Socialismo o Barbarie, periódico Nº 129, 19/06/08
 

 

 

 

 

 

Una catástrofe amenaza a los trabajadores: desabastecimiento, inflación, caída salarial, despidos y demás calamidades

Ruralistas y gobierno K están llevando el país al desastre

¡Es urgente que la clase obrera salga a luchar
por sus reivindicaciones!

Hay que formar un polo de clase

Hagamos el 9 de Julio un
acto independiente en Plaza de Mayo

Como señalamos más arriba, entre los trabajadores se ha venido abriendo paso un elemento potencialmente “revolucionario” en medio de la confusión generada en los últimos meses. Se trata del total hartazgo con los dos contendientes: el gobierno K, pero también con los ruralistas, entre crecientes sectores obreros y populares por una crisis que parece no tener fin y que ya está afectando de manera concreta sus condiciones de vida y salario.

Al mismo tiempo, existen también un conjunto de organizaciones de la izquierda, representaciones sindicales independientes, movimientos de desocupados e intelectuales, que se han manifestado de una manera más o menos consecuente de forma independiente de ambos sectores patronales en pugna.

El problema es que la extrema polarización política entre ambos bandos patronales, el rol de las burocracias sindicales y también la abierta capitulación de sectores de la izquierda subordinándose a las entidades patronales agrarias o al gobierno K dejó, por momentos, muy poco “espacio” para una expresión independiente y de clase ante la crisis.

Sin embargo, creemos que es imperioso trabajar por la aparición de un polo de clase que comience a recoger y expresar lo que ya se está viendo: un creciente odio social entre sectores populares y de trabajadores por los dos bandos patronales que se están disputando la renta agraria extraordinaria en su solo beneficio.

Precisamente, este trasfondo de hartazgo creciente, puede estar creando mejores condiciones para que esta posición independiente se exprese.

Es por estas razones que desde el nuevo mas creemos que es una obligación que hagamos una convocatoria unitaria para que el próximo 9 de Julio, desde todos los sectores que se han manifestado de manera independiente frente a la crisis, para que realicemos un gran acto en Plaza de Mayo, de los que no estamos ni con el gobierno K ni con las entidades ruralistas y a favor de una salida de clase a esta crisis.

Parece de novela pero es verdad: la pugna entre el gobierno K y las entidades agrarias lleva 100 días; ahora parece abrirse una negociación en el Congreso a la que nadie le ve mucho futuro. ¡Mientras tanto, los platos rotos los seguimos pagando los trabajadores!

Una catástrofe nos amenaza: los bienes de consumo han aumentado de manera sideral; la inflación se está comiendo los aumentos salariales obtenidos en paritarias; conseguir trabajo empieza a ser más difícil y en muchos lugares se vienen despidos y suspensiones. Como si esto fuera poco, cada vez se nota más el desabastecimiento de los productos de consumo popular.

Con toda justicia amplios sectores comienzan a hartarse con esta situación. A los de arriba parece no importarles. La pelea entre los ruralistas y el gobierno K tiene en vilo al país, se suceden maniobras y contra maniobras entre ellos. Hay una crisis política, de autoridad e institucional crecientes que exigen que la clase obrera, única clase que no se ha expresado hasta ahora en la crisis, diga presente con sus propios reclamos y reivindicaciones.

Una pelea entre tiburones

Los trabajadores tenemos cosas que aprender de esta crisis. Una importante es la tenacidad con la que se pelean ambos bandos por sus egoístas intereses. La clase obrera debería defender los suyos propios con la misma tenacidad por el bien de toda la sociedad.

Hay una confusión: como en un Boca-River muchos creen que hay que hacerse hincha de uno u otro bando. Nada más alejado de la realidad. Gane quien gane perderemos los trabajadores. Es que la mayoría no termina de comprender lo que está en juego. Digámoslo sencillamente: están peleando por la distribución, entre ellos, de una tajada del trabajo no pagado de los obreros rurales y urbanos. Somos los trabajadores (del campo y la ciudad) los que con nuestro esfuerzo producimos todas las riquezas. Lamentablemente, bajo un sistema capitalista como este, la mayor parte de nuestro trabajo se lo quedan los patrones, sean estos industriales, agrarios, de los servicios o el propio gobierno K.

Esto mismo es lo que pasa hoy en el campo argentino: mientras los propietarios agrarios se disfrazan de “piqueteros” cortando las rutas, los trabajadores rurales siguen produciendo y siendo explotados tranqueras adentro. No hay que confundirse: un supuesto “pequeño productor” en las zonas más productivas –que son el centro del conflicto– con 500 hectáreas se embolsa la friolera de 250.000 dólares anuales solo por alquilar sus campos!

Lo propio ocurre con el gobierno K: se llena la boca acerca de la “distribución de la riqueza” mientras mantiene férreamente –de la mano de la CGT y la CTA– un techo salarial de miseria solo a beneficio de las patronales.

En el fragor de su pelea, a nadie le importa (patronales agrarias y gobierno K) ese millón y medio de asalariados rurales de los cuales cerca del 70% están en negro, en condiciones de trabajo de esclavitud laboral. ¡Si hasta todavía es común en el campo argentino el trabajo infantil, una rémora del siglo XIX!

Hay una falsa izquierda que vergonzosamente apoya a uno u otro bando patronal

A lo largo de toda esta crisis se ha generado una situación lamentable: campo y gobierno K han puesto sus intereses sobre la mesa. Mientras tanto la clase trabajadora, atada de pies y manos por las burocracias sindicales, no ha podido salir a la lucha por sus propias reivindicaciones.

Para colmo, una parte considerable de la “izquierda” han venido cumpliendo un papel lamentable a lo largo de la crisis ayudando a la confusión general. Unos, enfeudados con el gobierno K como es el caso de Libres del Sur y el Partido Comunista. Otros, de la mano de los ricachones de la Sociedad Rural como el MST de Vilma Ripoll y la CCC de Alderete.

Es decir, han salido a defender y a legitimar intereses de uno u otro sector patronal en vez de poner en alto las banderas de la clase obrera. Una posición verdaderamente de izquierda y socialista solo puede partir de la absoluta independencia de ambos bandos patronales.

Por esto, reiteramos el llamado a los sectores sindicales independientes, intelectuales, organizaciones de desocupados y partidos de la izquierda que no se han alineado con uno u otro bando patronal a que de inmediato conformemos un polo de clase para intervenir en conjunto en esta crisis.

Salir a la lucha y preparar un verdadero paro general

Para los próximos días se están anunciando nuevos cortes de ruta, paros patronales, “marchas federales” y otros tantos actos de parte de las entidades agrarias como del gobierno K. La crisis de gobernabilidad se está profundizando.

Es hora que la clase obrera les diga BASTA a ambos bandos patronales que están hundiendo el país: ¡hay que salir a la lucha y a las calles por las propias reivindicaciones de los trabajadores y el pueblo y por darle una salida obrera a la crisis!

Esta salida a la lucha de los trabajadores debería incluir la preparación de un verdadero paro general: ir discutiendo y organizándonos para poder imponérselo a una CGT y una CTA que lo único que vienen haciendo es cuidarle los intereses al gobierno sumándoles gente a sus actos y a los distintos sectores patronales con los que están relacionados en sus respectivos gremios.

A estas urgentes tareas llamamos desde el nuevo MAS: a luchar por las reivindicaciones de nuestra clase al tiempo que vamos organizando una medida contundente: una huelga general activa y con movilizaciones donde la clase trabajadora se haga ver en la escena nacional con sus propias reivindicaciones independientemente de ambos bandos patronales.

¡No al techo salarial K!

¡Reapertura de las paritarias y aumentos salariales indexados acordes con la inflación!

¡Ningún despido ni suspensiones!

¡Control obrero y popular para frenar el desabastecimiento! ¡Inmediata expropiación de todo sector que desabastezca!

¡Abajo las leyes de esclavitud laboral!

¡Créditos baratos para verdaderos pequeños productores y unidades de producción familiar!

¡Expropiación de los campos mayores de 500 hectáreas y su puesta en producción bajo administración y/o control de los asalariados rurales!

¡Expropiación bajo control de los trabajadores de todos los pools de siembra y grandes empresas acopiadoras, exportadoras y productoras de insumos y medios de trabajo para la producción agraria!

¡Monopolio del comercio exterior bajo control de los trabajadores!

¡Huelga general para que sea la clase obrera la que le dé una salida a la creciente crisis social y política!