Comienza el
juicio por el asesinato de Carlos Fuentealba
¡Justicia
para Carlos! ¡Cárcel para Sobisch!
El 4 de
junio comenzó en Neuquén el juicio por el asesinato de
nuestro compañero Carlos Fuentealba. Allí estuvo presente
Alcides Christiansen –ex dirigente de la UOCRA Neuquén,
miembro del nuevo MAS y compañero de lucha de toda la vida
de Carlos–, junto con los demás compañeros de nuestro
partido, para exigir justicia y honrar la trayectoria
combativa de Carlos. Porque él no sólo fue un docente y un
trabajador, sino un luchador profundamente comprometido con
las ideas de una transformación socialista de la sociedad,
aspecto que muchas veces es silenciado.
Nos oponemos
categóricamente a que se pretenda reducir la
responsabilidad por el asesinato de Carlos a su autor
material, el policía José Poblete. Es fundamental
denunciar esta circunstancia por que a nadie se le puede
escapar que la responsabilidad política del asesinato de
Carlos no le cabe a otro que al entonces gobernador Jorge
Sobisch, que ha sido cuidadosamente resguardado por la
justicia neuquina. Es por esta razón que, insólitamente,
la persona que dijo asumir plenamente –ya con el compañero
en agonía en el hospital– la responsabilidad por haber
mandado a reprimir la manifestación en la que participó
Carlos, no ha sido acusado ni llamado a participar de
ninguna manera de este juicio.
Este
verdadero operativo político cuenta, lamentablemente, con
la colaboración de la dirección de la CTA y la CTERA, que
pretenden concentrar toda la lucha en el justo castigo al
asesino Poblete, implícitamente liberando de esta manera de
toda culpa y cargo a Sobisch. Lo cual no es de extrañar si
se recuerda que la propia CTERA es responsable de haberse
negado a convocar a un paro general docente en oportunidad
del 1º aniversario del asesinato de Carlos el 4 de abril
pasado, como tampoco a ninguna otra medida de lucha nacional
para la fecha de comienza del juicio.
Carlos Fuentealba, como recordó
Alcides Christiansen, fue tan gran ejemplo de lucha que murió
luchando. Pero fue también ejemplo de devoción a la causa
de los trabajadores y el socialismo, que nunca dejó de
abrazar. Eso le ganó el odio de los gobernantes asesinos
como Sobisch, pero también la incomodidad de los burócratas
que, a la vez que ocultan que la lucha concreta en la que
estaba Carlos no fue apoyada por CTERA, ahora tratan de
presentarlo como un simple “maestro”. Maestro que fue de
sus alumnos, que recuerdan su calidad humana, pero también
de sus compañeros de la clase trabajadora, a la que dedicó
su lucha y su pensamiento.
Los que
troncharon su vida deben pagar. No sólo el que tiró del
gatillo, sino también los que dieron las órdenes desde
detrás de un escritorio. Por eso, el mejor homenaje y la más
alta forma de justicia para el luchador Carlos es luchar
para que todos los responsables de su asesinato, a
todos los niveles, sean castigados. Y eso pone en la mira al
personaje que el establishment político y la burocracia
quieren sacar de la escena: Jorge Sobisch.
- ¡Justicia
para Carlos, docente, trabajador, socialista y
revolucionario!
- ¡Que
Sobisch y todos los responsables de su asesinato vayan
primero al banquillo y después a la cárcel!
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