Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 86, 31/08/06
 

 

 

 

 

 

Habla Martín González Bayón, dirigente juvenil del MAS e integrante del Ya Basta

“Por una Palestina unida, laica, democrática y no racista”

“Por una Federación Socialista de todos los estados de Medio Oriente”

Buenas tardes compañeros, agradecemos la presencia del compañero Galeb Moussa y todos los saludos que nos han llegado para este acto de repudio.

Estamos ante un hecho histórico. Israel ha perdido su primera guerra. El mito de la invencibilidad de su ejército ha quedado seriamente cuestionado ante los ojos de millones de personas.

El tramposo “cese del fuego” impuesto por esa cueva de bandidos imperialistas que es la ONU, de la cual nunca ha venido ni se puede esperar nada en favor de los pueblos, no puede esconder este hecho que tiene trascendencia no sólo en Medio Oriente, sino en todo el mundo.

Porque la victoria del pueblo libanés es una victoria de todos los oprimidos del mundo que cotidianamente luchan contra el imperialismo y sus agentes. Una victoria no sólo contra el gobierno sionista de Olmert, sino, en los hechos, contra el mismísimo George Bush.

El presidente yanqui y la banda de facinerosos que lo acompaña lanzó a su perro guardián, el Estado de Israel, para tapar lo que ya es un hecho grande como una casa: su política en Iraq y Afganistán ha fracasado. Está empantanado como producto del mayoritario rechazo popular y la heroica resistencia de todo un pueblo. Todo esto muestra que el imperialismo es bárbaro y peligroso pero no todopoderosos: puede ser derrotado.

Pero al mismo tiempo, compañeros, no hay que bajar la guardia, no hay que subirse al carro del triunfalismo o el facilismo. Como se suele decir: se ha ganado una batalla, no la guerra.

Se trata de un enemigo muy peligroso. El ejército sionista sigue ocupando parte del sur del Líbano. Y en cualquier momento puede descargar nuevamente su bárbara agresión sobre el pueblo palestino en Gaza y Cisjordania.

Muchos compañeros preguntan en qué consiste esta pelea, esta lucha. No es tan difícil como parece a primer vista: sencillamente, el Estado de Israel está constituido por una población ocupante de un territorio que no es suyo. Desde 1947, cuando fue formado este estado artificial, millones de palestinos han sido desplazados de manera forzada de sus hogares por el ocupante. Es como si tuviéramos a los kelpers de Malvinas en medio de la Capital Federal.

¿Para que está el Estado Sionista ocupando Palestina? Para domesticar, dominar y colonizar toda la población de Medio Oriente. De ahí el carácter bárbaro y represor y los métodos de terrorismo de Estado que practica Israel sobre la población palestina y árabe en general.

Esta barbarie la hemos visto en estos 33 días de agresión: los bombardeos sistemáticos sobre la población civil – donde la inmensa mayoría de los asesinados fueron niños– tiene la lógica del terror, de transformar todo el sur de Líbano, y también parte de su capital, Beirut, en tierra arrasada. Que los sobrevivientes abandonen sus hogares.

¿Cuál es la salida?, se preguntan también muchos compañeros.

Desde el vamos decimos que no somos religiosos ni esta lucha es (como erróneamente se presenta habitualmente) una lucha religiosa: no es una lucha de “musulmanes contra judíos”; menos que menos un “choque de civilizaciones” como dice la derecha yanqui.

Claro está, respetamos todas las creencias de los oprimidos. Pero de lo que se trata realmente este doloroso conflicto es de una lucha de un pueblo oprimido contra los colonizadores, contra los ocupantes de sus territorios, contra la opresión sionista-imperialista. Una lucha por la autodeterminación nacional. El Estado de Israel es el agente colonizador de Bush y el imperialismo yanqui en la región.

Defendemos entonces al Hezbollah frente al sionismo y al imperialismo y estamos por su triunfo militar ante ellos. No tenemos dudas de cuál es nuestra trinchera en esta lucha.

Pero al mismo tiempo, también decimos con claridad que no estamos a favor de una república confesional islámica, ni estamos a favor de la continuidad del capitalismo en toda la región.

Así como sostenemos incondicionalmente la lucha palestina y libanesa por su autodeterminación, así como sostenemos la causa palestina, como salida política estamos a favor de una Palestina unida, laica, democrática y no racista, una Palestina socialista en todo el territorio actualmente ocupado por el Estado de Israel.

Estamos por la liquidación de este Estado opresor, y a favor de la convivencia pacífica de palestinos e israelíes, de árabes y judíos.

Al mismo tiempo, no dudamos tampoco en afirmar, categóricamente, que para lograr este difícil objetivo, es imprescindible, es esencial, es decisivo, que las importantes clases obreras de Egipto, Irán, Siria e Irak se pongan de pie y encabecen de manera independiente la lucha por una Federación Socialista de todos los estados de Medio Oriente. También en esta región del mundo debe ser relanzada la lucha por el auténtico socialismo en el siglo XXI.

Compañeros, para terminar, debemos continuar con esta campaña. El imperialismo está herido pero no ha muerto. Debemos continuar con las charlas en las universidades y las escuelas, con los afiches y las pintadas.

Debemos exigir:

- el retiro inmediato de Israel del Líbano y de los territorios ocupados

- ninguna confianza en la cueva de bandidos que es la ONU

- el cese del bloqueo israelí a Gaza y Cisjordania

- la libertad a los 10.000 palestinos presos en las cárceles sionistas

- el derecho al retorno de los 4,5 millones de refugiados

- No al Muro del apartheid

-Por una Palestina laica, democrática, no racista, hacia una Federación Socialista de los pueblos de la región

¡Viva la lucha del pueblo palestino!