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Universidad
de La Plata
El PO interviene en la crisis política....
a la
rastra del PCR
Juventud
del ¡Ya Basta! - La Plata
Desde
el ¡Ya Basta! venimos trabajando para abrir canales de
lucha por presupuesto en la Universidad de La Plata, como
forma efectiva de que el movimiento estudiantil intervenga
en la crisis política con sus propias reivindicaciones.
Desde la secretaría general del Centro de Bellas Artes
impulsamos la coordinación en una jornada de lucha con
Trabajo Social que en una masiva asamblea votó salir a la
calle y marchar al rectorado.
En
la asamblea de Bellas Artes desde el ¡Ya Basta! planteamos
hacer una bandera que centrara la lucha por presupuesto en
una posición de independencia tanto del gobierno K como del
lock out patronal del campo, como se había votado en la
asamblea anterior.
Imprevistamente,
el Partido Obrero planteó que discutir la crisis política
nacional es "montar una cortina de humo" y mocionó
que "sólo se discuta de lo concreto". Rápidamente,
la UNITE-CEPA (PCR) tomó la soga lanzada por el Partido
Obrero e hizo hincapié en dejar de lado las posiciones políticas
que "nos dividen". El PO se encargó de dejar sin
posición política a un centro independiente de los dos
bandos capitalistas y de las autoridades de la facultad y la
Universidad, con lo cual le deja todo el terreno libre a la
CEPA, que dirige la Federación Universitaria de La Plata
(FULP), para que lleve la lucha estudiantil a los brazos de
la Rural.
Porque
a diferencia del PO, el PCR sí lleva su línea política a
las luchas. Así lo hizo cuando cerró una marcha por
presupuesto embolsándonos detrás de la "rebelión
agraria" o en el propio Astilleros Río Santiago donde
hizo pronunciar al cuerpo de delegados a favor del lock out
patronal. Ni hablar de la toma de la Municipalidad de
Gualeguaychú por parte de los desocupados de la CCC o de la
acción política en La Matanza, a favor de la patronal
agraria. Entonces, mientras la dirección de la FULP y
principal fuerza política de la Universidad de La Plata
hace política, el PO busca cerrarnos el paso a los que
trabajosamente impulsamos la lucha desde la única
perspectiva "concreta" y "realista". La
subordinación del PO al PCR se da para colmo en un momento
en que el PCR está a la defensiva ya que su socio en la
Federación, el Frente Popular Darío Santillán, tiene una
posición independiente de ambos sectores patronales –que
no la baja a la política– así como el bloque
independiente.
Obviamente,
el PCR, pese a las garantías brindadas por el PO, no movió
un dedo por impulsar las clases públicas y la marcha con
Trabajo Social que confluyó en el rectorado con un grupo de
la carrera de Enfermería, cerrada por las autoridades. Pese
al PO, la marcha avanzó por calle 7 cantando "ni con
Kristina, ni la Rural, más presupuesto para la
Universidad", porque Insurrectos, dirección del centro
de Trabajo Social, y muchos estudiantes independientes,
creyeron –a diferencia del PO– que las luchas tienen un
marco político y más ¡en semejante crisis política
abierta!.
En
Humanidades, el PCR boicoteó la jornada impulsada por
Trabajo Social y Bellas Artes al llamar a una jornada sólo
dos días después, viernes víspera de feriado y del día
del padre, que no se concretó. En una asamblea, a horas de
que la CEPA no moviera un dedo por la lucha presupuestaria,
el PO volvió a decir que discutir la crisis nacional era
"montar una cortina de humo", es más, ayudó a
reforzar las posiciones apolíticas según las cuales somos
pocos en las asambleas por las discusiones entre las
corrientes. ¿Ignora el PO que fuimos pocos en la asamblea
porque el PO se suma al coro de los que impiden que se haga
la experiencia hasta el final con la CEPA, que en el 2006
junto a la COPA (Frente Popular Darío Santillán)
entregaron la lucha por presupuesto al aceptar el chantaje
del rectorado de bajarla a cambio del pase a facultad de
Psicología y que el año pasado llevaron a la derrota el
proceso de democratización, al permitir que se vote a los
decanos a cambios de pliegos que jamás se cumplieron? Hoy,
hay un avance en muchas facultades contra la expresión de
los estudiantes, censurando espacios para hacer política y
con sanciones a estudiantes como a un compañero del Centro
de Arquitectura.
El
Partido Obrero no aprende las lecciones que le viene dando
la lucha de clases: se negó a hacer centro en la crítica
al gobierno en el Casino, limitándose a Kristóbal López y
la dura derrota sufrida, lejos de haber representado
"un gran avance en la conciencia de clase" como
dice el PO, muchos trabajadores del Casino terminaron con su
bandera en los cacerolazos de los vecinos de barrio Norte
pro campo. Ese es el costo del sindicalismo, de lo
"concreto". El 1° de mayo, su política
"unitaria" lo llevó a rodearse de grupos pro
campo, que dos días después hicieron una marcha con los
impulsores del lock out patronal. La posición independiente
de los dos bandos patronales no debe ser sólo para las
charlas de Altamira, debe materializarse en la lucha
concreta por nuestros reclamos, en la arena política de
todos los días.
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