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FATE
Un paso adelante, pero la guerra recién comienza
Entre
el jueves 7 y el viernes 8 se realizó un plebiscito para
aceptar o rechazar el acuerdo alcanzado con la patronal. Ganó
el SI con 700 votos, el NO sacó 200 y se abstuvieron más
de 400 trabajadores. Esta votación expresa tanto el
cansancio de las fuerzas obreras como también la
disconformidad con la empresa y con la “dirigencia”
gremial, que en vez de llamar a asamblea realizó el
plebiscito. Van estas notas, entonces, como un aporte para
poder hacer un primer balance y sacar algunas conclusiones
de esta gran lucha.
El
acuerdo finalmente aceptado es un 23.21% entre abril y junio
del 2008 (12 en abril, 6 en octubre, 4 en febrero y 1.21 en
junio, que son acumulativos llegando al 25%); mas $ 1.400 a
la firma, más 400 a los 30 días (por única vez no
remunerativos) y se está discutiendo el pago de las horas
del lock-out patronal (en promedio 40 horas). Si bien no era
lo esperado y por lo que se salió a luchar es –en las
condiciones concretas en las que se desarrolló el
conflicto– un
empate digno en lo que se refiere a la cuestión
salarial. No solo porque es uno de los acuerdos más altos
firmados sino porque es una
patronal durísima que viene de 15 años de imponer su voluntad de manera incondicional y porque tanto los delegados,
como los “dirigentes” de la seccional estaban claramente
del otro lado de la vereda, es decir, se luchó con las manos atadas
y los trabajadores supieron pelear y organizarse para
imponerle en más de una oportunidad –pero no en todas–
los pasos a seguir a la burocracia.
El
surgimiento de una nueva vanguardia
Lo
que dejó un sabor a
triunfo es la rebelión antiburocráctica. Si bien ésta,
se viene incubando hace años, en la asamblea del viernes 1°
estalló con toda su fuerza. Las renuncias firmadas del
Pollo” Piexzara y sus secuaces –más allá que hoy la
desconozcan– es un
golpe político de los trabajadores y una dura derrota
no solo para él sino un duro golpe a la patronal. Porque el
“Pollo” fue y es, durante los últimos 15 años, el
hombre de la empresa y no va dejar de serlo hasta que se lo
derrote completamente, cosa que no ha sucedido y no va a ser
fácil, porque cuenta con todo el apoyo político y material
de Madanes-De Luca.
Durante
los casi tres meses de conflicto surgió en los hechos una
vanguardia muy aguerrida, muy luchadora, claramente
antipatronal, antiburocrática y que lleva en su sello de
origen el método de la asamblea, de la democracia
obrera para decidir. Esta vanguardia que se organizó en
parte en el comité de lucha, y al mismo tiempo es mas
amplia que el comité, es el
embrión de una nueva dirección de la fábrica,
pero para llegar a serlo faltan mucha s batallas,
sortear muchos escollos y sobre todo falta organizarse para
poder defenderse de los ataques y persecuciones de la
patronal y de la burocracia.
Pero
lo más importante y que deben saber valorar y comprender en
toda su dimensión los compañeros de FATE es el componente
político del conflicto y del surgimiento de esta
vanguardia: se
cuestionó el poder de la patronal y de la burocracia en
terreno mismo de la fábrica, es decir, “el derecho” de
hacer y deshacer a su antojo que tuvo la empresa en los últimos
15 años, y eso no lo puede permitir la patronal. Más allá
que Madanes diga en su carta del 31/05 –en que alude a
nuestro partido– “No es intención de nuestra empresa
desmoralizar a ninguno de nuestros trabajadores, provocar a
nadie, polarizar reunión alguna ni mucho menos someter por
hambre a nuestra gente”. Entonces cómo explica tres meses
de intransigencia, cómo explica que empezó ofertando un
miserable 8%, cómo explica que no quiera pagar las horas de
lock-out, etc., etc.
El
conflicto no fue solo
salarial, la dureza de la empresa, que se bancó dejar
de producir más de 250.000 cubiertas se explica por este sencillo
motivo político: le cuestionaron su poder, para vivir
dignamente los obreros cuestionaron el “derecho” a
superexplotar de Madanes-De Luca
Aviso
de despidos
En
todo el conflicto no hubo despidos masivos, la relación de
fuerzas no le daba a la patronal para despedir masivamente,
esto hubiese radicalizado aún más la lucha y la fuerza de
los obreros. Hasta el momento sólo hubo despidos muy
puntuales y que no pasan de 3 o 4 casos. Pero lo llamativo y
que todos los activistas y trabajadores deben tener en claro
es que la empresa se negó rotundamente a firmar la cláusula de Paz Social, poniendo
sobre aviso que va a despedir.
Aclaremos
esto. Este tipo de cláusulas
de paz social figuran en la mayoría de los convenios
paritarios y son una
trampa para los trabajadores. Las distintas burocracias
sindicales las firman y se comprometen a no realizar medidas
de fuerza mientras dure el acuerdo salarial; a cambio la
patronal se compromete a no despedir sin causa. Pero todos
sabemos que las patronales tienen mil formas de perseguir y
despedir en forma encubierta. Son las mismas empresas las
primeras en pedir este tipo de cláusulas y en ponerlas,
para evitar conflictos, mientras ellas en los hechos tienen
las manos libres para hacer lo que quieran. Lo llamativo en
el caso de FATE es que la
empresa se niega a firmar la Paz Social haciendo público su
decisión de despedir y hay que estar preparados.
Si
tocan a uno “le hacemos como en Terrabusi”
La
patronal se prepara para despedir. En sus cálculos
inmediatos –aparentemente– no estaría el objetivo de
despedir masivamente, pasar el escobillón, sino, en un
sentido, algo más peligroso:
pasar el cepillo fino. Es decir: se prepara para
apretar, perseguir, no justificar los día de enfermedad,
etc., y echar con causa buscando arreglos individuales, cosa
que hizo el año pasado con los compañeros que hablaron en
las asambleas, por ejemplo. Pero todos estos ataques que
preparan, no son ataques “individuales”: serán ataques a los compañeros que se han mostrado más activos, a la nueva
vanguardia y al embrión de nueva dirección que está
surgiendo. Por eso el primer deber de todo activista es no
entrar en el juego de las provocaciones patronales y en el
juego del arreglo individual. Porque lo que está en
juego es el futuro colectivo: recuperar un salario digno,
recuperar las conquistas arrebatadas en los últimos 15 años,
es decir lo que está en juego es el futuro colectivo de las
familias obreras de FATE.
Por
eso hay que estar preparados y no permitir ni un despido por
más encubierto que sea y responder ante el primer despido
“político” de cualquier activista como hicieron la
semana pasada los trabajadores de Terrabussi (ver página 2)
que ante el despido de los trabajadores contratados permanecieron todos los turnos, a medida que llegaban, dentro en la
planta e inclusive los compañeros despedidos que
lograron entrar también hasta que la empresa pidió la
conciliación obligatoria con todos los obreros adentro.
Del
comité de huelga a la organización permanente
Nada
va a ser fácil, todo va ser producto de la lucha. Ya hay un
debate y una pelea por el balance del conflicto. Por ejemplo
la patronal y su “gente”, el “Pollo”, quieren
desmoralizar, sembrar la desconfianza entre los luchadores y
hacen correr bolillas y cartas contra los “zurdos”,
diciendo que “se luchó al pedo”, que en las otras
empresas se consiguió casi lo mismo sin hacer paro, etc.
Sin embargo, todos saben que si Pirelli y Firestone
consiguieron más del 20% fue gracias a la lucha de FATE y
que las patronales actuaron coordinamente para derrotar a
FATE.
La
gente de la Violeta con Pedro a la cabeza dice que lo que se
consiguió fue gracias a ellos. Pero todos el mundo sabe y
vio cómo en los momentos decisivos Pedro
jugó para la Bordó. Y todos se acuerdan que los años
anteriores el “combativo” Pedro consiguió 5 o 6 puntos
por debajo del techo que había puesto el gobierno de
Kirchner.
Una
y cada una de las tareas pendientes será una batalla, desde
hacer un balance, hasta prepararse ante los posibles
aprietes y despidos, hasta conseguir el llamado a elecciones
a delegados, presentarse, conseguir elecciones libres y
limpias, conseguir elecciones para la seccional, etc. Todo
será una batalla, una carrera de obstáculos contra los
distintos sectores burocráticos que ya están viendo y
pensando cómo mejor derrotar al activismo.
Para
todas y cada una de esta tareas el
activismo que surgió de la lucha, si o si, se debe
organizar en una agrupación, lista o como se quiera
llamar, pero estar unido y organizado.
La unidad que se logró en la lucha se debe mantener, no se
puede dividir al activismo por cuestiones de segundo orden.
Insistimos en esto porque no en todos los compañeros hay
necesidad de esto que es una necesidad absoluta para que no
se diluyan los pasos dados, avanzar hasta tener una nueva
dirección y defenderse para los ataques que se van a venir.
En síntesis: agrupar
a todos los compañeros que estuvieron en la pelea y que
expresaron en los hechos un programa común de lucha,
antipatronal, antiburocrático y de respeto a la asamblea
deben estar unidos y organizados.
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