Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 109, 31/08/07
 

 

 

 

 

 

Honduras: jornada nacional de lucha unitaria

Ahora hay que preparar el paro cívico nacional

En las últimas ediciones de SoB  publicamos una serie de artículos de los compañeros del PST de Costa Rica  sobre la resistencia al TLC en ese país y las consecuencias devastadoras de éste en toda la región. La lucha contra las consecuencias del tratado ha tenido un nuevo hito en la Jornada Nacional de Lucha en Honduras. Reproducimos –como parte del valioso acuerdo de relacionamiento mutuo– un artículo que nos enviaron los compañeros del Partido de los Trabajadores hondureño.

La Jornada Nacional de Lucha Unitaria, organizada por la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular (CNRP), la CUTH y el COCOCH fue un éxito total. Se registraron 16 tomas de carretera en todo el país involucrando a más de cincuenta mil personas, exigiendo al gobierno respuesta a un pliego de demandas.

El pueblo hondureño se hizo sentir a lo largo y ancho del territorio. Los bloqueos se realizaron en Colón, Ceiba, El Progreso, La Guacamaya, San Pedro Sula, Santa Bárbara, Copán, Ocotepeque, Siguatepeque, Comayagua, Tegucigalpa, Juticalpa, Danlí, Choluteca incomunicando el país.

Las tomas se iniciaron de manera sincronizada desde tempranas horas de la mañana por las distintas expresiones del movimiento popular: maestros, sindicalistas, así como campesinos, pobladores, pueblos originarios, estudiantes universitarios y de secundaria que participaron en este movimiento.

El éxito de esta jornada de lucha se debe al carácter democrático con el que fue concebida, organizada y garantizada desde las bases logrando una masiva incorporación y el reconocimiento de la CNRP como una fuerza política beligerante, en la que se ha logrado agrupar importantes fuerzas políticas y sociales.

Este hecho no debe ser menospreciado, tiene una gran importancia pues la CNRP como un espacio de lucha unitario y democrático, articulada desde las bases y las distintas regiones del país se ha ganado un espacio en el movimiento popular, disputándole y en esta ocasión desplazando a las centrales obreras, como representante del pueblo movilizado.

La movilización aunque muy fuerte, no ha sido suficiente para arrancarle alguna de las demandas planteadas al gobierno reaccionario de Mel Zelaya y Roberto Michelleti, señal de ello es que el gobierno planteó que el encargado de la negociación fuera el canciller Milton Jiménez, un funcionario de segundo orden. Esa falsa negociación fue correctamente rechazada por todas las regiones de la CNRP.

Analistas y sindicalistas a sueldo de la burguesía como Juan Ramón Martínez o como Sara Suyapa Mendoza de la Confederación de Trabajadores de Honduras (CTH), acusaron que la movilización era de "compadre hablado" con el Poder Ejecutivo. El COHEP acusó que las manifestaciones eran "oscuramente financiadas". Uno de sus representantes tuvo el descaro de calcular en 12 ó 14 millones de lempiras lo que se necesitaba para hacer un movilización como la del 27.

Esto muestra la ceguera de la burguesía y sus empleados "intelectuales" y sindicales incapaces de comprender el profundo descontento social que se manifestó el 27 de Agosto.

La movilización se da en medio de una extrema debilidad del gobierno y una batalla feroz de las distintas facciones liberales por el control del "pastel" del Estado y la candidatura presidencial del Partido Liberal. Por lo cual no es de descartar que el gobierno intente utilizar algún sector del movimiento popular.

Justamente por esto se vuelve cada vez más importante que el movimiento popular defina una estrategia para aumentar y profundizar su movilización, para coordinar a todas las expresiones del movimiento popular que se movilizaron en esta jornada y que no hacen parte de la CNRP.

Esta estrategia debe partir del principio de la más absoluta independencia del movimiento popular, de las distintas facciones burguesas en pugna que intentan "llevar agua a su molino" y de la más amplia democracia desde las regiones y las bases.

Por eso creemos desde el Partido de los Trabajadores que es necesario la convocatoria a un Encuentro Obrero, Campesino y Popular organizado desde las bases y las regiones donde confluyan las organizaciones de la CNRP, la CUTH y el COCOCH. Este encuentro debe plantear un pliego de demandas unificado y un plan concreto de acciones para preparar un paro cívico nacional contra el gobierno de Zelaya-Micheletti, esa es la única forma en la que el gobierno burgués y neoliberal cederá a nuestras peticiones.