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Garrahan:
el gobierno apela a la patota de UPCN
Repudiemos
la agresión a los trabajadores
Por
Silvana Piñeyrúa - delegada Junta Interna ATE
El
viernes 25 de agosto se inauguró, en medio de un escándalo,
el resonador magnético del Hospital Garrahan.
Las
autoridades del hospital, junto con el gobierno, quisieron
utilizar políticamente este importante hecho, para lo cual
organizaron un acto que contaría con la presencia del
ministro de Salud, Ginés González García.
Allí iban a anunciar con bombos y platillos que gracias a
ellos los niños de bajos recursos que “tanto les
preocupan”, contarían con el primer resonador público y
gratuito.
La
Junta Interna había llamado a repudiar, en esa oportunidad,
al ministro Ginés, que el año pasado nos había tratado de
terroristas sanitarios por reclamar un salario igual a la
canasta familiar y por defender el derecho a la salud pública.
Oportunidad en la que también habíamos denunciado y
exigido que se pusiera en funcionamiento el resonador, que,
arrumbado en el hospital desde hacía más de cinco años,
estaba siendo desmantelado poco a poco. Por lo que si hoy el
Garrahan lo inaugura, es gracias a la lucha de sus
trabajadores.
Casualmente,
los funcionarios que querían posar para la foto junto al
resonador son los mismos que lo dejaron tirado durante años,
mientras beneficiaban a los institutos privados con la
derivación de pacientes de nuestro hospital.
Para
garantizar la función del “circo” montado por la
patronal y el gobierno, apelaron a los servicios de la
patota sindical de UPCN, que, con cincuenta matones ajenos
al hospital y a la orden de Goldberg (presidente del Consejo
de Administración), intentaron impedir a los golpes que los
compañeros convocados por la Junta Interna de ATE les
arruináramos la fiesta.
Hoy
UPCN, al mando de Jaichenko, se anota un nuevo galardón al
servicio de la patronal: además de haber entregado el
refrigerio, las horas extras al 50 y al 100%, haber aceptado
los contratos basura, el reparto desigual de los recursos
genuinos, la tarjeta para fichar las horas módulo, el
aumento del 19%, la carrera ilegal de enfermería y, sobre
todo, de haber carnereado cada una de las medidas de fuerza
decididas democráticamente en asamblea por los
trabajadores, ahora también funciona como patota de la
patronal. Por supuesto, no lo hacen gratis: son
recompensados con acomodos, ingreso de familiares, el curro
de la mutual, etc.
La
agresión que sufrimos y que dejó a varios compañeros
golpeados –en su mayoría mujeres– es un episodio más
donde la burocracia sindical actúa como fuerza de choque
del gobierno y la patronal para contener la lucha de los
trabajadores, como los provocadores que atacaron a los
estudiantes de la FUBA, a los docentes neuquinos o a los
trabajadores de Crónica.
Llamamos
a todos los trabajadores a repudiar estos métodos, que
tienen como objetivo desmantelar y derrotar a la vanguardia
independiente, que hoy por hoy, venimos cuestionando y oponiéndonos
a la política del gobierno.
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