|
La
lucha por la democratización en La Plata
La
CEPA y la COPA se bajaron del desconocimiento de la asamblea
trucha
La
CEPA (PCR) y la COPA (Frente Popular Darío Santillán), que
comparten la presidencia de la Federación Universitaria de
La Plata (FULP), clausuraron la posibilidad de desarrollar
la lucha por el desconocimiento del rector trucho, elegido
en la Asamblea Universitaria a 300 kilómetros de La Plata
en el medio del campo y cubiertos por la Guardia de Infantería.
Las
dos agrupaciones de esas fuerzas en Humanidades dieron quórum
para que se elija a la decana Barleta, sin siquiera exigir
previamente que el consejo académico desconociera la
asamblea trucha. La maniobra fue burda: consensuaron un
temario en el que primero se aprobaba un pliego de
reivindicaciones gremiales mínimas –como el bicicletero
gratuito– que el consejo "se compromete a
aplicar", después la elección de decana y por último
la discusión sobre la asamblea. Así fue que una vez
garantizada la continuidad de Barleta, los consejeros de
graduados y la camarilla docente reivindicaron en la cara de
CEPA y COPA haber sido parte de la asamblea trucha y ni
siquiera hicieron un repudio simbólico.
El
desconocimiento de la asamblea trucha, primer punto en la
lucha de esta coyuntura, quedó en tercer lugar para estas
agrupaciones, que –al estilo de las autoridades–
definieron dar quórum sin discutirlo en ninguna asamblea.
El argumento de estas agrupaciones por lo bajo es que los
estudiantes "quieren que se elija a la decana". En
realidad, fueron ellos quienes abortaron la posibilidad de
abrir un proceso en la facultad cuando, en una asamblea con
más de 300 estudiantes, esperaron al final (cuando muchos
independientes se habían ido, confiados en que se abría un
proceso de lucha) para hacer valer el peso de sus aparatos y
votar que se eligiera a la decana a cambio de que se
comprometiera a resolver un par de puntos (ninguno en el
sentido de quitarle el poder a las camarillas ni de
apuntarle al corazón de la LES). La vorágine de la lucha
contra la asamblea trucha relegó la elección en
Humanidades, y volvía a abrir la posibilidad de una lucha
ya que tanto en el Congreso de la Federación como en una
nueva asamblea de Humanidades se definió exigir a los
consejos académicos el desconocimiento de la asamblea. Sin
esa definición, no se debía permitir que asumieran las
autoridades.
Pero
al mismo tiempo que por abajo le echan la culpa a los
estudiantes de su decisión de subordinarse a las
autoridades "progres" de la LES para "seguir
avanzando", la CEPA no tiene empacho en inundar la
facultad con carteles que hablan de "triunfo del
protagonismo estudiantil".
No
a la comisión de relegitimación de la asamblea trucha
Las
autoridades de la asamblea trucha pusieron en pie una comisión
de reforma de estatuto para relegitimarse en una nueva
asamblea universitaria en octubre. Para ser consecuentes con
la lucha por el desconocimiento, había que rechazar esa
comisión y poner en pie jornadas de discusión y resolución
sobre qué es para nosotros democratización junto a los
docentes, no docentes y los trabajadores y organismos de
derechos humanos con los que nos nucleamos en la
multisectorial. Para definir cómo ligar la lucha de la
democratización a la de derrotar la LES y la política
educativa K, cómo se vincula la lucha por una educación al
servicio de los trabajadores y el pueblo con la lucha contra
el techo salarial K, por trabajo para todos y contra la
impunidad.
Sin
embargo, tanto la CEPA como la COPA junto a otras fuerzas de
"izquierda" plantean sentarse en la comisión de
reforma de los estatutos siempre y cuando se garantice que
haya un representante por centro de estudiantes. Si las
autoridades acceden a ese pedido, de todas maneras, los
estudiantes seríamos minoría en esa comisión, con lo cual
convalidaríamos la reforma de la asamblea trucha.
El
argumento para sentarse es que "vamos a quedar como
unos locos si cuando nos ofrecen la reforma de los estatutos
nos negamos". En realidad, es su negativa desde el
comienzo a darle un contenido concreto al planteo de
"reforma de los estatutos", al no plantear la
mayoría estudiantil, con claustro único docente, no
docente y elección directa un hombre-un voto la que permite
la contraofensiva de las autoridades. Las camarillas de la
LES están dispuestas a dar alguna silla más a los docentes
hoy sin representación, a los no docentes y a los
estudiantes, mientras se mantenga la mayoría automática. Y
van a intentar alargarse los mandatos para perpetuarse sin
tanto conflicto.
Seguramente,
la CEPA también hablará de triunfo en octubre si la
camarilla cambia algo para no cambiar nada y se relegitima.
Como
parte de esa política de relegitimación, las autoridades
de la LES, con la FULP, promueven jornadas de discusión por
facultades. Hay que desenmascararlos. Si quieren discutir,
entonces que acepten que tras la discusión se defina en
asamblea interclaustros qué programa levanta la facultad y
que se sometan a lo que allí se decide entre todos. Es
decir, que las jornadas sean de discusión y resolución y
que sean vinculantes, que las autoridades lleven lo que se
define de conjunto. Obvio que no van a ir a ese terreno a
someterse de hecho a la mayoría estudiantil interesada en
discutir democratización.
Para
clarificar por qué luchamos y no terminar siendo
funcionales al intento de relegitimación, el MIU de
Derecho, Agite de Arquitectura, Ya Basta!, En Clave Roja y
la UJS-PO, que levantamos un programa por echar a las
camarillas y un cogobierno con mayoría estudiantil, debemos
afianzar un bloque que trabaje en común, que funcione con
plenarios abiertos, para nutrirse de montones de estudiantes
independientes que en este proceso salieron a la lucha y hoy
se sienten frustrados. Llamamos al Colectivo de Trabajo, a
quienes respetamos como luchadores, a rever su política
"institucional" que, tras la asamblea trucha, los
ubicó como parte de un frente subordinado a los decanatos
de Exactas y Trabajo Social, a la derecha de la presidencia
de la FULP.
Quienes
realmente somos independientes de las camarillas de la LES sólo
trabajando en común podremos plantear una alternativa de
democratización, para no caer en la vía muerta de la
institucionalidad a la que nos lleva la dirección de la
FULP y retomar el camino de las calles de manera
independiente. Y poner en pie una alternativa que, al calor
de intentar organizar al conjunto del movimiento
estudiantil, se postule como dirección alternativa para
romper con la política de varios años de la FULP de
subordinarse al Rectorado. Que pelee por organizarnos por
fuera de las camarillas empezando por separar las elecciones
de centro de las de claustro, haciendo centros militantes
sin voto obligatorio, y creando alternativas para ganar el
centro de Bellas Artes, seguir avanzando en Derecho y crear
una verdadera alternativa en Humanidades, que realmente
dispute, a la par de fortalecer los centros de Arquitectura
y Periodismo. En ese sentido trabajamos.
|
|