Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 88, 28/09/06
 

 

 

 

 

 

Villa Mercedes, San Luis

La película censurada: esto no se filma

Corresponsal

En la provincia de San Luis, detrás de la pantalla del cine que promociona las películas filmadas en sus hermosos paisajes, hay una clase trabajadora que vive y se desloma en condiciones brutales de explotación en los parques industriales que rodean las ciudades de San Luis, Villa Mercedes, Justo Daract y otras más pequeñas. A ella nunca se refieren los hermanos Rodríguez Saá, ni ninguno de los críticos del gobierno puntano, incluido el gobierno nacional, que hacen la vista gorda para que las empresas allí radicadas se llenen de plata con los beneficios de la exención impositiva y con los bajos salarios y condiciones de trabajo paupérrimas. Transcribimos un relato vivo de esa lucha de trabajadores de algunas fábricas de la zona.

El proceso que se abrió en el parque industrial es muy promisorio. Se ve un proceso casi lineal de aprendizaje de clase en cada conflicto, que aprende del  anterior y mejora o agrega algo nuevo en el conflicto que le sigue.

El conflicto de Cerámica San Lorenzo fue casi del 100%, todos afuera en paro general y asambleas para discutir. Había miedo a la policía y miedo a cortar la ruta. No le cortaron el acceso a los supervisores a la planta; sólo impedían el acceso de los camiones, pero cambiaron los delegados durante el conflicto y lograron un pequeño triunfo.

Luego vino el de Tersuave: algunos carneros, asambleas para discutir y decidir, delegados apoyados y queridos por sus compañeros, los compañeros afuera en paro total por tiempo indeterminado y miedo a la policía que con el correr de las semanas se iba transformando en predisposición a enfrentarse con la policía. Le cortaron el acceso a los supervisores y carneros, miedo al corte de ruta, que fueron tímidamente haciendo hasta llegar el día 45 a un corte de ruta espectacular, un corte total manteniendo el parque industrial sur de Villa Mercedes sin trabajar por toda una mañana, afectando a Arcor, Techint, Acindar y otras.

Durante el conflicto echaron a los representantes gremiales venidos de Buenos Aires y los corrieron de las negociaciones también. Les quemaron una bandera con el nombre del burócrata y se les quedaron con las carpas que trajeron, además de escrachar al burocratito local. También se ganó con aumento de sueldo y nueve meses de garantía de no echar a nadie.

La lucha de Pagoda y el rol de la burocracia

Luego surgió el conflicto de Pagoda, dirigido por delegados con más experiencia. El miedo a la Policía ya no era tanto, cortaron la ruta con un corte que paró el parque industrial sur por un día y medio. Piquetes a la entrada de la fábrica, no dejaron entrar a los carneros, los enfrentaron y el conflicto se gana cuando la patronal y la burocracia se juegan a meter cuatro colectivos con carneros, contratados nuevos y gente traída por la burocracia. Se jugaron a esto porque era evidente el desgaste de los compañeros, que al enfrentar la provocación lograron que el dueño aflojara porque se armaba el enfrentamiento físico. Estuvieron a un milímetro de la pelea.

Se ganó con una negociación donde uno de los delegados hizo valer la consulta a la Asamblea en todo momento y con esto le hizo un agujero al otro delegado, que quería arreglar sin consultar. El triunfo fue muy importante.

Recibieron como elemento nuevo el apoyo activo en el corte de ruta de los trabajadores de Tersuave, que cortaron la ruta con los de Pagoda, y un buen aporte económico de parte de una agrupación de la Bagley que hizo una colecta. Echaron a los burócratas y se enfrentaron físicamente a ellos en el sindicato.

Ahora está el conflicto de Fibracentro (de la ciudad de Justo Daract), ya llevan tres cortes de ruta 7, que es un paso internacional porque viajan camiones a Chile desde Brasil. Hacían paros dentro de la planta por reclamos salariales, pero luego la patronal no los dejó entrar. Están todos afuera e hicieron una marcha de más de 400 personas, con asambleas. Empezaron a discutir el lock out patronal porque les llegaron 45 telegramas de despido y a los demás no los dejan ingresar a la fabrica, y se metió el tema de la toma de la planta en vista a una posible gestión  obrera, dado que la patronal por ahora está firme y parece que va para largo el conflicto. Los despidos ya son 100 y se han intensificado las medidas.

Los trabajadores  se trasladaron a Villa Mercedes, frente a la sede de la Asociación Obrera Textil, a la que encontraron cerrada por el Día de la Sanidad (sic) y luego a la casa del secretario general del gremio, Rodolfo Garciarena, que tampoco estaba. El pensamiento de los trabajadores sobre la actitud de sus dirigentes sindicales se sintetiza en una pintada: AOT = Asociación Obrera Traidora.

Un oficial de justicia y abogados que representan a los trabajadores se presentaron en la fábrica y realizaron un embargo por 2.100.000 pesos. Realizaron una asamblea en la que votaron una comisión de tres compañeros obreros, que se suman a los dos delegados para seguir las negociaciones que se abren esta semana que viene. Se les votó que sólo se acepte que vuelvan todos a trabajar, sin despidos y con aumento salarial como lo vienen pidiendo. Sin aumento salarial y todos adentro no hay acuerdo, al menos por ahora.

Se hizo una barricada para obligar a que los policías que entran a la fábrica a protegerla tengan que ir caminando, sin permitirles llegar con los patrulleros. Se hará  una peña para recaudar fondos para mantener la lucha.

La presión social y la exigencia es tan fuerte que acusaron recibo los “prófugos” de la AOT y el ministro de Trabajo Gomina. También el diario oficial, El Diario de la República, tuvo que publicar una nota destacada.

Después del escrache, la burocracia se vio obligada a publicar una solicitada en el diario de los Rodríguez Saa, mintiendo acerca de la heroica lucha de los obreros de Pagoda, que tratan de desacreditar al ver que el ejemplo esta prendiendo en las otras textiles como Fibracentro, y los pone al desnudo en su colaboración con las patronales. Siempre manteniendo los reclamos dentro de lo que los burócratas llaman “la legalidad”, mantuvieron todo el gremio de rodillas durante sus casi dos décadas de existencia. Aquí extractamos los siguientes párrafos:

“Repudiamos a todos los empresarios que explotan a sus trabajadores, pagan sus salarios en negro, no cumplen con los salarios acordados en el Convenio Colectivo de Trabajo, realizando pingües negocios a costa de  sus trabajadores, a los cuales combatimos con la lucha y denunciamos ante la opinión pública y las autoridades de aplicación”. Y continúan: “no vamos a permitir más que un grupo de trasnochados que juegan a la política, usando y engañando a los compañeros, llevándolos al conflicto por el conflicto mismo sin medir las consecuencias o al menos analizarlas; prueba de ello lo ocurrido recientemente en las empresas Pagoda con reducción de salarios y hoy la triste realidad en la ciudad Justo Daract con el cierre de la planta fabril Fibra Centro, con la consecuencia de más de cien familias sin trabajo a pesar de las múltiples recomendaciones que la entidad sindical realizó para encuadrar el conflicto dentro del marco del derecho y de la Legalidad. Por lo tanto, hacemos responsables de lo acontecido a la actitud irresponsable, patoteril y sin importar consecuencia alguna a quienes llevaron a esta situación (...) La AOT  Delegación San Luis, conjuntamente con los trabajadores a los que sólo les importa su fuente laboral, ganando un salario digno para su bienestar y el de su familia, dejando de lado a aquellos que usan al trabajador para llevar adelante sus ideales políticos, realizará todas las acciones que sean necesarias a fin de restablecer la fuente laboral”.

El ministro, por su parte, prometió esta semana abocarse a las negociaciones. ¿Contará también con el apoyo de estos “muchachos”?