Socialismo o Barbarie, periódico Nº 124, 17/04/08
 

 

 

 

 

 

Rebelión popular en Haití

¡Fuera las tropas de ocupación de Cristina K,
Lula y Tabaré Vázquez!

Desde la primera semana de abril, una inmensa rebelión popular sacude la isla. La causas son las mismas que en los últimos tiempos han desencadenado protestas y estallidos sociales en varios países, como las ocurridas simultáneamente en Egipto.

La crisis mundial, por un lado, que impulsa la especulación con las materias primas frente al derrumbe del dólar, y, por el otro, la criminal utilización de los cereales como “biocombustibles”, están disparando a las nubes el precio de los alimentos.

Así, en los países más pobres del planeta, el capitalismo está produciendo en los últimos meses un salto en el hambre de millones de personas. Esto comienza detonar rebeliones como las de Haití y Egipto.

Pero, en el caso de Haití, nos cae una responsabilidad directa a los trabajadores y los pueblos de Argentina, Brasil y Uruguay. Los haitianos hambrientos que han salido a la calle a protestar, están siendo masacrados por las tropas de ocupación enviadas en su oportunidad por los gobiernos “progresistas” de Brasil, Uruguay y Argentina.

En el 2004, la crisis social y el descontento por el desastre del gobierno de Aristide, fue aprovechado por Washington para alentar un golpe de estado, e imponer, por enésima vez, la ocupación militar de la isla. Pero EEUU ya estaba hundiéndose en el desastre de Iraq, y necesitaba cada uno de sus soldados. Bush recurrió entonces a sus amigos Lula, Tabaré y Kirchner, para que enviaran tropas y le ahorraran el gasto.

Así, con la bendición de la ONU, siempre lista para legalizar los atropellos militares del imperialismo, se creó la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH, en inglés), bajo comando de Brasil e integrada principalmente por tropas de ese país, Uruguay y Argentina.

Aunque en el 2006 se realizaron elecciones –que ganó René Preval, un candidato que se presentó con patente de “progre”– la ocupación militar ha continuado. Los lineamientos neoliberales de la economía impuestos bajo la ocupación, basados en el establecimiento de “maquilas” que explotan salvajemente a los haitianos, no mejoró la situación del país ni de los trabajadores. Los primeros soplos de la crisis mundial han producido el estallido de hambre que llevó a la actual rebelión.

En lo inmediato, se impone exigir en Argentina, Brasil y Uruguay el retiro inmediato de las tropas. ¡Es lo mínimo que podemos hacer en solidaridad con nuestros hermanos de Haití!.