Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 108, 17/08/07
 

 

 

 

 

 

Paro de las opositoras del SUTEBA y escándalo para la lista Lila

El gobierno, Baradel y Perillo contra los docentes

Docentes del nuevo MAS
Agrupación Carlos Fuentealba / Lista Gris

Al momento de la salida de esta edición se está realizando un muy duro paro de las seccionales opositoras del SUTEBA (La Plata, General Sarmiento, Lomas de Zamora, Marcos Paz y otras). Con asambleas masivas la semana pasada, sobre todo en La Plata (1.000 compañeros) y Gral. Sarmiento (500 asistentes), se votó este paro de 24 horas, que en los últimos dos días ha debido enfrentar la “apretada” conjunta de la Celeste, la Azul y Blanca y los telegramas del gobierno de Solá, amenazando a los docentes que paren con descontarles el día.

Es sabido que en el SUTEBA las seccionales no tienen ningún poder de negociación formal sobre el salario y condiciones de trabajo, lo que convierte a los paros de la oposición en medidas de fuerza fundamentalmente políticas. Por eso, que las opositoras docentes logren, nuevamente, imponer un paro con la fuerza y decisión con que lo está haciendo, contra viento, marea, el gobierno y la burocracia, es un elemento de inmensa importancia.

La base del actual reclamo fue el contraste entre el feroz salto que está dando a diario la inflación real (el precio de los zapallitos fue “el” comentario en la asamblea de Sarmiento) y el miserable aumento “conseguido” a principios de año por la CTERA y el SUTEBA. Un aumento que –como era de esperar– fue devorado por los aumentos de precios con la velocidad de un rayo. Esta es la razón de fondo para que la medida de lucha venga fuerte y masiva por la base.

La Celeste y la Azul y Blanca contra el paro

Lo particular del caso en el conflicto que se ha abierto es el lugar que tiene en él la campaña para las elecciones del gremio. Que las direcciones del CTERA y SUTEBA estuvieron y están enfeudadas con todos los gobiernos patronales, que son entregadoras de una y mil luchas, es algo de lo que muchos compañeros y compañeras son concientes. Por no ir más lejos, en marzo pasado levantaron el paro en ciernes en la provincia de Buenos Aires con la excusa de un aumento miserable, dejando aisladas las luchas del interior del país (cuya más trágica consecuencia fue el asesinato de Carlos Fuentealba).

Siguiendo esta línea, el martes 14 por la noche, en el plenario de secretarios generales del SUTEBA, Baradel y Perillo votaron conjuntamente contra el paro de las opositoras, quitándoles así toda cobertura legal de manera tal de facilitar el descuento por parte del gobernador Solá del día de trabajo. Una canallada que no tiene nombre, y que anticipa el verdadero contenido que va a tener el “pacto social” (estado, gobierno y sindicatos) que se viene de la mano de Cristina K.

Pero la nueva circunstancia es que la lista Lila, confirmando su carácter de engendro electoralista, está integrada no sólo por sectores o agrupaciones que vienen de la izquierda, sino también por la Azul y Blanca, precisamente encabezada por el mismo Darío Perillo (secretario de Organización del SUTEBA), ¡que acaba de votar con la burocracia del SUTEBA contra el paro!

Ahora se ve que lograr la “unidad” a cualquier precio no era un problema meramente “electoral”. Porque en la actual coyuntura, Perillo no sólo maniobró tratando de evitar que las opositoras lanzaran el paro de manera independiente, sino que, con el paro en la calle, actúa abiertamente de rompehuelgas.

Lo más lamentable del caso es que lo hace contando con la complicidad de agrupaciones como Alternativa Docente (MST) o Docentes en Marcha (IS), integrantes del MIC, que al formar la Lila juegan, inevitablemente, el papel de comparsas de Perillo. Esto no puede disimularse con la pretendida “alternativa” que propusieron a la medida de paro, la marcha del viernes 10, a la que presentaron como una marcha “de las opositoras” cuando en realidad sólo lo era de su propia lista. Fue una marcha puramente electoral, que pasó sin pena ni gloria.

La conclusión que se impone es que las seccionales dirigidas por la Azul y Blanca no sólo no se suman al paro, sino que la Lila incluye abiertos rompehuelgas que pretenden entregar a los docentes luchadores a las apretadas del gobierno.

La bancarrota del seguidismo

Esta situación plantea un interrogante. ¿Hasta cuándo agrupaciones que se dicen de “izquierda” van a seguir haciendo acuerdos por arriba, llenándose la boca de una falsa “unidad” de espaldas a las necesidades de la base docente que estalla por el aire en el preciso instante donde se debe salir a luchar? Pero en vez de cambiar de proceder, esas mismas agrupaciones seguramente ahora estarán especulando con el supuesto “error” de haber convocado a esta pelea “por fuera del sindicato”, por fuera de los marcos “orgánicos”.

Porque precisamente este punto es parte de las discusiones estratégicas con la Lila. En primer lugar, con corrientes como la de Perillo: ya en oportunidad de las discusiones por la conformación de una lista opositora en el SUTEBA, desde el nuevo MAS habíamos salido a rechazar el ataque de la Azul y Blanca a los docentes salteños por ser “autoconvocados”. Pero no sólo con ella, sino también con el MST e Izquierda Socialista (y además, otros grupos “sindicalistas” como Izquierda de los Trabajadores o el FOS, con presencia en alguna seccional y que asimismo integran el “rejunte” sindical oportunista que es el MIC).

El debate es con la Lila en su conjunto, porque le temen como a la peste a la acción independiente de la base docente. Paradójicamente, aunque desde hace años viven llenándose la boca con la palabra “lucha”, su comportamiento no ha pasado mayormente de ser “oposiciones de Su Majestad”, es decir, buscan llevar todo a la vía muerta de la mera “exigencia”, acusando a las agrupaciones que impulsamos el accionar independiente de “divisionistas”.

Pero la realidad vale más que mil palabras. Porque las acciones independientes de las opositoras son cada vez más legítimas y masivas. Y porque la recuperación del SUTEBA y la CTERA como herramientas nacionales de lucha sólo podrá venir de que crezca, de manera exponencial, el desborde a una dirección que, desde el lejano 1988, nos ha ido llevando de derrota en derrota.

Parar y votar a la Rosa-Gris-Roja

En estas condiciones, en las próximas semanas, hay que redoblar esfuerzos alrededor de garantizar e impulsar las medidas de fuerzas y las instancias organizativas independientes.

A la vez, ante la cercanía del 6 de septiembre, hay que desarrollar con fuerza la recorrida de escuelas, la explicación de por qué ni la Celeste ni la Lila son alternativas para la base de nuestro gremio y la organización de las compañeras y compañeros para fiscalizar la elección del 6.

Llamamos a votar por la Rosa-Gris-Roja, porque sólo ella levanta un programa de lucha consecuente contra el gobierno K y por una real alternativa de dirección para nuestro gremio.