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Conflicto
en el Casino Flotante
Los chicos del casino hicieron saltar la banca
Las
trabajadoras y trabajadores del Casino Flotante después de
más de 40 días de incansable lucha han conseguido el
primer objetivo por el que estaban peleando: la reapertura
de la fuente de trabajo.
Dicho
así parece poco, pero detrás de ese logro hay una historia
vital de miles de jóvenes trabajadores que le pusieron el
pecho a todas las adversidades que tuvieron en el camino,
son chicas y chicos de carne y hueso que pusieron ovarios y
huevos para defender con uñas y dientes su dignidad de
trabajadores escribiendo una de las páginas más
importantes de esta nueva generación obrera que está
asomando desde abajo, que con mucha bronca, decisión y
combatividad tomaron en sus manos su futuro, concientes de
que todo dependía de ellos, por eso hoy están felices,
porque han demostrado que nadie los maneja, se han
transformado en sujetos de su destino y en un ejemplo a
imitar por el resto de la clase obrera, vaya un saludo
caluroso desde estas líneas a todos los chicos del Casino.
Hay
que hacer un poco de historia para entender la magnitud de
esta heroica lucha, la cosa arranca con CIRSA, empresa de
capitales españoles dueña del Casino Flotante acostumbrada
a explotar a sus empleados, los cuales comienzan a
organizarse y pelear por sus derechos, logrando después de
un tiempo importantes conquistas como que las propinas que
se las quedaba la patronal vayan a una Caja de Empleados
para repartirlas, tener más tiempo de descanso y otras que
quedaron plasmadas en un convenio colectivo encuadrado en el
sindicato ALEARA (sindicato de juegos de azar) y la más
importante que es el reconocimiento de un cuerpo de
delegados que tiene como método la consulta permanente en
asambleas de base. Por supuesto nunca contaron con el apoyo
de la burocracia del gremio dirigido por Amoroso actual
legislador macrista.
Hace
unos meses entra en escena el capitalista Cristóbal López
testaferro de los negocios del Presidente Kirchner, que
aparte de tener inversiones en el rubro del juego
controlando casinos, las máquinas tragamonedas con la
empresa Casino Club, también se dedica al petróleo, a la
construcción, a los medios de comunicación, etc, que de un
día para el otro aparece “comprando” la mitad del
Casino Flotante, en una maniobra que huele más a apriete
entre mafiosos para quedarse con el negocio del juego (que
como se sabe se utiliza para lavar dinero) que a una
transacción comercial normal.
Llamativamente
después de la aparición de Cristóbal López, el SOMU
(gremio kirchnerista) reclama el reencuadramiento de todo el
personal en su convenio porque la actividad del Casino se
desarrolla “arriba de un barco”, sin importarle para
nada la opinión de los trabajadores que tanto habían
luchado por “su” convenio.
Con
estos componentes se monta la gran maniobra entre la
patronal (CIRSA-Casino Club) la burocracia sindical (SOMU-ALEARA)
y el gobierno con su Ministerio de Trabajo, todos
confabulados contra los trabajadores, con el objetivo de
arrebatarles las conquistas logradas y eliminar a los
delegados y la organización para volver a explotarlos sin
problemas.
El
conflicto arranca cuando el “caballo” Suárez del SOMU
hace un paro trucho por el “reencuadramiento”, la
patronal aduciendo que “hay un conflicto entre gremios”
cierra las puertas impidiendo la entrada del personal,
Amoroso se hace el oso y todos dejan en manos del Ministerio
la resolución del tema.
Con
la gente afuera por el lock-out patronal, los poderosos
creyeron que tranquilamente arreglarían las cosas por
arriba, acostar a los trabajadores sería “un trámite”,
pero se olvidaron de un detalle: “la dignidad de los
trabajadores no se vende”.
Después
de unos días de incertidumbre comenzó la rebelión de los
chicos, que no paró hasta que volvieron a entrar al Casino.
Fueron más de 40 días de lucha, en los que desplegaron una
combatividad heroica, ellos contra todos los poderosos, la
defensa de los puestos de trabajo y la conciencia de no
querer ser esclavos, les dio la fuerza para realizar
acciones que seguro muchos de los chicos nunca se imaginaron
poder hacer, marchas al Ministerio, a Plaza de Mayo,
escraches al gremio, cortes de calle en pleno centro, en el
Hipódromo, acampe y encadenamiento en Plaza de Mayo y más
manifestaciones que de a poco fueron perforando el silencio
de los medios comenzando a ganar la simpatía y el apoyo de
otros trabajadores y la población. En los primeros días de
junio el conflicto ya estaba rebalsando la maraña de
mentiras y maniobras y quedaba claro que el responsable
directo era el gobierno de Kirchner que jugaba contra los
trabajadores para favorecer a un empresario amigo, fue por
eso que dos días después de las elecciones del martes 5 de
junio, el gobierno mandó a reprimir salvajemente a los
trabajadores, arrastrando y pegando a mansalva a chicas y
chicos que tomaban mate pacíficamente en el cordón,
incluso le pegaron a un delegado dentro del Ministerio,
varios fueron detenidos ”por resistencia a la
autoridad”, pero nuevamente la pifiaron, la represión
causó más bronca y lejos de desparramarse se reorganizaron
y mantuvieron la manifestación hasta que quedaron en
libertad todos los detenidos que luego en un pequeño acto
fueron ovacionados, también se hicieron presentes a llevar
su repudio y solidaridad con la lucha varias organizaciones
como la FUBA, trabajadores del Htal. Francés, telefónicos,
del INDEC, aeronáuticos, algunos delegados del subte, el PO,
el MAS, el PTS, etc.
Y
nuevamente otra marcha, esta vez hasta el Casino Flotante y
después al Ministerio, mucha fuerza y mucha bronca, unos
800 trabajadores gritando contra la yuta que les pegó el día
anterior, exigiendo soluciones, convencidos de que la iban a
ganar, viendo semejante respuesta después de la represión
las autoridades empiezan a dudar.
El
viernes 8 se realiza una marcha de Congreso a Plaza de Mayo.
Antes de la concentración los medios informaban que el
Ministerio dictó la conciliación al SOMU y que se abría
el Casino, los delegados van al Ministerio y confirman la
noticia, algarabía de cientos y cientos de trabajadores del
Casino saltan, lloran y se abrazan, la marcha se transforma
en una marcha de festejo del triunfo, se olvidan del
cansancio, de los palos, del ninguneo, se grita y se canta
con más fuerza “ya vas a ver, el gobierno con nosotros no
va a poder” “ya vas a ver, nosotros al Casino vamos a
volver”, en el trayecto se cruzan con los trabajadores de
Terrabusi y juntos cantan “unidad de los trabajadores y al
que no le gusta se jode se jode”, la jornada continúa con
un acto en Plaza de Mayo, nuevamente con la adhesión de
otros sectores, especial mención para los desocupados del
Frente de Trabajadores Combativos y el Polo Obrero y para la
FUBA que hizo el aguante desde el principio. Terminan con
una asamblea donde se advierte que la lucha continúa para
defender el convenio y la organización porque no se puede
confiar ni en el gobierno, ni en la patronal y tampoco en la
burocracia.
Pero
la historia continúa, el lunes 11 cuando el turno tarde se
acomodaba para comenzar a trabajar, una patota del SOMU
entra al comedor del personal y provoca una salvaje agresión
a las chicas y chicos ¡¡igual que la policia!! Los compañeros
denuncian la complicidad de la patronal, la seguridad de la
empresa y la Prefectura con los patoteros, nuevamente se
equivocan porque los chicos ya no son tan chicos, son
grandes porque después de todo lo que pasaron “se
pusieron los pantalones largos” y les sobran ovarios y
huevos para seguir enfrentando al que se le ponga adelante.
Nos sacamos el sombrero.
¡¡ VIVA LA LUCHA DE LOS CHICOS
DEL CASINO!!!
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