Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 96, 08/02/07
 

 

 

 

 

Las cifras de la inflación

Dibujando los números
al servicio de la explotación

Por Rodolfo F. Torres

Respecto de los “números”, digamos que se explica porque el gobierno los intenta manipular. El año pasado se largó un control de precios selectivo para condicionar las paritarias y fijar un techo del 19%; pero esta estrategia no se puede repetir por el simple motivo de que el control de precios sigue vigente y que a todas luces cada vez se evidencia más como un fracaso.  En todo caso, el “único éxito” del control es dibujar los números según el deseo oficial.

Pero en la realidad cotidiana la inflación del año pasado fue muy superior al anunciado 9,8%.  Por ejemplo, las frutas y verduras tuvieron una escapada anual del  27.7% y 25.3% respectivamente; los alquileres subieron un 13.8 %; la indumentaria subió el 14.5 %; el esparcimiento el 10.7%; la educación el 19.9%. Por eso a los aumentos conseguidos el año pasado ya se lo comió la inflación real, la que sentimos todos los trabajadores en los bolsillos.

Para este año el gobierno proyectó la inflación, entre el 7 al 11%. Pero según los propios números oficiales, en los últimos 4 meses, la inflación de la canasta básica de alimentos (el límite de la indigencia o hambre, y la más controlada por la subsecretaría a cargo de Guillermo Moreno), ya subió un 8.6%. Anualizando este porcentaje estaríamos en una inflación superior al 25 %, muy lejos de los dibujos y mentiras oficiales. Para colmo, si se proyecta sólo enero (el 2.6%) se estaría cerca de la friolera del 32%. Y el gobierno y los empresarios nos quieren poner un tope que va entre el 10 y 16%! ¿Se explica ahora la manipulación de los datos del INDEC?

Como si esto fuera poco, comparando el poder adquisitivo promedio previo a la devaluación (que ya era bajo) con el actual, se llega a que el sueldo promedio que obtiene el que tiene empleo, se ubica todavía en un 9.25% por debajo del poder adquisitivo que tenia en 2001. Se trata de nada menos que 14.3 millones de ocupados que son asalariados, cuentapropistas o profesionales que en promedio ganan miserables $ 974 mensuales.

Para colmo, hay una tremenda diferenciación salarial. Los trabajadores están muy fragmentados. Según informa el diario Clarín: “Con la reactivación económica el cambio no está dado por la mejora salarial de los que ya estaban ocupados, sino de los desocupados que pasaron a tener un empleo. En ese lapso, la ocupación pasó de 11.7 millones a 14.3 millones de personas en el tercer trimestre del 2006.

Los datos oficiales,  además,  marcan que entre los ocupados hay una fuerte diferenciación salarial y de ingresos. Un 30 % –4.3 millones de personas– gana menos de 500 pesos. Otro 40% percibe entre 500 y 1100 pesos (y aquí esta el grueso de los trabajadores en blanco). Y en la cúspide, otro 30%, gana entre 1100 y 3000” (13-1-07). Es decir que al menos el 70% de los trabajadores gana una miseria, sobre la que se quiere poner un techo secreto de no más del 16% de aumento.