Villa
Mercedes, San Luis
La
película censurada: esto no se filma
Corresponsal
En
la provincia de San Luis, detrás de la pantalla del cine
que promociona las películas filmadas en sus hermosos
paisajes, hay una clase trabajadora que vive y se desloma en
condiciones brutales de explotación en los parques
industriales que rodean las ciudades de San Luis, Villa
Mercedes, Justo Daract y otras más pequeñas. A ella nunca
se refieren los hermanos Rodríguez Saá, ni ninguno de los
críticos del gobierno puntano, incluido el gobierno
nacional, que hacen la vista gorda para que las empresas allí
radicadas se llenen de plata con los beneficios de la exención
impositiva y con los bajos salarios y condiciones de trabajo
paupérrimas. Transcribimos un relato vivo de esa lucha de
trabajadores de algunas fábricas de la zona.
El
proceso que se abrió en el parque industrial es muy
promisorio. Se ve un proceso casi lineal de aprendizaje de
clase en cada conflicto, que aprende del anterior y
mejora o agrega algo nuevo en el conflicto que le sigue.
El
conflicto de Cerámica San Lorenzo fue casi del 100%, todos
afuera en paro general y asambleas para discutir. Había
miedo a la policía y miedo a cortar la ruta. No le cortaron
el acceso a los supervisores a la planta; sólo impedían el
acceso de los camiones, pero cambiaron los delegados durante
el conflicto y lograron un pequeño triunfo.
Luego
vino el de Tersuave: algunos carneros, asambleas para
discutir y decidir, delegados apoyados y queridos por sus
compañeros, los compañeros afuera en paro total por tiempo
indeterminado y miedo a la policía que con el correr de las
semanas se iba transformando en predisposición a
enfrentarse con la policía. Le cortaron el acceso a los
supervisores y carneros, miedo al corte de ruta, que fueron
tímidamente haciendo hasta llegar el día 45 a un corte de
ruta espectacular, un corte total manteniendo el parque
industrial sur de Villa Mercedes sin trabajar por toda una
mañana, afectando a Arcor, Techint, Acindar y otras.
Durante
el conflicto echaron a los representantes gremiales venidos
de Buenos Aires y los corrieron de las negociaciones también.
Les quemaron una bandera con el nombre del burócrata y se
les quedaron con las carpas que trajeron, además de
escrachar al burocratito local. También se ganó con
aumento de sueldo y nueve meses de garantía de no echar a
nadie.
La
lucha de Pagoda y el rol de la burocracia
Luego
surgió el conflicto de Pagoda, dirigido por delegados con más
experiencia. El miedo a la Policía ya no era tanto,
cortaron la ruta con un corte que paró el parque industrial
sur por un día y medio. Piquetes a la entrada de la fábrica,
no dejaron entrar a los carneros, los enfrentaron y el
conflicto se gana cuando la patronal y la burocracia se
juegan a meter cuatro colectivos con carneros, contratados
nuevos y gente traída por la burocracia. Se jugaron a esto
porque era evidente el desgaste de los compañeros, que al
enfrentar la provocación lograron que el dueño aflojara
porque se armaba el enfrentamiento físico. Estuvieron a un
milímetro de la pelea.
Se
ganó con una negociación donde uno de los delegados hizo
valer la consulta a la Asamblea en todo momento y con esto
le hizo un agujero al otro delegado, que quería arreglar
sin consultar. El triunfo fue muy importante.
Recibieron
como elemento nuevo el apoyo activo en el corte de ruta de
los trabajadores de Tersuave, que cortaron la ruta con los
de Pagoda, y un buen aporte económico de parte de una
agrupación de la Bagley que hizo una colecta. Echaron a los
burócratas y se enfrentaron físicamente a ellos en el
sindicato.
Ahora
está el conflicto de Fibracentro (de
la ciudad de Justo Daract),
ya llevan tres cortes de ruta 7, que es un paso
internacional porque viajan camiones a Chile desde Brasil.
Hacían paros dentro de la planta por reclamos salariales,
pero luego la patronal no los dejó entrar. Están todos
afuera e hicieron una marcha de más de 400 personas, con
asambleas. Empezaron a discutir el lock out patronal porque
les llegaron 45 telegramas de despido y a los demás no los
dejan ingresar a la fabrica, y se metió el tema de la toma
de la planta en vista a una posible gestión obrera,
dado que la patronal por ahora está firme y parece que va
para largo el conflicto. Los despidos ya son 100 y se han
intensificado las medidas.
Los
trabajadores se trasladaron a Villa Mercedes, frente a
la sede de la Asociación Obrera Textil, a la que
encontraron cerrada por el Día de la Sanidad (sic) y luego
a la casa del secretario general del gremio, Rodolfo
Garciarena, que tampoco estaba. El pensamiento de los
trabajadores sobre la actitud de sus dirigentes sindicales
se sintetiza en una pintada: AOT = Asociación Obrera
Traidora.
Un
oficial de justicia y abogados que representan a los
trabajadores se presentaron en la fábrica y realizaron un
embargo por 2.100.000 pesos. Realizaron una asamblea en la
que votaron una comisión de tres compañeros obreros, que
se suman a los dos delegados para seguir las negociaciones
que se abren esta semana que viene. Se les votó que sólo
se acepte que vuelvan todos a trabajar, sin despidos y con
aumento salarial como lo vienen pidiendo. Sin aumento
salarial y todos adentro no hay acuerdo, al menos por ahora.
Se
hizo una barricada para obligar a que los policías que
entran a la fábrica a protegerla tengan que ir caminando,
sin permitirles llegar con los patrulleros. Se hará
una peña para recaudar fondos para mantener la lucha.
La
presión social y la exigencia es tan fuerte que acusaron
recibo los “prófugos” de la AOT y el ministro de
Trabajo Gomina. También el diario oficial, El Diario de
la República, tuvo que publicar una nota destacada.
Después
del escrache, la burocracia se vio obligada a publicar una
solicitada en el diario de los Rodríguez Saa, mintiendo
acerca de la heroica lucha de los obreros de Pagoda, que
tratan de desacreditar al ver que el ejemplo esta prendiendo
en las otras textiles como Fibracentro, y los pone al
desnudo en su colaboración con las patronales. Siempre
manteniendo los reclamos dentro de lo que los burócratas
llaman “la legalidad”, mantuvieron todo el gremio de
rodillas durante sus casi dos décadas de existencia. Aquí
extractamos los siguientes párrafos:
“Repudiamos
a todos los empresarios que explotan a sus trabajadores,
pagan sus salarios en negro, no cumplen con los salarios
acordados en el Convenio Colectivo de Trabajo, realizando
pingües negocios a costa de sus trabajadores, a los
cuales combatimos con la lucha y denunciamos
ante la opinión pública y las autoridades de aplicación”.
Y continúan: “no vamos a permitir más que un grupo de
trasnochados que juegan a la política, usando y engañando
a los compañeros, llevándolos al conflicto por el
conflicto mismo sin medir las consecuencias o al menos
analizarlas; prueba de ello lo ocurrido recientemente en las
empresas Pagoda con reducción de salarios y hoy la triste
realidad en la ciudad Justo Daract con el cierre de la
planta fabril Fibra Centro, con la consecuencia de más de
cien familias sin trabajo a pesar de las múltiples
recomendaciones que la entidad sindical realizó para encuadrar
el conflicto dentro del marco del derecho y de la Legalidad.
Por lo tanto, hacemos responsables de lo acontecido a la
actitud irresponsable, patoteril y sin importar consecuencia
alguna a quienes llevaron a esta situación (...) La AOT
Delegación San Luis, conjuntamente con los
trabajadores a los que sólo les importa su fuente laboral,
ganando un salario digno para su bienestar y el de su
familia, dejando de lado a aquellos que usan al trabajador
para llevar adelante sus ideales políticos, realizará
todas las acciones que sean necesarias a fin de restablecer
la fuente laboral”.
El
ministro, por su parte, prometió esta semana abocarse a las
negociaciones. ¿Contará también con el apoyo de estos
“muchachos”?
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