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Fate:
más agachadas de la burocracia
Crece
la bronca
Corresponsal.-
En la seccional de San Fernando, dirigida por Antico y sus
secuaces, se comprometieron ante los compañeros a reunirse
con la empresa para pedir un aguinaldo entero, que serían
entre $600 y $800, según la categoría. La propuesta no era
para nada despreciable, pero conociendo el prontuario de la
Bordó (agente por excelencia de la empresa), la gente tenía
un mal presentimiento. Volviendo a encender el descontento
siempre latente, la intervención de los compañeros de
manera espontánea, realizó paros en varios sectores,
fortaleció y reivindicó a las bases tan golpeadas,
haciendo surgir propuestas interesantes. Hubo muchos
enardecidos que denunciaban: ¡las fiestas no tienen porqué
ser la excusa para ir a reclamar limosnas!
El
techo salarial para la próxima paritaria que rondaría según
el gobierno y la burocracia sindical cerca del 13% de
aumento al básico, no va a ser suficiente. Muchos compañeros
mocionaron que para equiparar los desfasajes adquisitivos
son necesarios, además del aumento, recategorización para
todos y lque se paguen las horas de los fines de semana al
200%.
Las
discusiones se prolongaron, causando revuelo en toda la fábrica,
y como efecto dominó se trasladó a todos los turnos. Los días
subsiguientes después de haber hablado con la empresa, los
cipayos de la Bordó vinieron vestidos con un taparrabos:
habían conseguido la irrisoria cifra de 40 a 50 horas básicas.
En la gráfica los porcentajes habían caído catastróficamente,
de los 600 a 800 pesos prometidos a 300 ó 400 (¡y en
tickets!), que fue lo conseguido... era impresentable. ¡Si
la empresa facturó este año 200 millones de dólares! Así,
convencieron a todos de que no se puede esperar nada
gratificante de ellos, la patronal y el gremio.
La
confabulación de los burócratas se ponía de manifiesto al
ver a la lista supuestamente contraria: la pasividad de la
Violeta, que estando presente en las reuniones no apoyaba a
los compañeros en las protestas, mostró que no hay
diferencias verdaderas entre ellos y la Bordó. ¿Y ahora
con qué nos van a arreglar, con las misas de Monseñor
Casaretto?
El
trabajador se enfrenta contra todos aliados de todos los
tonos en el campo enemigo pero también se empiezan a
visualizar nuevas recomposiciones clasistas dentro de una
perspectiva de lucha.
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