Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 104, 14/06/07
 

 

 

 

 

 

La lucha por la democratización en La Plata

La CEPA y la COPA se bajaron del desconocimiento de la asamblea trucha

La CEPA (PCR) y la COPA (Frente Popular Darío Santillán), que comparten la presidencia de la Federación Universitaria de La Plata (FULP), clausuraron la posibilidad de desarrollar la lucha por el desconocimiento del rector trucho, elegido en la Asamblea Universitaria a 300 kilómetros de La Plata en el medio del campo y cubiertos por la Guardia de Infantería.

Las dos agrupaciones de esas fuerzas en Humanidades dieron quórum para que se elija a la decana Barleta, sin siquiera exigir previamente que el consejo académico desconociera la asamblea trucha. La maniobra fue burda: consensuaron un temario en el que primero se aprobaba un pliego de reivindicaciones gremiales mínimas –como el bicicletero gratuito– que el consejo "se compromete a aplicar", después la elección de decana y por último la discusión sobre la asamblea. Así fue que una vez garantizada la continuidad de Barleta, los consejeros de graduados y la camarilla docente reivindicaron en la cara de CEPA y COPA haber sido parte de la asamblea trucha y ni siquiera hicieron un repudio simbólico.

El desconocimiento de la asamblea trucha, primer punto en la lucha de esta coyuntura, quedó en tercer lugar para estas agrupaciones, que –al estilo de las autoridades– definieron dar quórum sin discutirlo en ninguna asamblea. El argumento de estas agrupaciones por lo bajo es que los estudiantes "quieren que se elija a la decana". En realidad, fueron ellos quienes abortaron la posibilidad de abrir un proceso en la facultad cuando, en una asamblea con más de 300 estudiantes, esperaron al final (cuando muchos independientes se habían ido, confiados en que se abría un proceso de lucha) para hacer valer el peso de sus aparatos y votar que se eligiera a la decana a cambio de que se comprometiera a resolver un par de puntos (ninguno en el sentido de quitarle el poder a las camarillas ni de apuntarle al corazón de la LES). La vorágine de la lucha contra la asamblea trucha relegó la elección en Humanidades, y volvía a abrir la posibilidad de una lucha ya que tanto en el Congreso de la Federación como en una nueva asamblea de Humanidades se definió exigir a los consejos académicos el desconocimiento de la asamblea. Sin esa definición, no se debía permitir que asumieran las autoridades.

Pero al mismo tiempo que por abajo le echan la culpa a los estudiantes de su decisión de subordinarse a las autoridades "progres" de la LES para "seguir avanzando", la CEPA no tiene empacho en inundar la facultad con carteles que hablan de "triunfo del protagonismo estudiantil".

No a la comisión de relegitimación de la asamblea trucha

Las autoridades de la asamblea trucha pusieron en pie una comisión de reforma de estatuto para relegitimarse en una nueva asamblea universitaria en octubre. Para ser consecuentes con la lucha por el desconocimiento, había que rechazar esa comisión y poner en pie jornadas de discusión y resolución sobre qué es para nosotros democratización junto a los docentes, no docentes y los trabajadores y organismos de derechos humanos con los que nos nucleamos en la multisectorial. Para definir cómo ligar la lucha de la democratización a la de derrotar la LES y la política educativa K, cómo se vincula la lucha por una educación al servicio de los trabajadores y el pueblo con la lucha contra el techo salarial K, por trabajo para todos y contra la impunidad.

Sin embargo, tanto la CEPA como la COPA junto a otras fuerzas de "izquierda" plantean sentarse en la comisión de reforma de los estatutos siempre y cuando se garantice que haya un representante por centro de estudiantes. Si las autoridades acceden a ese pedido, de todas maneras, los estudiantes seríamos minoría en esa comisión, con lo cual convalidaríamos la reforma de la asamblea trucha.

El argumento para sentarse es que "vamos a quedar como unos locos si cuando nos ofrecen la reforma de los estatutos nos negamos". En realidad, es su negativa desde el comienzo a darle un contenido concreto al planteo de "reforma de los estatutos", al no plantear la mayoría estudiantil, con claustro único docente, no docente y elección directa un hombre-un voto la que permite la contraofensiva de las autoridades. Las camarillas de la LES están dispuestas a dar alguna silla más a los docentes hoy sin representación, a los no docentes y a los estudiantes, mientras se mantenga la mayoría automática. Y van a intentar alargarse los mandatos para perpetuarse sin tanto conflicto.

Seguramente, la CEPA también hablará de triunfo en octubre si la camarilla cambia algo para no cambiar nada y se relegitima.

Como parte de esa política de relegitimación, las autoridades de la LES, con la FULP, promueven jornadas de discusión por facultades. Hay que desenmascararlos. Si quieren discutir, entonces que acepten que tras la discusión se defina en asamblea interclaustros qué programa levanta la facultad y que se sometan a lo que allí se decide entre todos. Es decir, que las jornadas sean de discusión y resolución y que sean vinculantes, que las autoridades lleven lo que se define de conjunto. Obvio que no van a ir a ese terreno a someterse de hecho a la mayoría estudiantil interesada en discutir democratización.

Para clarificar por qué luchamos y no terminar siendo funcionales al intento de relegitimación, el MIU de Derecho, Agite de Arquitectura, Ya Basta!, En Clave Roja y la UJS-PO, que levantamos un programa por echar a las camarillas y un cogobierno con mayoría estudiantil, debemos afianzar un bloque que trabaje en común, que funcione con plenarios abiertos, para nutrirse de montones de estudiantes independientes que en este proceso salieron a la lucha y hoy se sienten frustrados. Llamamos al Colectivo de Trabajo, a quienes respetamos como luchadores, a rever su política "institucional" que, tras la asamblea trucha, los ubicó como parte de un frente subordinado a los decanatos de Exactas y Trabajo Social, a la derecha de la presidencia de la FULP.

Quienes realmente somos independientes de las camarillas de la LES sólo trabajando en común podremos plantear una alternativa de democratización, para no caer en la vía muerta de la institucionalidad a la que nos lleva la dirección de la FULP y retomar el camino de las calles de manera independiente. Y poner en pie una alternativa que, al calor de intentar organizar al conjunto del movimiento estudiantil, se postule como dirección alternativa para romper con la política de varios años de la FULP de subordinarse al Rectorado. Que pelee por organizarnos por fuera de las camarillas empezando por separar las elecciones de centro de las de claustro, haciendo centros militantes sin voto obligatorio, y creando alternativas para ganar el centro de Bellas Artes, seguir avanzando en Derecho y crear una verdadera alternativa en Humanidades, que realmente dispute, a la par de fortalecer los centros de Arquitectura y Periodismo. En ese sentido trabajamos.