Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 104, 14/06/07
 

 

 

 

 

 

Conflicto en el Casino Flotante

Los chicos del casino hicieron saltar la banca

Las trabajadoras y trabajadores del Casino Flotante después de más de 40 días de incansable lucha han conseguido el primer objetivo por el que estaban peleando: la reapertura de la fuente de trabajo.

Dicho así parece poco, pero detrás de ese logro hay una historia vital de miles de jóvenes trabajadores que le pusieron el pecho a todas las adversidades que tuvieron en el camino, son chicas y chicos de carne y hueso que pusieron ovarios y huevos para defender con uñas y dientes su dignidad de trabajadores escribiendo una de las páginas más importantes de esta nueva generación obrera que está asomando desde abajo, que con mucha bronca, decisión y combatividad tomaron en sus manos su futuro, concientes de que todo dependía de ellos, por eso hoy están felices, porque han demostrado que nadie los maneja, se han transformado en sujetos de su destino y en un ejemplo a imitar por el resto de la clase obrera, vaya un saludo caluroso desde estas líneas a todos los chicos del Casino.

Hay que hacer un poco de historia para entender la magnitud de esta heroica lucha, la cosa arranca con CIRSA, empresa de capitales españoles dueña del Casino Flotante acostumbrada a explotar a sus empleados, los cuales comienzan a organizarse y pelear por sus derechos, logrando después de un tiempo importantes conquistas como que las propinas que se las quedaba la patronal vayan a una Caja de Empleados para repartirlas, tener más tiempo de descanso y otras que quedaron plasmadas en un convenio colectivo encuadrado en el sindicato ALEARA (sindicato de juegos de azar) y la más importante que es el reconocimiento de un cuerpo de delegados que tiene como método la consulta permanente en asambleas de base. Por supuesto nunca contaron con el apoyo de la burocracia del gremio dirigido por Amoroso actual legislador macrista.

Hace unos meses entra en escena el capitalista Cristóbal López testaferro de los negocios del Presidente Kirchner, que aparte de tener inversiones en el rubro del juego controlando casinos, las máquinas tragamonedas con la empresa Casino Club, también se dedica al petróleo, a la construcción, a los medios de comunicación, etc, que de un día para el otro aparece “comprando” la mitad del Casino Flotante, en una maniobra que huele más a apriete entre mafiosos para quedarse con el negocio del juego (que como se sabe se utiliza para lavar dinero) que a una transacción comercial normal.

Llamativamente después de la aparición de Cristóbal López, el SOMU (gremio kirchnerista) reclama el reencuadramiento de todo el personal en su convenio porque la actividad del Casino se desarrolla “arriba de un barco”, sin importarle para nada la opinión de los trabajadores que tanto habían luchado por “su” convenio.

Con estos componentes se monta la gran maniobra entre la patronal (CIRSA-Casino Club) la burocracia sindical (SOMU-ALEARA) y el gobierno con su Ministerio de Trabajo, todos confabulados contra los trabajadores, con el objetivo de arrebatarles las conquistas logradas y eliminar a los delegados y la organización para volver a explotarlos sin problemas.

El conflicto arranca cuando el “caballo” Suárez del SOMU hace un paro trucho por el “reencuadramiento”, la patronal aduciendo que “hay un conflicto entre gremios” cierra las puertas impidiendo la entrada del personal, Amoroso se hace el oso y todos dejan en manos del Ministerio la resolución del tema.

Con la gente afuera por el lock-out patronal, los poderosos creyeron que tranquilamente arreglarían las cosas por arriba, acostar a los trabajadores sería “un trámite”, pero se olvidaron de un detalle: “la dignidad de los trabajadores no se vende”.

Después de unos días de incertidumbre comenzó la rebelión de los chicos, que no paró hasta que volvieron a entrar al Casino. Fueron más de 40 días de lucha, en los que desplegaron una combatividad heroica, ellos contra todos los poderosos, la defensa de los puestos de trabajo y la conciencia de no querer ser esclavos, les dio la fuerza para realizar acciones que seguro muchos de los chicos nunca se imaginaron poder hacer, marchas al Ministerio, a Plaza de Mayo, escraches al gremio, cortes de calle en pleno centro, en el Hipódromo, acampe y encadenamiento en Plaza de Mayo y más manifestaciones que de a poco fueron perforando el silencio de los medios comenzando a ganar la simpatía y el apoyo de otros trabajadores y la población. En los primeros días de junio el conflicto ya estaba rebalsando la maraña de mentiras y maniobras y quedaba claro que el responsable directo era el gobierno de Kirchner que jugaba contra los trabajadores para favorecer a un empresario amigo, fue por eso que dos días después de las elecciones del martes 5 de junio, el gobierno mandó a reprimir salvajemente a los trabajadores, arrastrando y pegando a mansalva a chicas y chicos que tomaban mate pacíficamente en el cordón, incluso le pegaron a un delegado dentro del Ministerio, varios fueron detenidos ”por resistencia a la autoridad”, pero nuevamente la pifiaron, la represión causó más bronca y lejos de desparramarse se reorganizaron y mantuvieron la manifestación hasta que quedaron en libertad todos los detenidos que luego en un pequeño acto fueron ovacionados, también se hicieron presentes a llevar su repudio y solidaridad con la lucha varias organizaciones como la FUBA, trabajadores del Htal. Francés, telefónicos, del INDEC, aeronáuticos, algunos delegados del subte, el PO, el MAS, el PTS, etc.

Y nuevamente otra marcha, esta vez hasta el Casino Flotante y después al Ministerio, mucha fuerza y mucha bronca, unos 800 trabajadores gritando contra la yuta que les pegó el día anterior, exigiendo soluciones, convencidos de que la iban a ganar, viendo semejante respuesta después de la represión las autoridades empiezan a dudar.

El viernes 8 se realiza una marcha de Congreso a Plaza de Mayo. Antes de la concentración los medios informaban que el Ministerio dictó la conciliación al SOMU y que se abría el Casino, los delegados van al Ministerio y confirman la noticia, algarabía de cientos y cientos de trabajadores del Casino saltan, lloran y se abrazan, la marcha se transforma en una marcha de festejo del triunfo, se olvidan del cansancio, de los palos, del ninguneo, se grita y se canta con más fuerza “ya vas a ver, el gobierno con nosotros no va a poder” “ya vas a ver, nosotros al Casino vamos a volver”, en el trayecto se cruzan con los trabajadores de Terrabusi y juntos cantan “unidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode se jode”, la jornada continúa con un acto en Plaza de Mayo, nuevamente con la adhesión de otros sectores, especial mención para los desocupados del Frente de Trabajadores Combativos y el Polo Obrero y para la FUBA que hizo el aguante desde el principio. Terminan con una asamblea donde se advierte que la lucha continúa para defender el convenio y la organización porque no se puede confiar ni en el gobierno, ni en la patronal y tampoco en la burocracia.

Pero la historia continúa, el lunes 11 cuando el turno tarde se acomodaba para comenzar a trabajar, una patota del SOMU entra al comedor del personal y provoca una salvaje agresión a las chicas y chicos ¡¡igual que la policia!! Los compañeros denuncian la complicidad de la patronal, la seguridad de la empresa y la Prefectura con los patoteros, nuevamente se equivocan porque los chicos ya no son tan chicos, son grandes porque después de todo lo que pasaron “se pusieron los pantalones largos” y les sobran ovarios y huevos para seguir enfrentando al que se le ponga adelante. Nos sacamos el sombrero.

¡¡ VIVA LA LUCHA DE LOS CHICOS DEL CASINO!!!