Socialismo o Barbarie, periódico Nº 127, 22/05/08
 

 

 

 

 

 

10 de agosto: referéndum presidencial en Bolivia

¿Revocatorio o confirmatorio?

Por Martín Camacho
Desde La Paz, 21/05/08

Por una razón o por la otra, el gobierno de Evo Morales ha dejado hacer a la oligarquía del Oriente lo que quiera con una parte del país. No tuvo una sola medida firme para enfrentar al referéndum que dio aprobación a los estatutos autonómicos ilegales en Santa Cruz. Si en un primer momento, el gobierno parecía tener la postura del “boicot” convocando a cocaleros del Chapare o a movilizar los enclaves que tiene el MAS en el departamento de Santa Cruz, como las localidades de San Julián, Yapacani, San Ramón o los pobladores del plan 3000, estos amagues de movilizar fueron rápidamente dejados de lado por uno y otro motivo.

Sin embargo, a pesar de esto, ya se ha informando en la edición anterior, que al Comité Cívico cruceño el referéndum no salió cómo quería. Logró un triunfo político, pero los resultados no fueron tan categóricos. Esto se debió enteramente a la iniciativa de aquellos sectores populares que, de manera más o menos espontánea e independiente, votaron No, no fueron a votar o se movilizaron de manera multitudinaria en su rechazo en las ciudades del occidente como Cochabamba y La Paz.

¿Se queda o se va Morales?

Pero enseguida, por las “vueltas mortales” que tiene la política en esta convulsionada Bolivia, el bloque parlamentario de Podemos cometió el error de servirle en bandeja al gobierno del MAS una carta que no estaba en sus cálculos: un referéndum “revocatorio” que se realizará el próximo 10 de agosto. Pero si la jugada inicialmente había sido pensada por el gobierno para lograr una relegitimación electoral y luego la oposición pensó que podría usar el instrumento para destituir al gobierno del MAS, en estos momentos parecería que la jugada le saldría mejor a Morales y Linera. Es que estos marchan en las encuestas con grandes posibilidades de resolverlo a su favor. Por si esto fuera poco, incluso prefectos opositores como “Pepelucho” Paredes en La Paz y Manfred Reyes Villa en Cochabamba podrían perderlo, con lo que el MAS podría recuperar –electoralmente hablando– regiones que estaban atisbando subirse a la reaccionaria marea “autonomista”. En todo caso, todavía queda mucho tiempo hasta agosto razón por la cual, por ahora, sería apresurado dar una posición táctica taxativa desde la izquierda sobre qué hacer el 10/08.

En definitiva, lo que podría haber sido pensado desde la oposición como un referéndum reaccionario para destituir al gobierno, podría terminar siendo una ratificación que de alguna manera le termine dando un aire al gobierno del que hoy carece.

Santa Cruz, la nueva CPE y el problema de la tierra

Pero lo anterior no puede hacer perder de vista cuanto ha avanzado la oposición política burguesa y la oligarquía: prácticamente, lo que ha terminado ocurriendo es que se les ha prácticamente “regalado” el oriente del país, región donde están radicadas las principales fuentes de los hidrocarburos.

Esto tiene una “historia”. Desde el comienzo mismo de su mandato, Morales y Linera han estado a la búsqueda de una “salida pactada” a la crisis del país. Esto se expresó en la Constituyente con los mecanismos de “cláusula cerrojo” y otras garantías suplementarias para una oposición burguesa oligárquica y racista que ni aún así aceptó pacto alguno y se dedicó día y noche a socavar la posible adopción de un nuevo texto constitucional (CPE).

La fantasía de Morales y Linera –fantasía que a pesar de todos los pesares sigue en la cabeza del gobierno– era él lograr así un “gran acuerdo nacional” como para reglamentar un susodicho “capitalismo andino-amazónico” sin salirse de los parámetros establecidos por la nefasta ley 21060 pero adelantando algunos tibios elementos de capitalismo de Estado por la vía de la seudo-nacionalización del gas, entre otras medidas.

También, ha intentado poner algunos límites en lo que hace a la tenencia de las tierras, aunque sin afectar en nada esencial lo que hace a la estructura ultra-concentrada de la propiedad de la tierra, sobre todo en el oriente. A esto le ha llamado rimbombantemente “revolución agraria”, una “revolución” de la que, hasta ahora, no se ha visto nada de nada. Porque además, los más que tímidos pasos que pretendió dar Morales en este terreno, se han visto completamente contrapuestos con el apoyo total de los terratenientes a los estatutos autonómicos que los favorecen en todas sus medidas. Así, como dice muy claramente el presidente de la Cámara Agropecuaria del oriente (CAO) Mauricio Roca, “la tierra y el desarrollo agropecuario son competencias exclusivas del departamento y del futuro gobierno departamental”. Como si fuera poco, la perpetuación del latifundio es también apoyada por la cúspide la iglesia católica como declaró contra toda evidencia el Cardenal Terrazas, que dijo que “en estas grandes extensiones de tierra no se encuentran originarios Guaraníes en estado de semi esclavitud”... Como muchas veces lo hemos visto la iglesia defiende los intereses de los más ricos. Ni hablar ya del vergonzoso episodio en el cual las autoridades gubernamentales, fueron corridas a tiros por latifundistas en Camiri. Y para colmo, el referéndum dirimitorio para establecer si se puede considerar latifundio a partir de 5000 o 10000 hectáreas, está postergado sine die.

Lo que el gobierno “popular” fue capaz hasta el momento es hacer recular las luchas sociales que venían en ascenso entre los años 2003 y 2005, dejándolas en un claro segundo plano y utilizando la movilización de los sectores más afines, solamente en casos especiales, bien controlados desde arriba, por el miedo al desborde por izquierda que en algún momento diera el aviso que las jornadas de octubre no se han perdido en la conciencia de la gente. Con esto, la oligarquía no sólo fue levantando la cabeza y los brazos, sino que terminó imponiendo en gran medida la agenda al gobierno, mientras la nueva CPE que al gobierno le llevo más de año y medio hacerla votar en la Constituyente sigue aplazada hasta nuevo aviso, como el ya señalado artículo sobre latifundio Esto es sólo producto de las una y mil veces que el gobierno le ha concedido a la oligarquía mucho más que posibilidades de hablar: la posibilidad también de decidir el futuro del país.

Los referéndums autonómicos que se vienen

Sin embargo y como venimos desarrollando, con la convocatoria al referéndum de agosto el gobierno ha recuperado cierta iniciativa. Pero de aquí no se sigue que la política general del gobierno haya cambiado. Porque los referéndum autonómicos de Tarija, Beni y Pando siguen en pié.

Uno de los diputados más importantes del MAS, Gustavo Torrico, aclara esto cuando afirma respecto de los Comités Cívicos: “Vamos a ver hasta donde llegan y a partir de allí vamos a iniciar todos las acciones que debemos iniciar (...) Queremos ver que es lo que van a hacer”. ¿Qué pasa? ¿Acaso no se sabe qué es lo que van a hacer? ¿Acaso se puede perder de vista que en los estatutos recientemente aprobados tienen la potestad de crear parlamento propio, policía propia, control de la tierra, de los impuestos y recursos naturales? ¿Qué se puede pensar que hagan si el gobierno hoy día no tiene pisada en muchos lugares del departamento de Santa Cruz como por ejemplo lo sucedido en la provincia Cordillera en la región del Alto Parapetí donde una comisión del INRA, queriendo sanear tierras, fue vergonzosamente rechazada por latifundistas a piedras y balas amparados por el prefecto del departamento Rubén Costas?

Y no se trata solo del terreno de las autonomías: es desastrosa la capitulación del gobierno en el terreno económico a una oligarquía que hoy día impone los precios a través de la especulación con los alimentos como el aceite, carne, harina o arroz. Y si se implementan las determinaciones de los estatutos autonómicos, estos precios se multiplicarían porque, como se sabe, muchos de los alimentos son producidos en el departamento de Santa Cruz.

Hace falta poner en pie una Asamblea Nacional, Obrera, Originaria, Campesina y Popular

A pesar del apoyo mayoritario que sigue teniendo en las grandes ciudades de occidente y en el campo, el descontento de la clase media por la suba de los precios, sumado a los míseros aumentos de salario a la clase trabajadora, pueden estar abriendo elementos de una experiencia por la izquierda con el gobierno del Frente Popular. Esto sería decisivo en estos momentos, porque ya han salido a hablar figuras del pasado que hoy reviven por el descontento a la situación política, como es el ex presidente Carlos Mesa, o el reciclado Filemon Escobar hoy devenido en el mayor conciliador con la derecha.

Todo esto implica solamente una salida y hoy más que nunca tiene que ser una alternativa de la izquierda revolucionaria a través de los sindicatos más combativos. Porque hay que preparar las luchas que se vendrán sabiendo que el gobierno no está dispuesto a hacer nada serio contra la oligarquía separatista.

Hoy más que nunca necesitamos los trabajadores y la clase explotada de este país un Instrumento Político de las y los Trabajadores y crear las condiciones para llamar a una Asamblea Nacional Obrera, Originaria, Campesina y Popular para levantar las reivindicaciones de la clase obrera y enfrentar con la movilización de las masas a la oligarquía divisionista de este país.