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Bolivia: los
estudiantes se organizan y echan a los directivos
La granja se rebela y la lucha continúa
La verdad estaba en todos nosotros desde hace bastante tiempo, los intereses de
los estudiantes del Instituto Normal Antonio Paredes Candia nunca fueron los
mismos que los de los directivos y los de algunos docentes, pero como se tiene
esa gran sumisión hacia la autoridad implantada desde los primeros días en que
nos educan. Romper las fronteras, salir a denunciar las irregularidades y
organizarse cuesta bastante, pero también es cuestión de tiempo cuando la
realidad es evidente y se tiene una alternativa.
El proyecto de esta Normal nace de la mano de dirigentes políticos de Podemos.
Con la idea de formar una normal para El Alto, y en el marco de las elecciones
del año pasado, se hacía marchar a los alumnos por la ciudad para ganar algunos
votos, además del conocido hecho de dar dinero a los directivos, tan corruptos
como cualquier otro miembro de este partido. De esta manera se ha usado y
obligado a los alumnos a votar por “Tuto” y “Pepelucho” para luego pedirle
favores por los votos dados. Obviamente que a las palabras se las lleva el
viento, y al haber ganado el MAS el proyecto queda relegado, con el consabido
perjuicio a todos los estudiantes.
Paralelamente funcionaba otro proyecto de Normal (hoy llamado INSEA, dirigido
por la COR y FEJUVE, adherentes al partido de gobierno), pero el problema que
enfrentaban ambas era no contar con el reconocimiento del Ministerio de
Educación, por lo que no se encontraban incluidas, hasta hoy, en el sistema
educativo boliviano
Esta experiencia saca a la luz varios problemas dentro del marco general de la
educación en Bolivia, como la corrupción y la falta de Institutos Normales
educativos que satisfagan la necesidad y el deseo de miles de jóvenes que
pretenden ser futuros educadores. Como se margina a los jóvenes, éstos como
opción ven en la Normal una fuente segura de salida laboral.
Por otro lado, en la mayoría de las normales existentes la corrupción es tan
grande que no tiene ni sentido molestarse en dar el examen, porque uno ya sabe
que si no paga por adelantado una suma determinada de dólares queda afuera sin
más explicación. A esto se suman los problemas propios que tiene El Alto,
librado a su suerte, sin hospitales, sin escuelas, sin lugares de recreación
cultural y mucho menos trabajo. Y así, se empuja a la juventud, marginada y
relegada en todas estas cuestiones, al camino del alcohol como simple diversión,
por la presión y la frustración de no ver un futuro prometedor.
Ya han pasado más de tres meses del decreto de Evo Morales, que anunció como un
regalo la creación de una Normal para El Alto. Ahora bien, lo que NO dijo
Morales es que en realidad se trataba de un “regalo” a los dirigentes de la COR
y Fejuve a cambio de apoyo y de “mantenerse al margen” de las “críticas” al
nuevo gobierno. Hoy es innegable el control del gobierno del MAS sobre las
principales organizaciones sociales de mayor convocatoria del país como la COR,
Fejuve, Cooperativas mineras y CSUTCB ante todo.
A pesar de ello, y desprestigiando a los compañeros que nos hemos sacrificado y
continuamos peleando por nuestro derecho a estudiar, todavía no se han puesto de
acuerdo para abrir la nueva normal. Esto ocurre no porque falte la decisión,
sino porque aún se deben estar poniendo de acuerdo para nombrar a dedo a tal o
cual directivo o profesor, intercambiar favores a amigos, familiares y/o
simpatizantes, además de que ahora serán los dirigentes de la COR, Fejuve y las
autoridades del ministerio quienes decidan e impongan las condiciones de ingreso,
promoción y permanencia de los aspirantes normalistas.
Es por esto que los más y directamente afectados somos los estudiantes. Tanto
los de la INSEA, que se han inscripto tarde –por lo que siguen en “lista de
espera”– y sobre todo los de la Paredes Candia, hoy no vemos nada seguro.
Mientras tanto, se sigue perdiendo tiempo y postergando la educación de la
juventud y el futuro de Bolivia.
La actitud del gobierno, a través de sus ministros y autoridades, frente a esta
situación, es la misma que tiene frente a otros reclamos o reivindicaciones de
diferentes sectores: un total y absoluto desentendimiento. Pero eso sí, cuando
los estudiantes ya molestan mucho con sus marchas se los reprime con gases. Ante
esto, nosotros, los estudiantes, al calor de la lucha, en asambleas, durante las
noches de vigilia, en marchas, etc., hemos llegado a la conclusión de que la
forma más efectiva y transparente para defender nuestros intereses y llevar a
cabo nuestros objetivos es la organización independiente de los estudiantes.
Durante las últimas semanas, la lucha (tanto de aspirantes de la INSEA como de
la Paredes Candia) se ha centrado en la petición del llamado a convocatoria de
exámenes. A esto se opuso otra actitud divisionista, principalmente por parte de
Patana, que se niega a realizar la convocatoria general y ofertó 450 cupos (que
sólo alcanzan para cubrir el ingreso de los compañeros de la INSEA). Así
enfrenta y hace ver como bandos enemigos a jóvenes alteños con los mismos
problemas y el mismo deseo de estudiar. Frente a esto, los estudiantes de la
Paredes Candia resolvemos pelear por la exigencia de ampliación de cupos, lucha
que hoy continúa.
Por eso, hoy más que nunca tenemos que estar en pie de guerra ante las mentiras
y los manejos del gobierno y de algunos dirigentes para dejarnos afuera de la
posibilidad de estudiar y construir un nuevo futuro.
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