Una
catástrofe amenaza a los trabajadores: desabastecimiento,
inflación, caída salarial, despidos y demás calamidades
Ruralistas y gobierno K están llevando el país al desastre
¡Es urgente que la clase obrera
salga a luchar
por sus reivindicaciones!
|
Hay que formar un polo de
clase
Hagamos el 9 de Julio un
acto independiente
en Plaza de Mayo
Como señalamos más arriba, entre los trabajadores se ha venido
abriendo paso un elemento potencialmente
“revolucionario” en medio de la confusión generada
en los últimos meses. Se trata del total hartazgo
con los dos contendientes: el gobierno K, pero también con
los ruralistas, entre crecientes sectores obreros y
populares por una crisis que parece no tener fin y que ya
está afectando de manera concreta sus condiciones de
vida y salario.
Al mismo tiempo, existen también un conjunto de organizaciones de la
izquierda, representaciones sindicales independientes,
movimientos de desocupados e intelectuales, que se han
manifestado de una manera más o menos consecuente de forma independiente
de ambos sectores patronales en pugna.
El problema es que la extrema polarización política entre
ambos bandos patronales, el rol de las burocracias
sindicales y también la abierta capitulación de
sectores de la izquierda subordinándose a las entidades
patronales agrarias o al gobierno K dejó, por momentos, muy
poco “espacio” para una expresión independiente y
de clase ante la crisis.
Sin embargo, creemos que es imperioso trabajar por la aparición de un
polo de clase que comience a recoger y expresar lo que ya se
está viendo: un creciente odio social entre sectores
populares y de trabajadores por los dos bandos patronales
que se están disputando la renta agraria extraordinaria en
su solo beneficio.
Precisamente, este trasfondo de hartazgo creciente, puede estar
creando mejores condiciones para que esta posición
independiente se exprese.
Es por estas razones que desde el nuevo
mas
creemos que es una
obligación que hagamos una convocatoria unitaria para que
el próximo 9 de Julio, desde todos los sectores que se han
manifestado de manera independiente frente a la crisis, para
que realicemos un gran acto en Plaza de Mayo, de los que no
estamos ni con el gobierno K ni con las entidades ruralistas
y a favor de una salida de clase a esta crisis.
|
Parece de novela pero es verdad:
la pugna entre el gobierno K y las entidades agrarias lleva
100 días; ahora parece abrirse una negociación en el
Congreso a la que nadie le ve mucho futuro. ¡Mientras
tanto, los platos rotos los seguimos pagando los
trabajadores!
Una catástrofe nos amenaza: los bienes de consumo han aumentado de
manera sideral; la inflación se está comiendo los aumentos
salariales obtenidos en paritarias; conseguir trabajo
empieza a ser más difícil y en muchos lugares se vienen
despidos y suspensiones. Como si esto fuera poco, cada vez
se nota más el desabastecimiento
de los productos de consumo popular.
Con toda justicia amplios
sectores comienzan a
hartarse con esta situación. A los de arriba parece no
importarles. La pelea entre los ruralistas y el gobierno K
tiene en vilo al país, se suceden maniobras y contra
maniobras entre ellos. Hay una crisis
política, de autoridad e institucional crecientes que
exigen que la clase obrera, única clase que no se ha
expresado hasta ahora en la crisis,
diga presente con sus propios reclamos y reivindicaciones.
Una pelea entre tiburones
Los trabajadores tenemos cosas
que aprender de esta crisis. Una importante es la tenacidad con la que se pelean ambos bandos por sus
egoístas intereses. La clase obrera debería defender los
suyos propios con la misma tenacidad por el bien de toda la
sociedad.
Hay una confusión: como en un
Boca-River muchos creen que hay que hacerse hincha de uno u
otro bando. Nada más alejado de la realidad. Gane quien
gane perderemos los trabajadores. Es que la mayoría no termina de
comprender lo que está en juego. Digámoslo sencillamente:
están peleando por la distribución, entre ellos, de una
tajada del trabajo no pagado de los obreros rurales y
urbanos. Somos los trabajadores (del campo y la ciudad) los
que con nuestro esfuerzo producimos todas las riquezas.
Lamentablemente, bajo un sistema capitalista como este, la
mayor parte de nuestro trabajo
se lo quedan los patrones, sean estos industriales,
agrarios, de los servicios o el propio gobierno K.
Esto mismo es lo que pasa hoy en
el campo argentino: mientras los propietarios agrarios se
disfrazan de “piqueteros” cortando las rutas, los
trabajadores rurales siguen produciendo y siendo explotados
tranqueras adentro. No hay que confundirse: un supuesto
“pequeño productor” en las zonas más productivas
–que son el centro del conflicto– con 500 hectáreas se
embolsa la friolera de 250.000 dólares anuales solo por
alquilar sus campos!
Lo propio ocurre con el gobierno
K: se llena la boca acerca de la “distribución de la
riqueza” mientras mantiene férreamente –de la mano de
la CGT y la CTA– un techo salarial de miseria solo a
beneficio de las patronales.
En el fragor de su pelea, a
nadie le importa (patronales agrarias y gobierno K) ese millón
y medio de asalariados rurales de los cuales cerca del 70%
están en negro, en condiciones de trabajo de esclavitud
laboral. ¡Si hasta
todavía es común en el campo argentino el trabajo
infantil, una rémora del siglo XIX!
Hay una falsa izquierda que vergonzosamente apoya a uno u otro bando
patronal
A lo largo de toda esta crisis
se ha generado una situación lamentable: campo y gobierno K
han puesto sus intereses sobre la mesa. Mientras tanto la
clase trabajadora, atada de pies y manos por las burocracias
sindicales, no ha
podido salir a la lucha por sus propias reivindicaciones.
Para colmo, una parte
considerable de la “izquierda” han venido cumpliendo un
papel lamentable
a lo largo de la crisis ayudando a la confusión general.
Unos, enfeudados con el gobierno K como es el caso de Libres
del Sur y el Partido Comunista. Otros, de la mano de los
ricachones de la Sociedad Rural como el MST de Vilma Ripoll
y la CCC de Alderete.
Es decir, han salido a defender y a legitimar intereses de uno u otro sector
patronal en vez de poner en alto las banderas de la
clase obrera. Una posición verdaderamente de izquierda y
socialista solo puede partir de la absoluta
independencia de ambos bandos patronales.
Por esto, reiteramos el llamado
a los sectores sindicales independientes, intelectuales,
organizaciones de desocupados y partidos de la izquierda que
no se han alineado con uno u otro bando patronal a que de
inmediato conformemos
un polo de clase para intervenir en conjunto en esta crisis.
Salir a la lucha y preparar un verdadero paro general
Para los próximos días se están
anunciando nuevos cortes de ruta, paros patronales,
“marchas federales” y otros tantos actos de parte de las
entidades agrarias como del gobierno K. La crisis de
gobernabilidad se está profundizando.
Es hora que la clase obrera les
diga BASTA a ambos bandos patronales que están hundiendo el
país: ¡hay que
salir a la lucha y a las calles por las propias
reivindicaciones de los trabajadores y el pueblo y por darle
una salida obrera a la crisis!
Esta salida a la lucha de los
trabajadores debería incluir la preparación
de un verdadero paro general: ir discutiendo y organizándonos
para poder imponérselo
a una CGT y una CTA que lo único que vienen haciendo es
cuidarle los intereses al gobierno sumándoles gente a sus
actos y a los distintos sectores patronales con los que están
relacionados en sus respectivos gremios.
A estas urgentes tareas llamamos
desde el nuevo MAS: a
luchar por las reivindicaciones de nuestra clase al tiempo
que vamos organizando una medida contundente: una huelga
general activa y con movilizaciones donde la clase
trabajadora se haga ver en la escena nacional con sus
propias reivindicaciones independientemente de ambos bandos
patronales.
¡No al techo salarial K!
¡Reapertura de las paritarias y aumentos salariales indexados acordes
con la inflación!
¡Ningún despido ni suspensiones!
¡Control obrero y popular para frenar el desabastecimiento! ¡Inmediata
expropiación de todo sector que desabastezca!
¡Abajo las leyes de esclavitud laboral!
¡Créditos baratos para verdaderos pequeños productores y unidades
de producción familiar!
¡Expropiación de los campos mayores de 500 hectáreas y su puesta en
producción bajo administración y/o control de los
asalariados rurales!
¡Expropiación bajo control de los trabajadores de todos los pools de
siembra y grandes empresas acopiadoras, exportadoras y
productoras de insumos y medios de trabajo para la producción
agraria!
¡Monopolio del comercio exterior bajo control de los trabajadores!
¡Huelga general para que sea la clase obrera la que le dé una salida
a la creciente crisis social y política!
|