Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 108, 17/08/07
 

 

 

 

 

 

El terremoto financiero y la Argentina K

¿Y por casa cómo andamos?

Por Claudio Testa

Como ya señalamos, la bonanza económica bajo el gobierno K es principalmente un subproducto del crecimiento internacional de los últimos años. Si éste se revierte y si, especialmente, vamos a una recesión mundial severa, la situación de Argentina (como la de la mayoría de los países latinoamericanos), va a estar muy comprometida.

Es que el boom de la economía K ha sido en primer lugar un reflejo del ascenso en los precios de las materias primas que son el principal rubro exportador de nuestro país. Una fuerte recesión en EEUU (que se trasladaría a escala mundial) va a pegar en primer término sobre los países latinoamericanos, que son los más directamente relacionados con lo que suceda allí.

La acumulación de reservas en el Banco Central, como no existían en los tiempos de De la Rúa, ha hecho declarar al gobierno que con ellas tiene suficiente “poder de fuego” como para defenderse de cualquier circunstancia.

Evidentemente, no está en la misma situación del 2001... pero convendría no exagerar la cosa.

Es que hay otros problemas que pueden tener derivaciones no menos graves: el regreso con todo de las tendencias inflacionarias clásicas de la economía argentina (que se pueden borrar en las estadísticas del INDEC pero no en la realidad), el acelerado desgaste del superávit fiscal y los déficits que amenazan con estallar en las provincias, en primer lugar en la de Buenos Aires, la deuda externa que pese al default del 2001 y las renegociaciones posteriores ya sobrepasa los 160.000 millones de dólares, la redoblada presión internacional de las empresas privatizadas para “sincerar” las tarifas, que si se acepta va a tener un efecto recesivo... Y así podríamos seguir con una larga lista de dificultades que se potenciarían en medio de una recesión estadounidense y mundial...

Esto, además, debe servir de alerta. Los planes de poner a los trabajadores en el cepo de un “Pacto Social” se van a hacer más urgentes para el gobierno, en la medida que el panorama de la economía internacional se ponga más sombrío.