Terrabusi/Kraft
y FATE cortan la Panamericana
La
fuerza de la nueva clase obrera
El miércoles 23 ocurrió un hecho de gran
importancia: por primera vez en años dos sectores en lucha
del joven proletariado del Gran Buenos Aires y de dos de las
más importantes empresas de la zona (Terrabusi/Kraft emplea
a más de 3.000 obreras y obreros
y FATE a 1.500 trabajadores), coordinan
una acción conjunta: cortar la Panamericana en reclamo
de aumento de salarios y contra la esclavitud laboral.
Hicieron lo que los burócratas le huyen como a la peste:
unificar la lucha. Una nueva camada de delegados y
activistas empieza a ocupar el centro del escenario de las
luchas.
El
ruido de los cohetes rompía el silencio de la madrugada.
Llegábamos a la puerta de Terrabusi; los compañeros del
turno noche iban saliendo y se agrupaban, la bronca por las
malas condiciones de laburo y el escaso salario pueden mas
que el frío y el cansancio y así se armó el grupo de unos
500 compañeros que cortaron la Henri Ford enfrente de la
planta.
La
movilización nació en las líneas de producción, de un
sector de jóvenes trabajadores que están hartos de que se
decida a sus espaldas su
salario y las condiciones en que trabajan.
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Terrabusi–Kraft: habla
Pokemon,
delegado del turno
noche
“Organizarnos para pelear contra
la patronal”
“En el turno noche hay
mucha bronca, como en toda la fábrica, porque el
sindicato históricamente no viene consultando con
los trabajadores qué aumento salarial queremos,
hace todo a espaldas de los trabajadores. Por
ejemplo, la reforma de convenio, impusieron el
descuento compulsivo del 2% para no afiliados, los
compañeros tienen mucha bronca porque ese descuento
no es ningún beneficio, a los trabajadores que
estamos afiliados nos descuentan el 4,5% y encima
casi no tenemos beneficios;
hay una sola clínica, entonces hay mucho
malestar con los dirigentes, estamos cansados con
esa situación, y estamos viendo que la única forma
es organizarse y pelear. Este corte ha salido de la
asamblea y marca cuál es el camino que tenemos que
seguir los trabajadores para conseguir nuestras
reivindicaciones: organizarnos para pelear contra la
patronal”.
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El
sábado anterior se había resuelto en asamblea y organizado
el corte. Se formaron grupos y pintaron las banderas con los
reclamos: “$2.400
de básico ya!” “Por domingos sin explotación!”
“Efectivización y pase a planta de los tercerizados!”
“Delegados por sector!”.
En
la concentración también había compañeros luchadores de
la zona que fueron a llevar su solidaridad.
Llegábamos
a la colectora cuando se sumó una importante delegación de obreros de FATE, lo que
produjo una gran emoción en la columna que los recibió con
estruendo. Atrás quedaron las dudas de algunos trabajadores
acerca de si juntaríamos las suficientes fuerzas como para
cortar la Panamericana.
A
través de los compañeros de Terrabusi que se solidarizaron
con el conflicto de FATE se había ido coordinando el corte.
Es de remarcar esta coordinación
real de sectores fabriles que rompe los cercos impuestos por
la burocracia, hecho que no se veía hace años y que
comprueba que la pelea va más allá de la fábrica y el
gremio, es de todos los trabajadores que tenemos las mismas
necesidades y somos explotados por igual.
Fue
contundente la presencia de los compañeros de FATE, que con
sus bombos y su combatividad fortalecieron el corte, tomándolo
como propio; así como los obreros de Terrabusi aportan a la
lucha de FATE, siendo una de las fabricas que más
colaboraron con el fondo de huelga y luego con la presencia
en el festival del 25/5 de un importante grupo de compañeros
y de dos conocidas bandas de música de la zona integradas
por trabajadores de Terrabusi/Kraft.
Subimos
a la Panamericana y una vanguardia
de jóvenes obreros de Terrabusi, poniendo el cuerpo,
cortó el tránsito.
Eran
casi las 7 y aunque la idea inicial era quedarse hasta las
9, nos mantuvimos hasta pasadas las 9.30, logrando poner en
todos los medios esta resistencia a los arreglos de Kirchner,
las patronales y los burócratas sindicales que acuerdan, a
nuestras espaldas, salarios miserables (con los cuales ellos
no tienen que mantener a sus familias), en beneficio de las
grandes empresas como Kraft. Esta multinacional, que hace
alarde de las 15 mil
toneladas de más que produjeron en un mes los obreros,
y que sigue comprando empresas gracias a las impresionantes
ganancias que obtienen superexplotándonos.
A
pesar de los aprietes de la policía, permanecimos cortando
la Panamericana hasta que consideramos que el
objetivo que nos habíamos propuesto de difundir el
conflicto estaba cumplido. Luego, marchamos por Henri Ford
hasta la puerta de Terrabusi, donde se realizó un corto
acto. A esta hora la columna se había engrosado con la
llegada de otros trabajadores que vinieron a apoyar la lucha
y ocupábamos unas cuatro cuadras.
En
el acto hablaron diversos representantes de trabajadores
solidarizándose con el reclamo de Terrabusi y FATE, y
concluyó con las palabras de un obrero de FATE que resaltó
la importancia de la coordinación, y del delegado del turno
noche de Terrabusi que leyó el pliego de reclamos entregado
a la empresa y destacó que la lucha es por la efectivización de todos los trabajadores de agencia
y tercerizados, por los $2.400 al básico y por un reclamo
muy sentido en el turno noche, que es no trabajar los
domingos.
Hay
que recordar que esta no es la primera medida de fuerza de
los obreros de Kraft, sino que estos jóvenes trabajadores
vienen dando hace un año pasos concretos contra la
esclavitud laboral, logrando, con acciones dentro de la
planta (como paros y concentraciones) cambiar la costumbre
de la patronal de despedir periódica y masivamente compañeros.
Esta empresa, conocida por la inestabilidad en la que se
trabaja, hace cinco meses tuvo que reincorporar a los
trabajadores que había despedido, gracias a la lucha de
esta nueva generación obrera.
Por
todo esto, hoy decimos que hay que seguir la pelea, dentro y
fuera de la planta, coordinando con otros sectores, porque
es necesario que nos unamos todos los trabajadores en esta
lucha y que construyamos otra dirección para superar a la
burocracia sindical y derrotar los planes hambreadores de
Kirchner que nos obligan a vivir dentro de la fábrica.
Estamos
atravesando un momento en que la clase
trabajadora está dispuesta a pelear. Debemos
jugarnos con todo por garantizar el triunfo de esas luchas,
aportando claridad política, firmeza a la hora de tomar
decisiones y nuestra fuerza militante al servicio de los
trabajadores.
Violeta
de Pacheco
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