Socialismo o Barbarie, periódico Nº 128, 05/06/08
 

 

 

 

 

 

Comienza el juicio por el asesinato de Carlos Fuentealba

¡Justicia para Carlos! ¡Cárcel para Sobisch!

El 4 de junio comenzó en Neuquén el juicio por el asesinato de nuestro compañero Carlos Fuentealba. Allí estuvo presente Alcides Christiansen –ex dirigente de la UOCRA Neuquén, miembro del nuevo MAS y compañero de lucha de toda la vida de Carlos–, junto con los demás compañeros de nuestro partido, para exigir justicia y honrar la trayectoria combativa de Carlos. Porque él no sólo fue un docente y un trabajador, sino un luchador profundamente comprometido con las ideas de una transformación socialista de la sociedad, aspecto que muchas veces es silenciado.

Nos oponemos categóricamente a que se pretenda reducir la responsabilidad por el asesinato de Carlos a su autor material, el policía José Poblete. Es fundamental denunciar esta circunstancia por que a nadie se le puede escapar que la responsabilidad política del asesinato de Carlos no le cabe a otro que al entonces gobernador Jorge Sobisch, que ha sido cuidadosamente resguardado por la justicia neuquina. Es por esta razón que, insólitamente, la persona que dijo asumir plenamente –ya con el compañero en agonía en el hospital– la responsabilidad por haber mandado a reprimir la manifestación en la que participó Carlos, no ha sido acusado ni llamado a participar de ninguna manera de este juicio.

Este verdadero operativo político cuenta, lamentablemente, con la colaboración de la dirección de la CTA y la CTERA, que pretenden concentrar toda la lucha en el justo castigo al asesino Poblete, implícitamente liberando de esta manera de toda culpa y cargo a Sobisch. Lo cual no es de extrañar si se recuerda que la propia CTERA es responsable de haberse negado a convocar a un paro general docente en oportunidad del 1º aniversario del asesinato de Carlos el 4 de abril pasado, como tampoco a ninguna otra medida de lucha nacional para la fecha de comienza del juicio.

Carlos Fuentealba, como recordó Alcides Christiansen, fue tan gran ejemplo de lucha que murió luchando. Pero fue también ejemplo de devoción a la causa de los trabajadores y el socialismo, que nunca dejó de abrazar. Eso le ganó el odio de los gobernantes asesinos como Sobisch, pero también la incomodidad de los burócratas que, a la vez que ocultan que la lucha concreta en la que estaba Carlos no fue apoyada por CTERA, ahora tratan de presentarlo como un simple “maestro”. Maestro que fue de sus alumnos, que recuerdan su calidad humana, pero también de sus compañeros de la clase trabajadora, a la que dedicó su lucha y su pensamiento.

Los que troncharon su vida deben pagar. No sólo el que tiró del gatillo, sino también los que dieron las órdenes desde detrás de un escritorio. Por eso, el mejor homenaje y la más alta forma de justicia para el luchador Carlos es luchar para que todos los responsables de su asesinato, a todos los niveles, sean castigados. Y eso pone en la mira al personaje que el establishment político y la burocracia quieren sacar de la escena: Jorge Sobisch.

- ¡Justicia para Carlos, docente, trabajador, socialista y revolucionario!

- ¡Que Sobisch y todos los responsables de su asesinato vayan primero al banquillo y después a la cárcel!