Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 94, 28/12/06
 

 

 

 

 

 

Fate: más agachadas de la burocracia

Crece la bronca

Corresponsal.- En la seccional de San Fernando, dirigida por Antico y sus secuaces, se comprometieron ante los compañeros a reunirse con la empresa para pedir un aguinaldo entero, que serían entre $600 y $800, según la categoría. La propuesta no era para nada despreciable, pero conociendo el prontuario de la Bordó (agente por excelencia de la empresa), la gente tenía un mal presentimiento. Volviendo a encender el descontento siempre latente, la intervención de los compañeros de manera espontánea, realizó paros en varios sectores, fortaleció y reivindicó a las bases tan golpeadas, haciendo surgir propuestas interesantes. Hubo muchos enardecidos que denunciaban: ¡las fiestas no tienen porqué ser la excusa para ir a reclamar limosnas!

El techo salarial para la próxima paritaria que rondaría según  el gobierno y la burocracia sindical cerca del 13% de aumento al básico, no va a ser suficiente. Muchos compañeros mocionaron que para equiparar los desfasajes adquisitivos son necesarios, además del aumento, recategorización para todos y lque se paguen las horas de los fines de semana al 200%.

Las discusiones se prolongaron, causando revuelo en toda la fábrica, y como efecto dominó se trasladó a todos los turnos. Los días subsiguientes después de haber hablado con la empresa, los cipayos de la Bordó vinieron vestidos con un taparrabos: habían conseguido la irrisoria cifra de 40 a 50 horas básicas. En la gráfica los porcentajes habían caído catastróficamente, de los 600 a 800 pesos prometidos a 300 ó 400 (¡y en tickets!), que fue lo conseguido... era impresentable. ¡Si la empresa facturó este año 200 millones de dólares! Así, convencieron a todos de que no se puede esperar nada gratificante de ellos, la patronal y el gremio.

La confabulación de los burócratas se ponía de manifiesto al ver a la lista supuestamente contraria: la pasividad de la Violeta, que estando presente en las reuniones no apoyaba a los compañeros en las protestas, mostró que no hay diferencias verdaderas entre ellos y la Bordó. ¿Y ahora con qué nos van a arreglar, con las misas de Monseñor Casaretto?

El trabajador se enfrenta contra todos aliados de todos los tonos en el campo enemigo pero también se empiezan a visualizar nuevas recomposiciones clasistas dentro de una perspectiva de lucha.