Por
la nacionalización efectiva del gas y el petróleo
Desborde
en Camiri
Por
Martín Camacho
De Socialismo o Barbarie Bolivia, desde La Paz, 07/02/07
Luego
de Cochabamba, en momentos en que se está realizando una
gran movilización de mineros cooperativistas (alrededor de
un reclamo muy discutible), queremos destacar el proceso de
lucha vivido en la localidad de Camiri, capital histórica
del petróleo boliviano, que ha puesto sobre la mesa que la
“nacionalización” del gas no ha sido realmente tal. Los
pulpos imperialistas no han sido realmente expropiados, y
para imponer estas tareas habrá que desbordar por izquierda
al gobierno del MAS boliviano.
Ocupando
los pozos por la efectiva nacionalización
A
más de una semana de iniciado el conflicto en el pueblo de
Camiri (ciudad petrolera situada en el departamento de Santa
Cruz), podemos constatar que éste se ha sumado a la pelea
en el país andino, en el marco más general de que los
anuncios del 1° de mayo del año pasado no han significado
ninguna verdadera nacionalización.
Lo
que sucedió desde el lunes 29, con el inicio de bloqueos en
la ruta que une la ciudad de Santa Cruz con la frontera
argentina y la conexión con el Paraguay, implicó la
exigencia de que el ejecutivo nacional se haga presente en
la localidad para rediscutir ciertos términos de la
“nacionalización”, dado el incumplimiento de
compromisos contenidos en el propio Decreto Supremo “Héroes
de la Guerra del Chaco”.
Es
que esta ciudad petrolera tiene la mayoría de los
habitantes desocupados y los recursos más importantes de
Bolivia bajo tierra; pero no los puede utilizar porque aún
hoy siguen siendo propiedad de las trasnacionales.
Esto
llevó a que el pueblo tomara medidas para ser escuchados
por un gobierno se muestra como “originario y popular”,
pero que en los hechos le da la espalda a los problemas de
fondo (y mucho más cuando tiene que pactar con las empresas
petroleras).
El
gobierno hizo una maniobra para intentar dividir la región
carimeña de otras localidades petroleras de la zona del
Chaco boliviano, y llevar la asamblea a la ciudad de
Yacuiba. Esto, con el argumento de que “no había
condiciones de seguridad” en Camiri. En estas condiciones,
se llevó a cabo una reunión, pero Camiri no participó.
Tras
las “convocatorias” que recibieron del ejecutivo, el
vicepresidente del Comité de Huelga de la ciudad, Mirco
Orgaz declara que “el movimiento cívico de Camiri está
dispuesto a dialogar con el Gobierno siempre y cuando el
encuentro sea realizado en esta población”. El
pueblo, junto al comité cívico, el comité de huelga y la
asamblea del pueblo guaraní, determinó en un Cabildo los
cuatro puntos del petitorio para discutir con el gobierno.
El
viernes 2 por la tarde, ante la ausencia de respuestas, se
decidió intensificar las medidas de presión: se tomaron
pacíficamente la estación de bombeo y
almacenaje Choreti-Camiri (que pertenecen a la empresa
Transredes y CLHB), cortando el fluido del suministro de
petróleo al resto del país.
Cuatro
son las exigencias que presentó el comité cívico:
1.
El cumplimiento de la ley de hidrocarburos, que en el art.
23 dice que la Gerencia Nacional de Exploración y Explotación
de YPFB debe de estar en Camiri, y que se consolide
inmediatamente el presupuesto y las condiciones para que ésta
funcione.
2.
La total recuperación de los campos petroleros marginales y
cerrados para que éstos sean operados por GNEE.
3.
Promover y apoyar la industrialización de los
hidrocarburos.
4.
Nacionalización de las refinerías de Santa Cruz y de
Cochabamba.
Cruento
desalojo en defensa de las multinacionales
La
respuesta del gobierno a la ocupación no se hizo esperar:
en la madrugada del domingo 4 descargó una brutal represión
para recuperar los campos petrolíferos, su práctica
habitual frente a los movimientos independientes que quieren
ir más allá de lo que la propiedad privada e imperialista
permite. La militarización de los pozos petroleros y las
amenazas que se daban entre la población presagiaban ya
horas antes esta intervención, mientras las empresas tenían
garantías gubernamentales de que recuperarían rápidamente
sus pozos.
El
cruento desalojo se “amparó” en las leyes de “defensa
del interés nacional”... Con esto se evidencia que la política
del MAS boliviano es seguirle concediendo las riquezas a las
trasnacionales y relegando las agendas de octubre de 2003 y
mayo-junio de 2005. Como
en cualquier intervención militar, los camireños son
desalojados de forma brutal a través de bala y gases en las
primeras horas del domingo 4. Horas después, el gobierno, cínicamente
a través del ministro de gobierno Alfredo Rada, afirmaba
que “no había habido excesos” y negaba que se hubieran
“usado armas de fuego”, cuando ya habían caído tres
personas con impactos de bala.
Por
otro lado, el ministro de hidrocarburos Villegas dio
detalles de lo que se “perdió” con el cierre de las válvulas
durante tan sólo... 15 horas. Fueron 525.000 dólares, que
muy cínicamente comparó con los 21.000 bonos Juancito
Pinto “que se pudieron haber pagado”. Pero todo esto lo
que en realidad demuestra son las decenas de miles, los
cientos de miles y los millones de dólares que se roban las
empresas hora a hora y día a día.
Por
otra parte, el vice García Linera había salido antes a conminar
a los carimeños a “deponer esa actitud de cerrar las
venas de la patria afectando a 9 millones de bolivianos y
cortando el suministro de dinero, ya que los recursos están
nacionalizados ya”.
Con
esto evidenciamos la gran mentira que el gobierno intenta
una y otra vez. Por un lado, quiere aislar los movimientos
independientes diciendo que son los únicos “culpables”
de los problemas, y por el otro, recibe la respuesta de las
masas populares que de una o otra forma salen a pelear por
lo que es de todos, empezando a desbordarlo por izquierda.
Entre
el desborde por abajo y la conciliación por arriba
Ya
levantado el bloqueo, después de que el gobierno se dignó
a ir a dialogar al lugar de conflicto, las posiciones se
mantuvieron firmes hasta que el gobierno concedió el primer
punto del petitorio. Pero un día antes de que el gobierno
cediera a las peticiones, el ministro de presidencia Ramón
Quintana había anunciado que “no se retrocedería ni un
centímetro”.
Más
allá de todas las mediaciones que hubo, en el medio el
pueblo tuvo una actitud importantísima, cuando desoyó al
Comité Cívico porque con lo que había concedido el
gobierno no alcanzaba. Con silbidos hicieron callar al
presidente del comité, y éste tuvo que dar lugar al Comité
de Huelga y las medidas que se tomaron. Una vez más, pero
en distintas circunstancias, la población rebasó a los
dirigentes que tiene adelante. Esto evidencia que las masas
están dispuestas a ir más allá de los dirigentes, pero
para esto hace falta una nueva dirección comprometida al
llegar al final; es decir, la puesta en pie, de una vez, de
un Instrumento Político de los Trabajadores.
Finalmente,
siguieron las reuniones con parte del ejecutivo que se hacía
presente en la ciudad. Y producto de la lucha finalmente se
consiguió para Camiri:
a)
Tres gerencias de YPFB.
b)
Una planta separadora de líquidos en la zona.
c)
Dos campos marginales.
Ante
estas concesiones del gobierno central, se levantaron los
bloqueos que interrumpían el libre tránsito de personas y
mercancías. Pero quedó por saber cuán efectivas serán
estas medidas; porque para calmar a la población se suelen
decir y firmar un montón de cosas que jamás se hacen
efectivas.
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