualándolo al de las demás plantas. Con esto buscan aumentar aún más sus ganancias faraónicas. Hay que recordar que el sector automotor ha sido uno de los más beneficiados del crecimiento de la economía en el último período, batiendo sucesivos récords de producción. La caída de la exportación debido a la valorización del real fue compensada por un aumento del mercado interno, impulsado por la baja de las tasas y por la ampliación de los plazos de pago.

Apesar de la campaña de los medios y de la santa alianza orquestada por la burguesía de São José dos Campos, es posible frenar este brutal ataque a los obreros de GM. Para eso, el sindicato y su dirección, hegemonizada por el PSTU, deben romper con su táctica del avestruz: es necesario transformar la lucha de los trabajadores de GM en un hecho nacional. Para esto debe servir Conlutas, para organizar y unificar las luchas en curso.

De lo contrario, pasará como con la huelga de los trabajadores tercerizados de REVAP, una importante refinería de petróleo de la misma ciudad, que después de una huelga dura y radicalizada, donde se planteó desplazar a la burocracia del sindicato y se realizaron piquetes durantes varios días, acercándose a Conlutas, se salió de la huelga con descueto de los días caídos y respuesta muy parcial a las reivindicaciones económicas muito parciais. Al final de una jornada heroica, terminaron aceptando un acuerdo peor que el que había impuesto la justicia laboral, que garantizaba el pago de los días caídos.

Es necesario tomar la contraofensiva, tomar las calles de São José dos Campos  visitando las fábricas químicas, también dirigidas por Conñutas, conformando un fuerte movimiento que dialogue con el conjunto de los trabajadores y gane su solidaridad.

Consideramos que la lucha de los obreros de GM es una lucha de todos, y en ese sentido nos ponemos a disposición para realizar actividades en conjunto con las demás fuerzas políticas que estén dispuestas a llevar adelante esta importante lucha, presentando un plan de lucha que rompa el mero marco corporativo sindical.

Desgraciadamente, el PSTU una vez más se ha demonstrado incapaz de romper esa lógica sindical corporativa, adaptándose a  un sindicalismo de vuelo bajo, cuyo fruto ha sido acomodarse al nivel de conciencia atrasada de las masas. Esto ya de por sí es un problema; toda dirección que se considere revolucionaria debe tener el objetivo de hacer avanzar la conciencia de los trabajadores, estableciendo un puente entre las reivindicaciones inmediatas y las históricas. Pero además la cuestión que se plantea ahora es que con una práctica puramente sindical, como la empleada en las campañas por el salario y en REVAP, es imposible derrotar a la patronal de GM. La lucha está planteada objetivamente como una lucha política, y debe unificar, a partir de los obreros de GM, a toda la clase trabajadora de São José dos Campos y de la región. Si esta lucha queda aislada, las posibilidades de que sea derrotada se hacen mayores.

Creemos que debemos presentar un plan de lucha que parta de asambleas y agitaciones en las puertas de las fábricas de la región, ir a los barrios obreros, hacer reuniones públicas, carteles y otros medios de divulgación; días de lucha conjuntos entre GM,  Químicos, Alimentación y demás sindicatos dirigidos por Conlutas, que pueden incluso confluir en huelgas y el corte de Via Dutra, por ejemplo.

Para unir al conjunto de los trabajadores y el pueblo pobre de São José dos Campos, es necesario presentar un programa que apunte a  la reducción de la jornada de trabajo de forma radical –no como la que proponen las centrales amarillas– y reajuste de salarios que reconponga el poder de compra, devastado por el aumento de precios, sobre todo de los alimentos.

Práxis se pone a entera disposición de los compañeros de São José dos Campos para que juntos podamos dar pasos concretos en la coordinación de esta importante campaña; por ejemplo podemos realizar debates y paneles en las universidades donde estamos.