Córdoba:
la lucha de los estatales
Fortalecerse
por la base
Por
Adrián Peryam
La
conciliación obligatoria dictada por el gobernador De la
Sota, aceptada acríticamente por las directivas de los
gremios estatales (SEP y UEPC), marcó un quiebre en el
conflicto.
Una vez más,
tenemos que decir que la burocracia traicionó la
lucha de los trabajadores. En este caso, al aceptar la
conciliación, logró desmovilizar a toda la vanguardia
de activistas que desde hace varios meses estaba en la
calle dando un pelea por salud y educación. Desde marzo de
este año, distintos sectores de trabajadores estatales
vienen llevando adelante planes de lucha y pulseadas. Un
sector importante de vanguardia se organiza en torno a
trabajadores de salud autoconvocados, exigiendo el pase a
planta permanente, el blanqueo salarial, aumento de sueldo y
un plan de salud para todos. En docentes hubo movilizaciones
de miles, con sectores de docentes que confluyeron con
padres y alumnos en forma totalmente independiente de la
burocracia, llegando a realizar una movilización de unas
2.000 personas. Las burocracias kirchneristas del SEP y la
UEPC quedaron muy mal paradas tras la escandalosa entrega
de estos meses de lucha, pero lograron sacar de la calle a
los docentes y estatales a cambio de absolutamente nada.
El
rol de ATDEMIS en este año
Luego de la
intensa lucha del año pasado en el que un importante sector
de la vanguardia independiente rompe con el SEP (y desde el
sindicato se expulsa a algunos delegados), deciden
conformarse en forma independiente de la burocracia. Ésta
fue una experiencia importantísima. El sindicato dirigido
por Pihén está muy desprestigiado y todo un sector de
trabajadores no quiere volver al sindicato. Este sector
conformó ATDEMIS, que a lo largo del año jugó un
rol importante dentro del conflicto, ya que logró
mantenerlo por un tiempo largo en la calle.
El haber
conseguido la unidad de distintos sectores de hospitales
puso a la vista el problema de la salud en la provincia. Y
haber tenido política hacia los médicos ayudó a que el
conflicto siguiese en curso, obstaculizando por bastante
tiempo los intentos de la burocracia de cerrarlo. En todo
momento se privilegió la más amplia democracia de los
trabajadores en asambleas, y siempre se preocuparon por ampliar
el espacio de los autoconvocados para ver cómo seguir.
Al mismo
tiempo, ante la crisis del SEP otros sectores buscan
posicionarse, como la UTS (Unión de Trabajadores de la
Salud), integrada por médicos y creada por Ricardo Sánchez,
ex adjunto de Pihén. Este nuevo gremio buscó ganar fuerza
volcándose a los autoconvocados. Pero Sánchez, como buen
burócrata de carrera que es, llama a una tregua y a confiar
en que el nuevo ministro solucione el problema. A eso se sumó
que la política de sectores como la CTA y ATE no apuntó a
ver cómo extender la lucha, sino a buscar la forma de
construir su organización sindical.
¿Cómo
seguirla?
Ni la UTS,
ni la CTA, ni ATE lograron movilizar sectores importantes de
trabajadores: todos buscaron la forma de negociar a través
de sus representantes y presionaron a los compañeros con la
tan mentada “protección sindical”, que ni los compañeros
que se venían movilizando en autoconvocados ni ATDEMIS
tienen
Sólo
ATDEMIS buscó permanentemente la movilización de las
bases. En este marco se produce el punto de inflexión en el
conflicto. A la vez que los compañeros han resuelto entrar
a la CTA, lo más importante son las condiciones que han
mantenido para su ingreso, que son la independencia política
y sindical, la autodeterminación y la consulta permanente a
la base de los pasos a seguir.
Ante este
retroceso de la lucha de los trabajadores estatales de la
provincia, es necesario consolidar y nuclear a la vanguardia
surgida del proceso. Por eso han resuelto fortalecerse en la
base buscando la más amplia y posible movilización y
participación de todos de todos los trabajadores de la
salud, por encima de toda burocracia.
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