Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 108, 17/08/07
 

 

 

 

 

 

Ni el presupuesto, ni la reforma de los estatutos vendrán de la mano de las camarillas profesorales. Luchemos por otra Asamblea Universitaria

¡Democratización ya de la UBA!

Por Sergio Revelli

El lunes 6 estaba convocada la Asamblea Universitaria que, teóricamente, tenía que empezar a discutir la reforma del estatuto. Ya en los días previos y en todos los diarios aparecía que no había consenso entre las mafias que tienen la mayoría de la Asamblea y que todo pasaría a cuarto intermedio hasta una futura sesión. No tienen consenso sobre si reformar o no; ni qué retoques hacerle en caso de reformar. Y para completar el cuadro, hoy la Universidad está cruzada por el problema cada vez más candente de la crisis presupuestaria y la irresolución de ésta (no hay fondos literalmente) agudiza cualquier debate sobre el rumbo de la UBA. Mientras los radicales sólo quieren mantener sus privilegios y los decanos “progres” son cómplices del gobierno nacional, hace falta desarrollar desde el movimiento estudiantil la lucha por mayor presupuesto y la democratización.

La larga sesión de la Asamblea Universitaria, a pesar de que no resolvió prácticamente nada, dejó sobre la mesa muchas conclusiones políticas. Lo primero que hay que marcar es que quedó expuesta una vez más la reaccionaria composición del régimen universitario: el mencionar que la gran mayoría le negó la palabra a los trabajadores del Hospital de Clínicas y se retiró de la Asamblea para no votar que había que reclamarle al gobierno nacional el presupuesto necesario para el funcionamiento habla por sí solo. No quisieron debatir nada: sólo refrendaron unas resoluciones de poca importancia a la mañana, aprobaron un cuarto intermedio pasado el mediodía y al volver (se tenía que discutir el problema presupuestario) dejaron la asamblea sin quórum, realizando un papelón. Y a pesar que los medios burgueses salieron a demonizar a la FUBA, los centros de estudiantes y al movimiento estudiantil en general, lo cierto es que fueron los radicales, peronistas y los delfines del gobierno quienes no quisieron debatir ni resolver la correcta exigencia de un plan de lucha por presupuesto y decidieron marcharse. Todos aceptan que hay crisis presupuestaria, pero de luchar por presupuesto no quieren ni escuchar.

Crisis en las alturas

Lo que dejó en evidencia la Asamblea Universitaria es que entre las camarillas cada vez hay menos acuerdos. Ya se ve en los Consejos Superiores que entre los decanos se sacan los “ojos” por la repartija de las miserias presupuestarias, que no concuerdan en las reformas para el estatuto ni en los repartos de espacios de poder. Sólo acuerdan en acallar al movimiento estudiantil y nada más. Es por esto que pactaron ponerlo a Hallú como rector y Sorín de vice, pero hasta ahí llegaron “todos juntos”. A su vez el rol de los llamados “progres” cada día es más patético: votaron que no hable el Clínicas, callaron ante el problema presupuestario y encima salieron en todos los diarios de los días posteriores hablando contra “la derecha y la izquierda”. Los Schuster, Trinchero, Sorín, Aliaga son parte del régimen reaccionario y nada progresivo vendrá de su parte (aunque el MST y la CEPA sean parte de las gestiones de varios de ellos) y la lucha es también a pesar y contra ellos.

Masificar la lucha por presupuesto y democratización. Por otra Asamblea Universitaria

El problema más candente que hoy cruza la UBA es la asfixia presupuestaria. La necesidad de triplicar el raquítico presupuesto universitario se hace cada vez más urgente ya que éste se encuentra congelado desde hace años, y con la devaluación dio un tremendo salto en su ajuste debido a que todo se encareció casi el triple mientras el presupuesto fue mantenido tal cual. La política del gobierno K para la Universidad no ha cambiado respecto a sus antecesores y la situación de la Universidad es preocupante: edificios en pésimas condiciones, 30.000 docentes trabajando sin cobrar, sin becas para estudiantes que las necesitan y abandonan por problemas económicos, sin comedores para los estudiantes, el Hospital de Clínicas colapsado, grafican una destrucción sistemática.

Hoy tenemos que  armar una gran lucha por el presupuesto, pero ésta debe estar íntimamente ligada a la lucha por la democratización. De nada nos serviría conseguir el presupuesto y que quede en manos de todas las camarillas (radicales, peronistas o “progres”), que son fieles aplicadoras de la LES. La lucha por el aumento del presupuesto debe estar unida a la lucha por cambiar el cogobierno e imponer la mayoría estudiantil, el claustro único docente, voz y voto a los no docentes y elección directa de las autoridades. Es necesario imponer una nueva Asamblea Universitaria, conformada bajo estos parámetros, que suplante el actual régimen universitario que chorrea mugre, que sirva para solucionar efectivamente los problemas de la Universidad y permita avanzar en ponerla al servicio de los trabajadores y el pueblo y no de las empresas  y el gobierno nacional.

Hay que hacer asambleas en todas las facultades y sedes del CBC, potenciar un masivo movimiento estudiantil organizado en interfacultades que esté en condiciones de torcerle el brazo al gobierno de Kirchner.