Socialismo o Barbarie, periódico Nº 127, 22/05/08
 

 

 

 

 

 

Encuentro de Mujeres Lesbianas y Bisexuales de Rosario

¡Salir del closet, tomar las calles!

Las Rojas (lasrojas@gmail.com)
Carne Clasista (carneclasista@yahoo.com.ar)

El 3 y 4 de mayo pasado se realizó en Rosario el Primer Encuentro Nacional de Mujeres Lesbianas y Bisexuales. Organizado por EspArtiLes (Espacio de Articulación Lésbica), compuesto por chicas independientes y Las Fulanas, una de las agrupaciones que integra la Federación LGBT y cuyas militantes (María Rachid y Claudia Castro) hace trabajo político para el INADI kirchnerista, propulsor de una "política de identidad" lésbica.

Dada esta situación, no fuimos con demasiadas expectativas hacia las actividades preestablecidas del Encuentro. Pero sabíamos que muchas de las compañeras independientes estaban pensando en participar.

Fueron más de 300 compañeras, en su mayoría muy jóvenes y de reciente incorporación al movimiento, vinieron de distintos puntos del país y Sudamérica. Se hicieron presentes la mayor parte de las organizaciones de lesbianas del país: La Casa del Encuentro, Las Fugitivas, Baruyeras, Las Diversas y, Malas como las Arañas. Con quienes los y las compañeras de Carne Clasista y Las Rojas compartimos la calle (porque la mayoría decidimos no entrar a la feria del Encuentro), materiales y discusiones esos dos días. Creemos que este contacto fue muy bueno para conocernos y empezar a pensar nuevas instancias de coordinación.

Lamentablemente para el resto de la izquierda partidaria, ésta sigue siendo una problemática que queda lejos y sólo desde el nuevo MAS nos dimos un trabajo y una elaboración específica para este momento: un boletín del que se vendieron 120 ejemplares.

Que lo vivencial no niegue la política

Como suponíamos, dentro de los talleres de debate organizados las discusiones se plantearon con un corte básicamente "vivencial". Es decir, cada compañera da su testimonio personal de la opresión que sufre como lesbiana, bisexual o trans y comparte sus experiencias. Entendemos que si bien esto puede resultar útil y necesario sobretodo para aquellas compañeras que comienzan a reconocerse públicamente, a "salir del closet", es vital para el activismo y para el movimiento en su conjunto ir construyendo espacios de discusión política propios que superen la instancia testimonial, y comenzar a tener una visión global del lugar en que como mujeres y como minorías sexuales nos quiere poner el capitalismo patriarcal y heterosexista, que nos explota, nos oprime y normativiza duramente nuestra sexualidad e identidad de género.

En el avance en la comprensión política de la opresión que vivimos y del conjunto de relaciones sociales donde esta opresión específica se da, podemos entender la necesidad de organizarnos y constituir nuestro movimiento como uno de lucha y transformación.

Este paso de "lo personal a lo político" es cualitativo. Pero no en el sentido en que habitual y abusivamente se cita el slogan feminista de los '70 "lo personal es político", equiparando lo personal y lo político, que están íntimamente relacionados pero no son lo mismo. "Salir del closet", "hacerse visible" es un hecho personal que como tal tiene una dimensión política pero no es ya "política en sí". Asumirse lesbiana, gay, bisexual o trans, más allá de su valoración humana que en muchos casos significa perder el trabajo, afectos, enfrentarse a prejuicios y en algunos países (aún hoy) a la cárcel o la pena de muerte, en sí mismo y de forma aislada no cuestiona el patriarcado, ni alcanza para cuestionar o transformar esta sociedad basada en la heteronormatividad compulsiva y la imposición de la familia patriarcal burguesa, la misma que nos invisibiliza.

Tomar este acto personal e individual por "política" o un "hecho político", es una sobrevaloración, o en algunos casos, una "mistificación intencionada", ya que pretende hacer pasar como "problema" o, mucho peor, como "obstáculo personal" una cuestión social y política como es la opresión sexual. Se pretende hacer política, que "con decirlo alcanza", "con mostrarlo basta" para "subvertir", "revolucionar", o exageraciones por el estilo que desarman a las compañeras y compañeras que se enfrentan a situaciones de riesgo al no ubicar en su justa dimensión el carácter social y no individual de la opresión sexual. Pero nosotras sólo ligándose a experiencias históricas y tradiciones de lucha y de resistencia como el feminismo revolucionario y las minorías se-xuales combativas, sólo encontrando su dimensión colectiva es que nuestras experiencias personales comunes pueden acceder al plano político para transformar la realidad y que esto debe plasmarse en algo muy concreto: la organización.

Al igual que sucede en los Encuentros Nacionales de Mujeres, debemos sacar la conclusión de que con el testimonio vivencial no alcanza, y que generalmente se crean los espacios vivenciales y terminan siendo, en vez de un espacio de contención y apoyo personal, una táctica burocrática para nada inocente de quienes los organizan para que no se decida ni resuelva nada, para desmovilizar e impedir la organización independiente. En este caso fue la kirchnerista Federación LGBT y el INADI.

Desde Las Rojas y Carne Clasista, nuestra apuesta está orientada a ir generando instancias para empezar a problematizar esta situación de opresión como un todo, no en momentos separados, planteándonos que la pelea para la liberación plena de nuestra sexualidad sea parte de una lucha revolucionaria por cambiar la sociedad en su conjunto, en necesaria alianza con otros sectores explotados y oprimidos: el conjunto de la comunidad lgtbi, el movimiento de mujeres, las y los trabajadores, etc. Entendemos que desde esta perspectiva, avanzando en la lucha por el todo, es como mejor vamos a arrancarle al actual gobierno conquistas como la igualdad de derechos en materia de matrimonio, maternidad, adopción, derogación de códigos represivos, leyes contra la discriminación, inclusión en el sistema de salud, etc.

Manejos burocráticos u organización independiente

Las discusiones más ricas del Encuentro estuvieron en los pasillos y la vereda, donde confluía el activismo y las compañeras independientes. El Taller de "Feminismos" (que era autoorganizado) también anduvo por este camino. Dentro de los talleres preestablecidos, como el de "Organizaciones Lésbicas-Bisexuales", o el de "Arti-culación con otros movimientos sociales", que más concentraron al activismo, fueron dirigidos por María Rachid, presidenta de la Federación LGBT y de Las Fulanas, quien se ocupó de neutralizar en las discusiones cualquier posicionamiento crítico hacia la gestión kirchnerista y a sus portavoces dentro del movimiento, la Federación que ella dirige. Esta movida resintió a muchas compañeras y la bronca terminó cristalizando en el plenario de cierre del Encuentro. Allí, pautada la lectura de las conclusiones de cada taller, nos encontramos con que la organización del Encuentro tenía el monopolio de la palabra, algo muy alejado de la idea de plenario.

Pero la discusión abierta por diversas activistas abrió el camino para que se escucharan grandes críticas al manejo burocrático que se hizo durante las jornadas por parte de la organización y sus intentos de apropiarse de encuentros como éste, que forman parte del movimiento en su conjunto y que no son propiedad de ninguna organización específica. Se discutió fuertemente sobre el carácter del próximo Encuentro, y quiénes iban a ser las encargadas de organizarlo, ante el acaparamiento de la actividad que estaba haciendo EspArtiLes. Finalmente se logró que sea un ámbito de coordinación nacional, con compañeras que están por fuera de este espacio hegemonizado por Rachid y que son representativas de otras agrupaciones independientes de todo el país.

Desde nuestro punto de vista, detrás de estos manejos burocráticos hay posiciones políticas claras que están dificultando la organización independiente de un movimiento que luche calles para luchar contra la opresión sexual y comience a cuestionar y exigir al gobierno K por sus demandas. Ya estas maniobras burocráticas se expresaron fuertemente en la pasada Marcha del Orgullo de Bs. As., cuando la Federación LGBT impidió avanzar mediante una patota al camión de sonido de nuestro espacio de la llamada "Contra-Marcha", bloque de la Marcha donde participamos los independientes y la izquierda. Como ante nuestro enojo y resistencia en aquella Marcha, Rachid respondió de la misma manera frente a los cuestionamientos en el Encuentro: "Hay un orden y hay que respetarlo, si no les gusta hagan otra Marcha/otro Encuentro", ergo "la Marcha/el Encuentro son míos y sólo míos porque yo represento al movimiento". Para nosotras no es un problema de una persona, una cuestión "personal", sino un problema profundamente político y que tiene que ver con la defensa de la política para las minorías sexuales del gobierno K en el marco de su política cosmética de Derechos Humanos que llevan adelante el INADI y la propia Federación LGTB.

Pero si bien la dirección de la Federación LGBT de la mano del INADI es la encargada de bajar la política K hacia el activismo lgtb, aún no consigue ser una "burocracia orgánica", llamémosle así con las dimensiones del caso: no tiene una base militante propia. Creemos que el objetivo político último del Encuentro de Rosario era ese: que decenas de compañeras independientes y nuevas activistas "entraran" a EspArtiLes, (propuesta explícita de Rachid) para militar la política del Gobierno y aceptando su incuestionable dirección. No contaban con que la bronca antiburocrática que se viene acumulando hace tiempo y los cuestionamientos por las arbitrariedades organizativas del Encuentro prendieran la mecha de la discusión y las compañeras le arrebataran a un "plenario arreglado" una instancia de debate genuina acerca de cómo y para qué organizarse y de quiénes nos representan. Consideramos esta pelea como un paso adelante por la posibilidad que abre hacia el movimiento en su conjunto. Por supuesto, que esta instancia es sólo un paso adelante en el camino abierto por cual que hay que construir y donde "la burocracia" no entregará así como así el terreno ganado.

Poner en pie y coordinar políticamente al activismo

Por eso, y retomando lo dicho con anterioridad, nos parece primordial empezar a construir ámbitos políticos de coordinación y discusión política del activismo, tanto como para poner en pie al movimiento como para darle un horizonte político claro. Desde Las Rojas y Carne Clasista, seguimos impulsando en todos los espacios la necesidad de poner en pie más que nunca un movimiento feminista unitario que tome todas las reivindicaciones que tenemos el conjunto de las minorías sexuales y las haga parte de su lucha. Como primer paso hay que jugarse a coordinar con todas y todos los activistas que podamos una primera acción concreta para este 28 de junio en conmemoración de la revuelta de Stonewall, retomando el Orgullo como tradición de la lucha, y llevando al próximo Encuentro Nacional de Mujeres esta discusión, para que seamos miles quienes salgamos por un movimiento feminista unitario de lucha en las calles.

Por el derecho al aborto y la libertad para Romina Tejerina

Basta de opresión y discriminación. Como en Stonewall: ¡Salir del closet, tomar las calles!

Luchemos todas y todos contra el capitalismo patriarcal