Socialismo o Barbarie, periódico Nº 127, 22/05/08
 

 

 

 

 

 

Mayo Francés

Una cronología

Por Alejando Kursh y Manuel Rodríguez

Viernes 22/3: Las agrupaciones revolucionarias ocupan el edificio administrativo de la Universidad de Nanterre protestando por la detención de militantes antiimperialistas. Unas semanas más tarde esas agrupaciones (anarquistas, trotskistas, maoístas y de otras tendencias) formarían el Movimiento 22 de marzo. Rechazan a la guerra de Vietnam y el imperialismo en general, sostienen la defensa de una reforma universitaria y la reivindicación de la democracia directa.

Viernes 3/5: Manifestación estudiantil en la plaza de la universidad parisina La Sorbona por la reapertura de Nanterre (cerrada el día anterior a raíz de una jornada antiimperialista) y contra la amenaza de expulsión de los dirigentes del Movimiento 22 de marzo. La policía encierra a los manifestantes tras una escaramuza con un grupo fascista, y se lleva 200 detenidos. Las autoridades de La Sorbona la cierran por primera vez desde el fin de la ocupación nazi en París. L’Humanité, el diario del PCF, denuncia a los “pequeños grupúsculos izquierdistas”. Propone combatirlos y aislarlos. Miles de estudiantes del Barrio Latino (que circunda a La Sorbona) arremeten contra la policía en el primer gran combate. Son 500 detenidos más. Los sindicatos docentes y estudiantiles lanzan una huelga por su liberación y la reapertura de la Universidad. En los días siguientes la huelga se extiende a los liceos [colegios secundarios].

Lunes 6/5: Una manifestación de 30 mil estudiantes en el Barrio Latino es reprimida por la policía, dando lugar a un prolongado combate. Por primera vez, se levantan barricadas y se llama a la solidaridad obrera. Se suman a la batalla jóvenes desempleados de los suburbios, jóvenes obreros y estudiantes secundarios. Hay más de 700 heridos. Los enfrentamientos ocupan la primera plana de la prensa y las clases medias se horrorizan de la brutalidad policial.

Martes 7/5: 50 mil estudiantes y docentes marchan al Arco del Triunfo cantando la Internacional y desplegando banderas rojas y negras. Se empieza a generalizar la realización de graffitis. El PCF, que hasta el momento había denunciado a los jóvenes revolucionarios como “pequeño burgueses aventureros financiados por el poder”, cambia su política para poder hacerse con el control de un movimiento que amenazaba con desbordarlo.

Viernes 10/5: Una manifestación de más de 20 mil personas permanece en el Barrio Latino esperando que se reabra La Sorbona. A la noche se comienzan a levantar más de 60 barricadas, quedando unas 2 mil personas en el interior de su perímetro. Son estudiantes universitarios, estudiantes secundarios, jóvenes de los suburbios y algunas centenas de obreros. Comienzan combates durísimos en la calle Gay-Lussac, que se prolongan toda la noche. Los vecinos se solidarizan y ayudan a los manifestantes. En los días siguientes las centrales sindicales (incluida la CGT, dirigida por el PCF) convocan a una jornada de huelga general para el lunes 13, para empezar a canalizar los desbordes por parte de los obreros que empezaban a sentirse identificados con los combatientes de las barricadas y ya planteaban sus propias demandas.

Lunes 13/5: Ante la convocatoria de la huelga general, el gobierno anuncia que va a liberar a todos los detenidos y retira a los cordones policiales que sitiaban La Sorbona y el barrio estudiantil. La huelga general es seguida por 10 millones de personas, un tercio de la fuerza de trabajo. El PC llama a “mantener la calma” y a “tener cuidado con los provocadores”, haciendo clara alusión a los jóvenes estudiantes y obreros. Se realiza una manifestación de casi un millón de personas, de la cual se desprenden miles para ir a ocupar La Sorbona, en demanda de una reforma universitaria, en rechazo al imperialismo y por la unidad obrero-estudiantil. La universidad ocupada es abierta a los trabajadores y se convierte en un foro de debate permanente, al que empieza a acudir la vanguardia obrera y popular.

Martes 14/5: Se forma el Comité de Ocupación de La Sorbona, compuesto por quince miembros elegidos y revocables cada día por la asamblea general, responsables ante ella. Comienza en París la ocupación de las facultades y escuelas de enseñanza superior. Los obreros de la fábrica Sud-Aviation de Nantes (algunos de los cuales habían participado en movilizaciones y barricadas) deciden continuar la huelga, ocupan la planta y, mientras cantan la Internacional, encierran a los patrones en sus oficinas soldando las puertas. Organizan un comité de acción con el objetivo de extender la huelga a otros lugares de trabajo.

Jueves 16/5: El ejemplo se contagia masivamente en otras fábricas y edificios de todo el país. El 15 se ocupa la Renault en Cleon y el 16 la Renault en Billancourt (la mayor automotriz de Europa), con 35 mil obreros. 4 mil ocupantes de La Sorbona marchan hasta esa fábrica pero no ingresan porque el sindicato, dirigido por el PCF, se los impide. Flamea en muchas plantas industriales la bandera roja. Se constituyen Comités de Acción en los 122 establecimientos ocupados, coordinados entre sí pero no centralizados.

Viernes 24/5: De Gaulle reaparece públicamente en aquellos medios de comunicación que no estaban en huelga y aceptaban transmitirlo, anunciando el llamado a un referéndum para recuperar la autoridad política. Su discurso reaccionario sólo consigue irritar a todo el espectro político y caldear más los ánimos. Movilizaciones y combates en toda Francia. En París una nueva manifestación obrero-estudiantil de 30 mil personas termina en combates y barricadas. La Bolsa de Comercio es atacada e incendiada por manifestantes, al igual que dos comisarías. La ciudad de Nantes comienza a ser controlada por los comités de huelga. Es la jornada más violenta de todas, con 800 detenidos, mil quinientos heridos y dos muertos.

Lunes 27/5: Por el fracaso total del referéndum, el gobierno y la CGT firman los acuerdos de Grenelle, que garantizan un incremento del 35% en el salario mínimo industrial y del 12% de media para todos los trabajadores. Del 27 al 29, los dirigentes de la CGT recorren las principales fábricas y concentraciones obreras anunciando estos acuerdos. En todos lados son recibidos con el más absoluto rechazo, decidiendo por lo tanto continuar la huelga, aún sin un programa claro. Frente a esta presión, el 29 por la tarde la CGT concentra a 600 mil personas exigiendo la renuncia de De Gaulle y la formación de un “gobierno popular”.

Jueves 30/5: De Gaulle anuncia la convocatoria a elecciones parlamentarias para el 23 de junio y la disposición del ejército para intervenir en caso de ser necesario para mantener el “orden”. Convoca a la población a apoyar su gobierno contra el “caos” y la “amenaza comunista”. Medio millón de personas responden al llamado del presidente acudiendo desde todos los rincones de Francia. El ejército es traído a las cercanías del centro de París. El PC aprueba felizmente el llamado a elecciones y se vuelca de inmediato a una campaña electoral totalmente vaciada de contenido revolucionario. Abandona la consigna de “gobierno popular” y busca competir con De Gaulle en su mismo terreno: la “democracia”, la “modernización” y el “orden”.

Junio: En la primera semana todavía restaban más de 5 millones de huelguistas, y los enfrentamientos se mantienen, aunque la política boicoteadora y electoralista del PCF y la falta de una alternativa unificada de peso por parte de los estudiantes y obreros movilizados comienza a desgastar al activismo y empieza la desmoralización. El 11 de junio las fuerzas represivas disparan por primera vez con armas de fuego sobre los manifestantes, matando a dos. Esto provoca una ola de indignación, que desemboca en violentos combates: se levantan por lo menos 72 barricadas y se atacan 5 comisarías, con un resultado de 1.500 detenidos. Al día siguiente el gobierno decreta la disolución del "22 de marzo" y de las organizaciones trotskistas y maoístas. Durante la segunda y tercera semana del mes, De Gaulle ordena a la policía retomar los edificios ocupados, entre ellos La Sorbona, mientras la CGT logra ir desactivando la huelga fábrica por fábrica, engañando a los obreros con que “la huelga ya se estaba levantando en todos lados”. El 23 se lleva a cabo la primera ronda de las elecciones parlamentarias: triunfa la derecha gaullista, retrocede la SFIO [socialdemócratas] y el PCF. Todavía restan un millón de huelguistas. Las últimas huelgas acaban recién en julio.