La alharaca
de los medios en torno al soldado israelí prisionero esconde
una realidad
Hay más de 9.000 presos políticos palestinos
Recopilación enviada por M. Kaila y E. Abedrapo
En base a datos del Mandela
Institute for Humans Rights
Desde el inicio
de la ocupación de Cisjordania y Gaza en 1967, Israel ha encarcelado a más de
650.000 palestinos, representando aproximadamente el 20 por ciento de
la población de los territorios ocupados.
Israel ha
detenido a hombres, mujeres y niños a través de una extensivo y
sistemático conjunto de regulaciones que controlan casi todos los aspectos de la
vida palestina y que son cambiadas constantemente por el ejército ocupante
israelí y muchas veces no son conocidas por la población hasta que es reprimida.
Los detenidos
palestinos son llevados a centros de detención israelíes tanto dentro
como fuera de Israel, donde la condición de los prisioneros palestinos es
pésima, agravada por el uso habitual de la tortura.
Los presos
palestinos que no están en “detención administrativa”, son juzgados en
tribunales israelíes, en un idioma que muchos de ellos no hablan y
dictando sentencias a veces absurdas, generalmente basadas en testimonios de los
soldados que apresaron a la persona, las “confesiones” logradas por medio de
torturas, e incluso muchas veces sin la presencia de un abogado.
Los métodos
de tortura utilizados son variados. Los más comunes
son las golpizas, los shocks eléctricos, la privación de sueño, denegación de
atención médica, música ruidosa, violaciones sexuales, insultos, estiramiento de
extremidades, privación de comida o agua o el uso del baño, presiones
psicológicas para colaborar con la ocupación, introducción de la cabeza de los
detenidos en sacos con orina o excremento, prolongada exposición a luces
brillantes, al sol, al frío, a la lluvia, etc. El método más famoso es la
“Posición Shabah”, donde se le obliga al prisionero a permanecer sentado en
una pequeña silla, con sus manos esposadas al respaldo y sus pies amarradas a
las patas de la silla. En esta posición, el prisionero/a se encuentra más débil
frente a las golpizas y shocks eléctricos.
En el informe
del Instituto de Mandela para Derechos Humanos del 30 de abril de 2006, se
expresa que los prisioneros palestinos alcanzaban para esa fecha 9.599
personas, 1.200 de los cuales eran “detenidos administrativamente”, es
decir, no tenían cargos y el 34% de los detenidos estaba a la espera de un
juicio.
Sin embargo,
ahora la cifra de prisioneros palestinos ya llega a las 10.000 personas,
150 de las cuales son mujeres y 350 son niños menores de 10 años.
Algunas mujeres han tenido a sus hijos en prisión, quedando el niño prisionero
con la madre como el caso de Samar Soboh. Otras tantas han cumplido los 18 años
mientras estaban en prisión. Muchas mujeres palestinas han sido arrestadas sólo
para presionar a sus maridos o familiares a que cooperen con la ocupación.
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