Después del triunfo de Macri en la primera vuelta
Las luchas siguen diciendo presente
La Capital se encamina hacia la
segunda vuelta electoral. Si todos los pronósticos indican
un casi descontado triunfo de Macri, también está
trascendiendo un importante crecimiento del voto en blanco,
nulo y el no voto como justa señal de rechazo tanto a éste
como a Filmus.
No se trata sólo de elecciones: en medio de la pirotecnia
verbal entre oficialistas y opositores, sigue presente y se
abre camino la coyuntura que venimos recorriendo en los últimos
meses y que el gobierno no termina de cerrar. Es evidente la
persistencia de muy duros conflictos obreros que se
configuran como el
“polo social” de este escenario nacional de polarización
donde por el “flanco derecho” apareció la votación a
Macri en Capital.
Jugarse todo para
ganar
En nuestro balance electoral (ver esta edición) hablamos
de las elecciones como “espejo invertido” de esta
coyuntura de luchas y comienzo de la experiencia con el
gobierno K, elementos ambos que siguen presentes.
Precisamente de esto se trata: durante el fin de semana
pasado en la otra gran fábrica del grupo Madanes, Aluar
(una de las mayores productoras mundiales de aluminio), se
desató un durísimo conflicto por salario y contra 50
despidos de trabajadores (y la amenaza contra otros 100). La
paralización de las tareas fue total en una empresa que no
registraba antecedentes de importantes luchas en más de 15
años. En asamblea se votó la solidaridad con todos los
despedidos y el compromiso a no volver a las tareas hasta
que no sean reincorporados. El Ministerio de Trabajo decretó
raudamente una conciliación obligatoria pero ante la
insistencia –ilegal– en los despidos la situación del
conflicto no se había definido.
Y no es el caso sólo de luchas en el interior del país:
se viene desarrollando una durísima pelea en el Casino
flotante de Buenos Aires.
No casualmente, el mismo lunes 4, después
del triunfo de Macri, Tomada ordenó una represión
sobre los trabajadores que se encontraban manifestando
frente al Ministerio de Trabajo.
Y el lunes 11, una patota de 20 miembros del SOMU agredió
impunemente a decenas de trabajadores que se encontraban en
el comedor del casino. Sin embargo, los compañeros no se
han amedrentado y siguen la lucha, aunque en este momento
pasando por el paréntesis de la vuelta al trabajo por
encontrarse en conciliación obligatoria. En el Aeroparque
metropolitano, los trabajadores de atención al público de
Aerolíneas Argentinas y Austral vienen de realizar tres días
de “paro salvaje” ante la falta de seguridad laboral. Y
al cierre de esta edición, los trabajadores de FOETRA
capital realizan medidas de fuerza por aumento de salarios y
la reducción de la jornada laboral.
Este panorama resume bien el momento político: si la
noticia fue el triunfo de Macri en la Capital, subterráneamente continúa una coyuntura marcada por durísimas luchas
en las cuales se llega a enfrentamientos físicos con
patotas, lock-out patronales y ocupación de
establecimientos (caso de la textil Mafissa en La Plata), al
tiempo que el gobierno se encamina
hacia definiciones políticas para lanzar la campaña
por la reelección K.
Votar en blanco, anular o no ir a votar
La primera tarea sigue siendo entonces volcar
todos los esfuerzos en el apoyo a las luchas para que se
ganen. Esto incluye dar pasos en la coordinación
efectiva entre sectores de trabajadores en lucha o entre
los que están luchando y aquellas experiencias que han
venido siendo “emblemáticas” de la vanguardia. Es
decir, estrechar vínculos entre los compañeros del Francés
y los del Casino flotante en la Capital; o entre los compañeros
de Fate (que se encaminan ahora a la pelea por un nuevo
cuerpo de delegados y una nueva dirección seccional) y los
de Terrabusi / Kraft.
En segundo lugar, se trata de fijar una posición contra Macri y Filmus para la segunda vuelta
electoral. Son dos candidatos que expresan diversos
matices o vías pero para un objetivo común: la
defensa de la Argentina como país de los ricos, los
poderosos, los capitalistas.
Como intuyendo la falta de alternativas al tener que optar
por uno de los dos, hay una franja que correctamente escapa
de las presiones del “mal menor” o el “todos contra la
derecha” que fogonea hipócritamente el kirchnerismo: el
voto en blanco, el anulado y el no voto estarían aumentando
significativamente para la segunda vuelta.
El nuevo MAS llama a
que, con cualquiera de esos instrumentos, el 24 se repudie a
los dos candidatos capitalistas.
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