Socialismo o Barbarie, periódico Nº 124, 17/04/08
 

 

 

 

 

 

Todas a las calles por libertad a Romina

Suprema injusticia

Agrupación Carne Clasista
Contra la Opresión Sexual y Social
carneclasista@yahoo.com.ar

En la misma semana, la Suprema Corte de Justicia dio vía libre al represor Patti y confirmó la brutal sentencia de escarmiento que continuará dejando en prisión a Romina Tejerina al menos por cuatro años más. Esto debe ser señal para redoblar la movilización por su liberación.

Suprema Injusticia

En los últimos días, en medio de una crítica situación política para el gobierno, la Suprema Corte kirchnerista, mediante un fallo que remite al que en su momento benefició al general Bussi, habilitó a Patti para que pueda reclamar su banca de diputado. Recordemos que Patti se encuentra procesado por crímenes de lesa humanidad, torturas, encubrimientos durante la última dictadura militar. Pese a encontrarse actualmente detenido desde 2007, Patti estaría en condiciones de recuperar sus fueros y eventualmente reclamar su banca (que ahora ocupa su reemplazante Dante Caamaño). Aunque fue electo diputado en 2005, la Cámara le impidió asumir por “inhabilidad moral” por su accionar durante la dictadura.

Pero ésta no fue la única decisión tomada por la Suprema Corte, en su momento celebrada por algunos como “más progre” y a tono con la impronta pro derechos humanos de la fachada kirchnerista. También en estos días, las juezas Argibay y Highton de Nolasco, junto a Petracchi y Lorenzetti, confirmaron el fallo contra Romina, la joven jujeña víctima de violación condenada a 14 de años de prisión. Contra todas las expectativas que se habían echado a correr la semana pasada en el sentido de la posibilidad de liberar a Romina otorgándole la libertad condicional, la votación de la Corte fue 4 votos en contra y 3 a favor, definiendo a último momento el voto en contra del juez Lorenzetti.[1]

Esta decisión echa por tierra el supuesto “progresismo” de la Corte, que por un lado habilita a un represor para que pueda acceder a su cargo de diputado, y por otro, condena a una joven violada a la cárcel convalidando un espurio proceso donde son reafirmados los valores patriarcales, machistas y patronales más reaccionarios contra las mujeres pobres. Hace evidente cómo a último momento la balanza inclinada por Lorenzetti en contra de Romina responde a una clara intervención política del gobierno de Cristina K contra las mujeres que quieren decidir sobre sus propios cuerpos, más allá de las “sobreactuaciones” de la Presidenta sobre “las enormes dificultades que ella misma enfrenta por ser mujer”. Al mismo tiempo, hay que notar que las propias mujeres de la Corte (Argibay y Highton) votaron contra Romina.

Aquí, las compañeras del movimiento de mujeres que esperaban encontrar eco en ellas para sus demandas deben sacar conclusiones acerca de quiénes son las verdaderas aliadas de las mujeres, y por qué se debe luchar en forma independiente para conseguir las reivindicaciones.[2] Las compañeras que ven en la vía institucional y de “diálogo” con los sectores aparentemente progres del gobierno, y ven como “en sí mismo algo progresivo” que algunas mujeres burguesas se “empoderen” tienen los resultados a la vista. Si los ejemplos de Condoleezza Rice y Bachelet no bastaban, ahora están los de las “feministas” de la Corte y de la propia y “sufrida” Cristina K. Aquí queda más que claro que la problemática de género es una cuestión de posicionamiento político y de conciencia respecto de la opresión patriarcal y no de sexo biológico. Al mismo tiempo se evidencia por qué estos problemas hay que mirarlos desde los intereses de clase.[3]

Tomar las calles por la libertad de Romina

Como venimos planteando desde estas páginas, la lucha por la libertad de Romina no debió estar nunca escindida de la lucha por el derecho al aborto, libre, legal, seguro y gratuito. Así lo planteamos y así la llevamos adelante numerosas organizaciones de la izquierda, pese a que la campaña “oficial” por el derecho al aborto siempre quiso despegarse del tema de Romina porque, según una histórica referente Romina “ensuciaba la lucha por el Aborto” (M. Rosenberg). Y sobre todo, pese a que la dirección de la campaña por la libertad de Romina (PCR-CCC) ha llevado la lucha hacia un callejón sin salida, por la orientación de confianza en la justicia burguesa y sus instituciones, y su vergonzante actitud de conciliación y conmiseración, pero nunca de lucha, ni mucho menos ligada a la pelea por el derecho al aborto.

Por eso creemos que el futuro de Romina se encuentra hoy más que nunca en manos del movimiento de mujeres y sus aliados estratégicos, como el movimiento de minorías sexuales y las organizaciones sociales y políticas del pueblo trabajador. Debemos tomar las calles para exigir la libertad inmediata de Romina y seguir peleando por el derecho al aborto. Esta lucha debe ser emprendida con total independencia del gobierno y el Estado, sin depositar ninguna confianza en sus figurones progres, aunque sean mujeres, puesto que vimos qué valores patriarcales y retrógados defienden. Desde aquí, hacemos un llamamiento a organizarnos y tomar las calles para exigirle al gobierno que libere a Romina, parar este brutal ataque contra las mujeres y sus reivindicaciones históricas, y arrancarle con la lucha el derecho al aborto libre legal seguro y gratuito para que nunca más ninguna compañera tenga que pasar lo que están pasando Romina y miles de mujeres pobres más.

¡A las calles por la libertad inmediata a Romina Tejerina!

¡Aborto libre, legal, seguro y gratuito!


Notas:

1. “Altas fuentes, habituales y confiables, de la Corte revelaron a Página 12 que el caso Romina Tejerina estaba pronto a salir con votación favorable a la joven. La idea de la mayoría no era quitarle la responsabilidad, sino considerarla inimputable o reducir la condena al mínimo por la situación por la que había pasado y la falta de contención. Al haber cumplido cinco años de prisión, se daban los mínimos para la libertad condicional”. Página 12, 9-4-08

2. Algunas referentes del movimiento de mujeres, como una de las feministas históricas en Argentina, Magui Bellotti, de ATEM, consideró que el fallo es “lamentable, sobre todo, porque hay dos mujeres en la Corte Suprema”. Su enfado, admitió, es por el apoyo que ella misma y muchas de sus colegas abogadas brindaron a Carmen Argibay, “que se autodenominaba feminista”, para que ocupe su actual función en el Poder Judicial. “Se sacaron el tema de encima. No tomaron en cuenta cuestiones sustanciales como la vida y el contexto de las acciones de las personas. Es vergonzoso pero, sobre todo, nos causa mucha tristeza por ella”. Página 12, cit..

3. Afortunadamente algunas compañeras empiezan a ver este engaño, y así lo hacían saber: “es un retroceso” que “empezó desde que asumió Cristina Fernández”. “La Presidenta dice que se siente acuciada por ser mujer; nos parece una burla. Las dos juezas que tiene la Corte llegaron al poder y empezaron a relativizar todo lo que antes defendían. Es lamentable”, reflexionó Olga Cristiano en Página 12.