Legalización
del aborto en la ciudad de México
Triunfo
del movimiento de mujeres
El
25 de abril fue aprobada en México, por 46 votos a favor y
19 en contra, una ley que establece como legal la realización
del aborto antes de las 12 semanas de gestación, ley que sólo
regirá para el Distrito Federal, puesto que el Código
Penal mexicano no rige a nivel nacional, a diferencia del de
nuestro país. A menos de un mes de la legalización del
aborto en el DF el Papa
Ratzinger fue a Brasil, el país con más población
católica del mundo (151 millones). En este país el aborto
sólo es legal en casos de violación y riesgo para la
madre; según datos del propio gobierno brasilero en 2006
fueron atendidas 220 mil mujeres con secuelas producto de la
realización de abortos clandestinos. Se cree que la Iglesia
a raíz de su oposición al aborto y a la eutanasia está
perdiendo 8.000 fieles por día[1].
Es
en este contexto en que el Papa viaja a Brasil en una visita
“misionera”, que busca por un lado fortalecer la relación
entre el gobierno de Lula y el Vaticano, y por otro ponerle
un freno al movimiento de mujeres de Brasil y Latinoamérica,
que a partir del triunfo de la lucha de las mujeres
mexicanas ve que es posible conseguir el derecho al aborto.
Es por esto que el Papa dio una conferencia de prensa, antes
de llegar al país, en la que reafirmó la excomunión a las
mujeres que abortan y a quienes les ayudan,
aprobando de esta manera la decisión del episcopado
de México de excomulgar a los legisladores católicos que
apoyaron esta medida.
Por
otro lado, en noviembre del año pasado las mujeres nicaragüenses
recibieron un duro golpe, puesto que luego de tener vigencia
durante 100 años, fue derogado el derecho al aborto terapéutico
a partir de la decisión del entonces presidente de
Nicaragua (Bolaños). Dicha decisión contó con el apoyo de
Daniel Ortega[2] quien liderara
en 1979 la Revolución Sandinista encabezada por el Frente
Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), y quien hoy día
no ha dudado en aliarse a los somocistas que combatió, a
los ex contras que le hicieron la guerra y a la Iglesia.
Es
importante señalar en el caso de México tres
particularidades: por un lado que las mujeres mexicanas
tienen una gran tradición de lucha y movilización
feminista. En segundo lugar, que el partido que se encuentra
en la presidencia de este país y
que representa la primer fuerza en el Congreso, es el
PAN, un partido de derecha que durante la presidencia de Fox
sostuvo una clara alianza con Bush, reprimió duramente al
heroico pueblo de Oaxaca y que junto a la Iglesia integraron
la oposición a la despenalización del aborto. Y que, por
otro lado, quien gobierna el Distrito Federal, la ciudad más
poblada de dicho país y una de la más grande del mundo, es
el Partido de la Revolución
Democrática (PRD) muy ligado al movimiento zapatista. La
tercer particularidad es que este país es el segundo en el
mundo con mayor número de católicos, el 87% de la población
se reconoce de dicha religión.
Estos
tres factores dejan entrever varias conclusiones: por un
lado que el argumento presentado por varios de los gobiernos
latinoamericanos respecto a la imposibilidad de legalizar el
aborto por la oposición de la Iglesia es falso; puesto que,
como dijimos antes, México es uno de los íconos respecto a
cantidad de católicos y aun así es un hecho la
despenalización del aborto, podríamos decir que es el
contraejemplo perfecto que deja a las claras la relación de
intereses que existe entre la Iglesia y los gobiernos de la
burguesía.
La
realidad compañeras, es que la burguesía y la Iglesia son
orgánicas puesto
que el sistema que las soporta tiene la necesidad material
de mantener intacta a la familia tradicional[3],
necesita del trabajo doméstico gratuito de todas las
mujeres y necesita que las mujeres nos quedemos en nuestra
casa cuidando a los hijos. Además los gobiernos burgueses
nos tratan como máquinas reproductoras al imponernos qué
hacer con nuestro cuerpo, pensando siempre en sus propios
intereses ya que necesitan de una gran masa de trabajadores
calificados desocupados que presionen en el mercado de
trabajo para empujar a la baja al salario y aumentar así
sus ganancias a costa de la explotación de los trabajadores
y la opresión de la mujer.
Otra
de las conclusiones que asoman en este panorama refiere al
papel crucial que tiene el compromiso del movimiento de
mujeres en las calles, este movimiento que logró meterse en
la contradicción que existe entre el poder de la Nación y
el poder del Distrito Federal, este movimiento que consiguió
movilizándose el derecho al aborto.
Sigamos
el ejemplo de las compañeras mexicanas que nos muestran el
camino que debemos seguir todas las mujeres para conseguir
nuestro derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito,
el camino de la lucha en las calles. Por una organización a
nivel nacional independiente del gobierno y la burguesía.
Mariel
de Las Rojas –Agrupación de mujeres–
[2]
Electo presidente en los comicios realizados el 5 de
noviembre del 2006.
[3]
“En el discurso hecho ante el presidente brasileño,
Luiz Inácio Lula da Silva, Benedicto XVI señaló que
la Iglesia Católica ‘no dejará de insistir en el
empeño para asegurar el fortalecimiento de la
familia’, que consideró como ‘un factor decisivo
para el futuro de una nación’ ”. Página 12.
10/05/07
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