Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 103, 31/05/07
 

 

 

 

 

 

Docentes de Santa Cruz en lucha contra el techo salarial K

Un paso adelante

El conflicto docente de Santa Cruz no puede ser evaluado sólo como un conflicto económico y sindical en el ámbito de una provincia. La dinámica que adquirió la lucha y el grado de enfrentamiento entre trabajadores y gobierno le fueron dando un profundo sentido político y una proyección nacional que golpeó al propio gobierno K. El hecho de que el ministro de Trabajo Tomada se tuviera que sentar personalmente a negociar con los representantes docentes de Santa Cruz es un indicativo de la fuerza que la base docente le impuso al reclamo salarial. Hemos ido informando y apoyando desde nuestras páginas esta gran lucha docente. Creemos que es fundamental que junto a los activistas y delegados docentes hagamos un balance lo más profundo posible que permita armar y fortalecer la continuidad de las luchas próximas. En este sentido, presentamos algunos elementos; no un balance acabado sino algunas primeras observaciones.

El lunes 28 los docentes de Santa Cruz volvieron a trabajar después de casi tres meses de huelga. Esta heroica lucha nació como parte de la pelea salarial de los trabajadores de la educación, lucha que a nivel nacional, rápidamente, la burocracia de CTERA frenó y negoció en los marcos que propuso el gobierno K. Los docentes de Santa Cruz, junto a los de Neuquén y Salta, continuaron la pelea. El asesinato de Carlos Fuentealba, a manos de la policía del gobernador Sobisch fue el precio más alto que pagaron los docentes en esta lucha. Sin embargo, los maestros de Santa Cruz siguieron su pelea y junto a ellos se fue desarrollando una verdadera rebelión popular en la mismísima provincia del Presidente.

La fuerza de los docentes se asentó en las asambleas y en el surgimiento de decenas de nuevos delegados que, junto a otros con un poco más de experiencia, fueron el andamiaje donde se asentaron las masivas movilizaciones que lograron, en su momento, atraer el apoyo de amplios sectores de la población, fundamentalmente de los padres. Y tuvieron también como componente la lucha de los trabajadores de la salud, estatales y municipales.

El desarrollo del conflicto

El 26 de marzo, los compañeros docentes del MAS de Río Gallegos informaban: “Es importante dejar en claro algo: el detonante de este conflicto social fueron los trabajadores docentes. Pero después de un mes de conflicto, con paro escalonado de más del 90% de acatamiento y habiendo arrastrado, con la masividad del reclamo, a otros sectores de estatales, el contenido de la lucha ya no sólo es salarial: tiene un contenido político" (Socialismo o Barbarie 99) Esto lo comprendió desde un primer momento tanto el gobierno nacional como el provincial, que organizaron, entre otras cosas, una contramarcha, inventando un supuesto grupo de “padres autoconvocados”, y por otro lado desplegó las fuerzas de la Gendarmería en escuelas y calles para amedrentar a los huelguistas.

A medida que el conflicto docente se extendía más, la represión iba en aumento. Así, fue quemado un coche de ADOSAC (Asociación de Docentes de Santa Cruz) y unos días después arrojaron una molotov contra un gimnasio en donde se llevaba a cabo una peña para juntar fondos para los huelguistas. Los activistas eran amenazados por las patotas y la policía provincial. No obstante, la lucha docente siguió adelante y cada acción del gobierno provocaba una reacción mayor por parte de los docentes. Los escraches y el cerco a la Casa de Gobierno por parte de miles de manifestantes mostraban la creciente polarización, tratando, por otro lado, de incorporar a otros sectores de trabajadores que también se encontraban en medio de reclamos salariales. “Hay que extender el conflicto a otros sectores”, nos decía Mónica, delegada de la EGB 67 de la localidad de 28 de Noviembre y militante del MAS (SoB 99).

El 9 de mayo, la policía de Río Gallegos reprime duramente una marcha de trabajadores municipales. La movilización precedida de camiones y máquinas municipales es atacada por la policía con disparos de balas de goma y de plomo. Quince trabajadores son heridos y se produce una verdadera batalla campal en el centro de la ciudad. Esto, lejos de intimidar a los docentes y a la población, provocó su reacción. Una masiva movilización recorre las calles reclamando la renuncia del gobernador Sancho y al grito de ¡Que se vayan todos! El 10 de mayo Sancho dimite y en su reemplazo asume Daniel Peralta, que se desempeñaba como interventor en los yacimientos carboníferos de Río Turbio. En este marco, la dirección de ADOSAC, encabezada por Pedro Muñoz y Mónica Galván, se trasladó a Buenos Aires convocada por el ministro de Trabajo para negociar una salida al conflicto, mientras los docentes mantenían el paro.

La dirección del sindicato quiso levantar el paro antes de negociar, pero no lo logró porque las asambleas y el Congreso Provincial votaron mantener las medidas de fuerza. Ante la propuesta del gobierno, la dirección de ADOSAC buscó maniobrar para que los docentes la aprobaran sin conocerla ni discutirla a fondo. Pero tampoco pudo hacerlo. Los docentes pasaron a cuarto intermedio para analizar la propuesta, y ese viernes no sólo fue rechazada sino que también se pidió la renuncia y castigo de los responsables de la represión a los municipales y el retiro de la Gendarmería de las escuelas, que desde ese punto de vista fue un triunfo. La dirección de ADOSAC siguió trabajando para que se aceptara la propuesta. Una semana después, el viernes 25 de mayo, 522 docentes de Río Gallegos resolvieron por mayoría aceptar la propuesta. La votación fue de 323 votos a favor de levantar el paro contra 199 votos por continuar con la medida. Esta votación fue decisiva, ya que a lo largo del conflicto la asamblea de Río Gallegos fue la principal referencia que tuvieron los docentes de las seccionales menores.

La propuesta del gobierno lleva el salario básico de $ 161 a $ 500 y quedan por negociar los puntos que aún no cierran en el convenio. Entre ellos, el pago de los días de huelga de marzo y el pase del plus por presentismo ($ 250) al básico. Con la aceptación de la propuesta del gobierno, se cierra una etapa en la lucha de los docentes para recuperar su salario básico y la estabilidad laboral. En este sentido, los docentes de Santa Cruz han dado un paso adelante, mediado porque el logro efectivo sigue siendo insuficiente. Un sector importante de trabajadores así lo consideró y quería seguir peleando.

No podemos confiar ni en Peralta ni en la dirección de ADOSAC para lograr que se cumpla lo convenido. Desde este punto de vista, es fundamental mantener las asambleas y el cuerpo de delegados surgido en la lucha y avanzar en las conclusiones y enseñanzas que ha dejado una de las luchas más importantes contra el gobierno de Néstor Kirchner para volver a la pelea. Los docentes de Santa Cruz con su lucha han puesto sobre el tapete la dureza y la decisión con que deben ir armándose los trabajadores de todo el país para torcerle el brazo al gobierno K.

Oscar Alba