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La
palabra de Galeb Moussa, de la Asociación Islámica
Argentina
“La
razón y la verdad nos asisten”
Estimados
compañeros:
Estamos
muy agradecidos de haber sido invitados a este acto en
solidaridad con los pueblos libanés y palestino.
Lamentablemente tenemos que denunciar que hoy el ejército
sionista ha atacado la ciudad de Baalbek, violando una vez más
otra resolución de las Naciones Unidas que, dicho sea de
paso, fue confeccionada a medida de los deseos del Estado
terrorista de Israel, que la ha pedido a gritos.
La
resolución se parece más a una rendición que a una
intención de traer paz a la región, que como les he dicho
ha sido quebrada por esta nueva ofensiva sionista. Hay que
destacar que la ciudad de Baalbek está en el centro-este de
Líbano, por lo tanto no limita con Israel. Esto agrava más
la violación de la resolución, porque denota una intención
premeditada de atacar y no respetar absolutamente nada. Eso los
evidencia como agresores, los descubre en su verdadera
dimensión, en su brutalidad, en su impiedad y en sus
provocaciones que repiten cada tanto y a medida de sus
necesidades o del imperialismo yanqui cuando quieren estas
masacres inhumanas.
Tratan
de poner excusas; no las hay. Hoy el mundo se dio cuenta de
la mentira sionista, y ya no vale de nada esa liga
antidifamatoria que han creado para cubrir sus fechorías.
La pregunta es ¿por qué necesitar una liga antidifamatoria
si no hay intención de hacer nada que merezca críticas?
Eso
es lo que hay que resaltar, la intención; nunca han
tenido intención de paz, nunca han tenido vocación de
convivir. Han venido a saquear, han venido a matar, han
venido a cumplir un camino imperialista que los lleve desde
el Nilo hasta el Éufrates, como decía el terrorista Ben
Gurión en 1948.
Queridos
compañeros, es necesario que cada vez seamos más, que
sepan que vamos a seguir denunciando sus atrocidades, que
vamos a seguir estando en las calles, que sepan que la
razón y la verdad nos asisten y que por eso no
necesitamos escondernos ni reunirnos en privado para hacer
arengas de guerra, como ha hecho la comunidad sionista con
su embajador a la cabeza, y que los dirigentes de esa
comunidad no han dudado en viajar a lo que creen es “su
lugar” para apoyar el genocidio. No son inocentes, son
culpables de crímenes de lesa humanidad, son
responsables de asesinatos de niños y mujeres, y lo hacen a
sabiendas, son conscientes de sus crímenes y se regocijan
de eso.
Pero
no han triunfado, han sufrido una vez más la derrota en Líbano
a manos de la resistencia islámica libanesa del Hezbollah,
así como van a ser derrotados por la resistencia heroica
del Hamas y del pueblo palestino. Fueron derrotados por esa
“banda de terroristas”, como ellos denominan a aquellos
que luchan por su liberación y que pensaban exterminar en
una semana. En su lógica perversa, los heroicos
resistentes de la reconquista de nuestro país en las
invasiones inglesas a sus ojos también se ven como
terroristas, pero todos sabemos y ya no nos engañan más,
que cuando ellos dicen negro seguramente es blanco.
Su
derrota manifiesta que el mito de la invencibilidad de su ejército
asesino se ha acabado, y deja al descubierto que no son lo
inteligentes que ellos creen ser. Han perdido moral, militar
y políticamente esta batalla, y ha dejado al desnudo la
verdadera naturaleza y dimensión del sionismo como ideología
racista, xenófoba y expansionista.
Adelante,
compañeros; sigamos esta senda ya trazada hoy, esta senda
que nos llevará a la liberación y la paz que todo ser
humano de bien desea para el otro, porque el otro existe.
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